Hoy se recuerda la firma del acta de independencia en 1811. ¿Se recuerda? La prensa nacional anda en otros asuntos. Nuevamente el desequilibrio informativo nos castiga. Cuando el presidente Chávez intercedió para la liberación de varios rehenes colombianos en manos de las FARC-EP, solamente se hablaba del tema y nada más que del cautiverio por terminar. ¿Resultado? La noticia nacional quedó relegada a un tercer plano, los secuestrados quedaron libres, gracias al aporte humanitario de nuestro presidente y después nadie hablaba del asunto. En la vida todo pasa. ¿Cómo agradecieron los “hermanos” colombianos liberados al señor presidente Chávez? Sin comentarios.
El caso de Honduras es radicalmente diferente pues se trata de un país amigo cuyo presidente tuvo la valentía de buscar apoyo en gobiernos de izquierda para ayudar a su débil economía. No viene el señor José M Zelaya de ningún partido revolucionario y tampoco pregona un socialismo hondureño, no, simplemente hizo algunos cambios importantes mostrando una espléndida sensibilidad social por los marginados de siempre. Ya todos sabemos lo ocurrido. El señor Zelaya tiene el apoyo incondicional de la comunidad mundial, menos de Colombia, Perú, el tibio EE.UU. y otros gobiernos de extrema derecha pero la inmensa mayoría quieren su retorno al poder. Ese problema se resuelve, el del retorno de Zelaya, con las acciones que está tomando el pueblo hondureño y la presión internacional. Nosotros hemos levantado nuestra voz de protesta por todas las vías comunicacionales pero eso les importa un bledo a los golpistas. El pueblo de Honduras sabe que el apoyo suramericano es unánime y eso le da fuerza moral para revelarse contra el régimen dictatorial. Hasta aquí todo es perfecto. Apoyamos sin cortapisas al presidente expulsado y contribuimos con el bloqueo no enviando petróleo ni cualquier rubro comercial suscrito en los diferentes convenios. Muy bien. Hacemos nuestra parte y seremos inflexibles. Correcto. Estamos demostrando con hechos el discurso. Muy bien. ¿Qué más podemos hacer por nuestros hermanos hondureños? Seguir atentos a los acontecimientos en pleno desarrollo y que los religiosos sigan rezando por la paz de Honduras. No queremos más gorilismo en américa.
Mientras tanto en Venezuela los comerciantes continúan abusando con los precios de los productos comestibles, víveres y demás rubros. Los paramilitares colombianos siguen desestabilizando al país con sicariatos, secuestros y asesinatos variopintos. Las policías regionales y municipales están llenas de bandidos y el soberano espera con la paciencia de Job que la ley de policía nacional se ejecute antes del 2014. Algunas autoridades regionales “depuran” sus policías respectivas despidiendo funcionarios pero no les siguen juicio, o sea, el delincuente cambia de condición pero en el mismo escenario. La Asamblea Nacional debe ocuparse de temas importantes y delicados y esos temas no son ventilados ante el veredicto solemne de la conciencia pública. La Fiscal General propone la creación de algunas leyes muy necesarias pero la mass media no le da importancia. Unas cuñas que propician el desequilibrio mental de los venezolanos son exhibidas en varios canales conspiradores de TV y el gobierno tarda un mundo en sacarlas del aire. No se combate la conspiración con una respuesta inmediata que derrumbe la propaganda golpista, o sea, la política comunicacional del gobierno sigue pelando el pedal y nadie hace nada. Como se diría en el Zulia: ¡Vergación hasta cuando!
Si vemos los escritos en Aporrea y seguimos la programación de los canales oficiales de Tv y la Radio nacional, todo gira en torno al problema de Honduras. No hay reacción ni siquiera por parte de los televidentes y radioescuchas para que por favor nos dediquemos a lo nuestro, aunque sea en un 50%, por dios. ¿Y si el affaire hondureño se extiende por dos o tres meses más? ¿Qué haremos? ¿Instalaremos una base comunicacional en cada ciudad del país para monitorear ese problema? Ya es hora de reflexionar. Tenemos que seguir con nuestra vida de lucha contra la derecha lacaya y asesina que se opone al diseño de un socialismo venezolano. Mientras tanto esa gentuza se reorganiza, se reabastece de ideas y fortalece la conspiración.
En una guerra entre dos países, existen varios frentes de batalla y cada frente se ocupa de lo que debe ocuparse, de lo contrario sería arrasado por el enemigo, esto es algo muy elemental de entender. Pero nuestros medios bolivarianos no lo ven así, se dejan llevar por la pasión y dejan a un lado la razón. Tenemos que retomar el equilibrio informativo. Estamos cansados de escuchar lo mismo sobre Honduras, ya sabemos lo que se debe hacer y se está haciendo, no vamos a dejar de estar pendientes del asunto pero por favor que alguien pise el freno y reoriente el discurso.
El tiempo perdido hasta los santos lo lloran.
efraingran@gmail.com