Es fascinante la forma y manera de cómo se realiza la manipulación norteamericana en la política colombiana. Pareciera que quien dirige la política del gobierno en Colombia es Álvaro Uribe Vélez; claro por ser presidente, pero no es así. Lo podemos hasta a afirmar, luego que uno lee declaraciones de Juan Manuel Santos, flamante Ministro de Defensa de Colombia sobre política, lo hace con tanta soltura y hasta hace chistes de mal gusto por supuestos. El tipo amenaza a senadoras de la republica, inventa unos supuestos falsos positivos, es decir una especie de eufemismo sobre la desaparición y posterior asesinados en enfrentamientos supuestamente también con la guerrilla de los mismos desaparecidos. Cuando se descubre la vaina, entonces destituyen a los generales genocidas, involucrados en crímenes de lesa humanidad contra las poblaciones de Colombia y a él, que es quien las ordenas y las justifica no le cae ni coquito. Una maravilla de manipulación imperial. Conchales, es que el tipo pareciera el presidente de Colombia. Observen que el ministro Santos es continuamente visitado por funcionarios norteamericanos implicados en el plan Colombia y es un continuo convidado del departamento de estado. Miren, en Venezuela debemos prepararnos siempre para ripostar, cuando este ministro viene de esas reuniones en Washington, porque inmediatamente realiza rueda de prensa para disparar dardos mediáticos contra Venezuela. Bueno si el tipo no es el presidente de Colombia, es por lo menos una buena cortina mediática para tener con la soga cortita al presidente de Colombia que algunas veces les sale una de demagogo respecto a su hermandad con Venezuela.
¿Quien gobierna en Colombia?, simplemente el departamento de estado, con un presidente real, al cual lo tienen en la mira para echarlo a los buitres, a la hora de cualquier investigación seria por sus vinculaciones con los narcos y paramilitares y un presidente virtual hecho ministro de defensa, que manejas todas las relaciones de seguridad e inteligencia del país. Esto se parece mucho a la mampara del gobierno del inepto y borrachote de Busch y el círculo de verdadero poder de las corporaciones
