Luego de la gran victoria obtenida por el Chavismo
en la reciente contienda electoral, el escenario político nacional nos deja
claro el mensaje, el pueblo ha madurado y quiere cambios sustanciales, reales y radicales en verdadera democracia que deriven en la
reelección del Presidente Chávez y en las nuevas formas de organización política
que el país requiere; se trata de darle poder efectivo a las clases populares y
que ellas asuman a través de los mecanismos competentes, las soluciones a sus
necesidades con el apoyo del estado revolucionario.
El
concepto democrático burgués, tiembla ante la propuesta de una reelección
continua, y esto se debe, a que el proyecto de Estado liberal burgués, plantea
como objetivo fundamental mantener una alternabilidad que responda al proyecto
propuesto por el neoliberalismo; y esto se garantiza, alternando el liderazgo y
rompiendo a capricho el proyecto nacional a largo plazo, para fortalecer la
dependencia burdelesca a las potencias
mundiales.
El Título IX de
nuestra constitución bolivariana se llama indistintamente reformas a las
"enmiendas" y a las enmiendas "reformas”; a pesar de que Venezuela tiene un numero considerable de
“sesudos constitucionalistas”; esto ha pasado por debajo de la mesa y ha sido
fuente de gran y grave confusión en el pasado. De allí, que ahora la pretendida
solicitud de ENMIENDA, debería ser cuidadosamente analizada y comparada con la
sustancialidad jurídica pertinente; reto trascendente para el destino de la
revolución y acabar así, con el contrabando ideológico.
Es
hora de que la propuesta de enmienda constitucional de reelección continua, tal
como ocurre en países como Inglaterra, Francia, Alemania, etc.… se convierta en iniciativa
del pueblo pobre, de los de abajo y sea, una gran fiesta de
Esta
propuesta de reelección continua, podría extenderse a Gobernadores y Alcaldes,
lo cual tendría que venir con una profunda contraloría social que impida y
combata la corrupción. Flagelo del que no ha podido deslastrarse la revolución
venezolana, en estos diez años de dura lucha por el socialismo que queremos.
El pueblo llano
tiene hambre de revolución. Las masas quieren que cese la vieja práctica
política de burdel y alcahuetería, donde la corrupción e impunidad hacen bailar
como putas baratas a la degradación política de la derecha endógena enquistada, en el
gobierno bolivariano.
El
pueblo quiere concretar este sueño llamado Socialismo bolivariano. Socialismo
que permita un profundo cambio en las estructuras sociales a todos los niveles que
el pueblo exige y darle así, al pueblo la mayor suma de felicidad posible. Debe
ser el mismísimo pueblo venezolano organizado, quien debe impulsar el debate
público sobre la enmienda constitucional, propuesta hecha por el Presidente
Chávez. El pueblo venezolano, organizado en un todo, debe aprobar la enmienda
constitucional para mantener la continuidad política que impedirá detener los
avances promovidos por la revolución bolivariana.
Que el pueblo
decida si continúa con un proyecto liberal o se ubica en la versión del
socialismo criollo y bolivariano, que sólo podría encarnarse en una enmienda
que permita que Hugo Chávez continúe siendo el líder de este proceso nacional. El
pueblo debe asumir el compromiso entendiendo que, Chávez tiene mucho que
aportar todavía con su liderazgo. Que el pueblo decida, libre y soberano su
destino.
La enmienda
constitucional para dar paso a la reelección continua, debe significar la
profundización y radicalización del proyecto histórico de Simón Bolívar.
“Acaso las leyes y las estructuras no
deben adecuarse a la naturaleza de las
cosas, de los tiempos y de los hombres”.
Montesquieu.
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