Papeles para el debate

Latino América enfrentando la crisis económica capitalista en el tránsito hacia el Socialismo

En el marco de la transición capitalista hacia la concreción de la propuesta del Socialismo del Siglo XXI que desde el punto de vista supra nacional se expresa a través del ALBA y UNASUR, sin descontar otros órganos existentes como MERCOSUR, se nos sugiere reflexionar respecto de la importancia de las novedades económicas propuestas a objeto de enfrentar (que no paliativos), la crisis económica capitalista que nacida en USA, interrumpe el desenvolvimiento de la comunidad internacional toda.


En ese sentido, nos tomamos la iniciativa de revisar algunos conceptos económicos “paridos” en USA por economistas notables (a quienes el neoliberalismo jamás ni nunca consideró consultar), como el Profesor, Michael E. Porter, Director por los años 2002, del Instituto para la Estrategia y la Competitividad de la Universidad de Harvard, quien ante la crisis que se avecinaba planteó la necesidad de centrar una mayor atención en la microeconomía y no solamente en la macroeconomía como uno de los indicadores claves del PIB percápita en los países de la Subregión.


Señalaba en aquel entonces, que el PIB percápita no se podía explicar a través de la apertura del comercio de un país; de sus niveles de inversión o de sus gastos en educación; pero que si se podía exponer, cuando se analizaban sus políticas microeconómicas.

Para ello, el profesor Porter habla sobre competitividad, indicando que ésa, es mucho más que el mero sector comercio o las exportaciones. A su juicio, hay que prestar atención suma, a la industria local pues si ésta no muestra índices de productividad que permitan cubrir la demanda interna, menos podría mirar hacia las exportaciones. Por tanto, ellas disminuirían.

Sostuvo (creemos que ello hay que considerarlo), que en América Latina pese a la crisis que se vislumbraba, se estaban creando las condiciones base que permitirían establecer una inversión social sólida (creemos, por esta afirmación, que sabía lo que en Venezuela venía postulando la Administración Chávez), donde se adoptaban políticas macroeconómicas sin perder de vista las condiciones microeconómicas existentes.

Al respecto, recomendó cuatro áreas: el mejoramiento de la calidad de los productos (como también la mano de obra y la infraestructura); el incentivo a la inversión y la competencia local; protección del Derecho al Consumidor de poder exigir productos y servicios de mejor calidad y por último, otorgar alicientes a quienes desde la perspectiva privada, forman núcleos y redes a objeto de mejorar las condiciones comerciales e industriales.

Consideramos que desde este punto de vista, coincide con el llamado del Presidente Chávez al sector privado para que se incorporen activamente a estimular la economía nacional con base a la propuesta Socialista del Siglo XXI.

Sostiene el emérito de la Universidad de Harvard que se precisa una cooperación mutua (Gobierno - Empresariado), para garantizar dicho proceso destacando que desde la perspectiva del gobierno se precisa como función vital, el incentivo para garantizar el desarrollo económico.

Los gobiernos según Porter, deben convertirse en grandes facilitadores de las iniciativas que emanen de los núcleos y redes donde los centros de investigación, las Casa de Estudio Superior y demás Organizaciones Gubernamentales jugarían un papel preponderante.

Opina así mismo, que los gobiernos pueden y deben crear condiciones para una mayor competitividad de y en sus respectivos países a través del apoyo a las siguientes áreas:

Establecer condiciones macroeconómicas, legales y políticas estables; predecibles para la industria, incluyendo los mercados abiertos.
Mejorar las condiciones sociales de la ciudadanía Incrementar la disponibilidad, calidad y eficiencia de la producción comercial, de la infraestructura, y de las instituciones de apoyo.
Brindar reglamentaciones e incentivos para una mayor competencia y para el crecimiento productivo.
Facilitar la formación de alianzas estratégicas intra gubernamentales, estrechando los vínculos entre éstas y el sector privado que en cada país esté en disposición de apoyar los procesos económicos de integración y establecer, por ejemplo, zonas de libre comercio para las mismas.
Crear un proceso inclusivo y continuo para la actualización competitiva, al mismo tiempo que se mantiene informada a la ciudadanía y se moviliza a todos los agentes del proceso.
Apoyar las iniciativas y los esfuerzos de integración a nivel regional que vayan más allá de las zonas de libre comercio. Los esfuerzos en Centroamérica para integrar las redes de transporte y de energía de los países de esa región, por ejemplo, son un paso importante hacia el logro de ese objetivo.
Por su parte, el sector privado, a juicio del profesor Porter, deberá esforzarse en crear efectivamente, núcleos productivos eficientes y eficaces en toda la Región; señalando que, "La ventaja competitividad de una empresa determinada es en parte resultado de las condiciones locales". “La participación de las empresas en estos núcleos representa beneficios colectivos”.

Destacó por último que el sector privado deberá asumir un papel activo en la actualización de la infraestructura (inversión con base a los planes y proyectos gubernamentales), local; trabajar de manera estrecha con las instituciones gubernamentales, educativas y de investigación a la vez que, proporcionar a los gobiernos la información referente a temas de naturaleza regulatoria; e incentivar la influencia de las asociaciones comerciales para conseguir economías de escala en términos de competitividad.

(*) Politólogo e Internacionalista Venezolano

Magíster en Seguridad y Defensa


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Manuel José Montañez lanza (*)


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