Moloch o el fin del materialismo

El materialismo es la esclavitud a la máquina y la máquina es realmente Moloch, consumiendo los recursos de la Tierra para permanecer vivo. El progreso material es en perjuicio del progreso moral y espiritual. El mantenimiento de la máquina crea a la vez injusticia social y contaminación planetaria.

Antes de desarrollar el artículo, veamos lo que recoge internet sobre una curiosidad que fue enviada por un televidente a CNN y que está circulando por ahí, de igual modo, lo que significa vivir bajo un modelo capitalista y que a decir de lo que Moloch representa es, o viene a ser, el espíritu de Moloch transformado a sí mismo en oscuridad al convertirse en factor capitalista.

Repito, esta curiosidad anda circulando por internet, y es a todas luces el vivo ejemplo de un modelo capitalista que no defiende al que menos tiene sino al que más posee.

En tal sentido, veamos la similitud con Moloch… El plan de rescate a los bancos con dinero de los contribuyentes, que recientemente se aprobó en el congreso de los EEUU, costará la astronómica cifra de:

700.000 millones de dólares, más los 500.000 millones que ya se le ha entregado a la banca, más los miles de millones que entregarán los gobiernos de Europa, China y Japón a los bancos en crisis en esos continentes.

Pero para tratar de simplificar, sólo en algo, las cifras involucradas, el televidente solo tomo la cifra de 700.0000 millones y hace el siguiente cálculo:

El planeta tiene 6.700 millones de habitantes; si se dividen sólo los
700.000 millones de dólares entre los 6.700 millones de personas que
habitan el planeta, equivale a entregarle 104 MILLONES DE DOLARES A CADA UNO'.

‘Con eso, no sólo se erradica de inmediato toda la pobreza del mundo, sino
que automáticamente se convierte en MILLONARIOS a TODOS LOS HABITANTES DE LA TIERRA’. Moloch… ‘Parece que realmente hay un pequeño problema en la distribución de la riqueza’ Sí, porque hay bastante, pero mal distribuido… Cosas veredes Sancho…

Es la crisis financiera la que finalmente ha comenzado a traer de vuelta a casa a todo el mundo, el viejo mundo está realmente muriendo. ¿Vamos a morir con él u optaremos por el nuevo?

Actualmente y desde todo el orbe planetario gravitan poderosas fuerzas sociales, que pugnan desde la conciencia colectiva por un nuevo orden mundial; en donde no esté de por medio el explotador ni el explotado; donde no tenga cabida el reprimido por el represor; donde no exista subyugación del hombre por el hombre; donde no exista el opresor que viole el estado de derecho y libertades individuales; donde no exista un supra estado que vulnere y violente la soberanía del más débil e indefenso…

¿En tal sentido, qué nos queda por hacer? O bien nos aferramos a los viejos valores del materialismo, individualismo, la codicia, la neurosis y el comportamiento destructivo -así como a la lealtad a todas las instituciones que apoyan esta forma de vida, o tomamos la determinación de cambiar los viejos paradigmas que nos ahogan y nos obnubilan la conciencia, en el día a día.

La elección está entre los antiguos valores del tiempo cifrados en el dinero, u optar por los nuevos valores de tiempo que es arte. Donde hay dinero hay discordia, donde hay arte hay armonía. Es así de simple. La Tierra está a la espera de ser transformada en una obra de arte.

Ya es hora de darse cuenta de que es este el momento de potenciar, desarrollar y apoyar los valores humanos de la creatividad, la exploración individual, la purificación espiritual y el estilo de vida simple, basado en el más amplio valor de la ecuanimidad y la no violencia.


joseagapo@cantv.net


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José Agapito Ramírez


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