Este miércoles 25 de los corrientes leí su artículo publicado en Rebelión.org., sobre “Los actores centrales del negocio: ¿Quiénes manipulan el precio del petróleo?” El análisis allí vertido me parece un trabajo periodístico de excelente calidad que ilustra la cruda realidad de los hechos en relación al tema petrolero. Considero esa investigación acuciosa como material didáctico que deberíamos estudiar los afectos a la ideología socialista bolivariana y los no afectos también. En verdad lo felicito.
Cuando usted llega casi al final de su escrito, alude al presidente Hugo Chávez en términos que no pondero como los más acertados. Le aclaro que no soy ningún fanático chavista pues me cuento entefraingran@gmail.comre los que asumimos la autocrítica al proceso bolivariano como herramienta indispensable para poder crecer y avanzar hacia un socialismo a lo venezolano, sin copias extranjeras, y usted sabe a lo que me refiero. Cuando enfoca el reacomodo del gran capital, en el contexto de la actual crisis financiera que atrapó a los países “desarrollados” usted dice: ..”Y en medio de este escenario es como debemos comprender el fraude electoral de Chávez con la enmienda constitucional y el claro papel de cómplice de la llamada oposición democrática”. ¿Cuál fraude, señor Pablo Hernández? Esas elecciones fueron auditadas por decenas de veedores internacionales y locales, quienes certificaron la clara y legítima victoria en un proceso con la más avanzada tecnología que todos los países del orbe envidian. Por allí no van los tiros. Si usted se refiere a un “fraude” en el sentido de una doble intención malsana del presidente también yerra pues ese hombre que usted llama “disfrazado de socialista”, tiene una pasión sincera por llevar al país a una mejor distribución de las riquezas y lo ha demostrado con hechos claros y definitivos en el sector salud, educacional y económico. Tenemos un sistema económico fuerte, con un crecimiento anual por encima de la mayoría de las naciones que nos rodean y con una tasa de desempleo menor al 7%. También agrega que…”El capital petrolero internacional, igual que a comienzos del siglo XX necesitan de un Juan Vicente Chávez que le garantice el orden establecido… y para estos menesteres no hay nada mejor qué mejor que un militar formado en Centroamérica, concretamente en Guatemala, donde Reagan y sus asesinos masacraron a los revolucionarios de ese país, y más si este cachorro del pentágono se disfraza de socialista”. Creo que cuando pone el apellido a Juan Vicente como Chávez, lo hace irónicamente pues sabemos que es Gómez. Aquí comienza su ignorancia sobre la política venezolana. El dictador Juan Vicente Gómez SÍ era un “cachorro del pentágono”, utilizando su terminología, pues prácticamente les regaló ese preciado recurso energético cobrando apenas el 1% de impuestos y concesiones a 50 años. Hoy no ocurre así. Gracias al presidente Chávez ese impuesto y los royalties han llegado a más de 16% y 33%, además de otro impuesto circunstancial que depende de las coyunturas en la subida de los precios del crudo. Hemos avanzado. Las empresas mixtas deberán desaparecer en la medida que dominemos la tecnología de punta que se requiere para la exploración y otras operaciones que escapan de nuestras manos científicas. En el caso del gas no tenemos tecnología propia para la exploración y extracción en aguas profundas, gracias a la administración lacaya de la vieja PDVSA. Gracias a Chávez en su gestión diplomática con los países miembros de la OPEP, el precio del petróleo pudo subir por el consenso de un cártel desmembrado y sin brújula cierta. En ese momento el precio era de 7$ el barril. ¿Recuerda?
El señor presidente no se preparó en Centroamérica para asesinar a nadie y lo demuestra en los hechos. Prohibió a nuestros oficiales del ejército que fuesen a la tenebrosa Escuela de las Américas y, como dato adicional para aclararle un poco su gruesa ignorancia, en nuestro país NUNCA se había respetado los derechos humanos como desde 1999 hasta la fecha. Aquí los soldados no disparan contra el pueblo y la tortura está prohibida y severamente castigada. Nuestra raza aborigen ahora SÍ tiene derechos, ya no son invisibles, lo mismo que los campesinos sin tierra y las madres sin trabajo remunerado.
Hay muchos etcéteras que podría enumerarle pero sería cansón y tedioso para su persona.
Es cierto que nos falta mucho camino por recorrer y muchos errores que enmendar pero al menos ya comenzamos, ya la patria está preñada y algún día deberá parir. Nosotros NO estamos en socialismo, claro que no pero ese es el norte fijado y vamos a tratar de llegar a ese puerto. No olvide (y me extraña ese desliz suyo) que el capitalismo en Venezuela no está muerto ni agonizante, lo que está es siendo cuestionado y quitando aristas que después nos llevará a una revolución concreta. La naturaleza no da saltos y las revoluciones tampoco. La nefasta influencia mediática pesa fuerte contra el proceso bolivariano al inyectar dosis diarias de mentiras contrarrevolucionarias y vicios de consumismo capitalista. No es fácil llegar al puerto socialista pero al menos lo intentaremos. Usted debería saber que una sociedad que no tiene TODOS los servicios funcionando satisfactoriamente, con una tasa de empleo bien baja y un desarrollo industrial adecuado para la soberanía alimentaria y de recursos de todo tipo, no comulgará con ideas socialistas criollas por razones obvias. Primero debemos satisfacer al pueblo de lo básico y fundamental para armar la estrategia del asalto final. Esos epítetos groseros que empleó contra el señor presidente no los meremos y ojalá y usted despertara la conciencia socialista para poder analizar equilibradamente un proceso como el nuestro.
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