Mi madre ¡qué bella era! Solía decir que “cuando hablan los mayores los menores se callan”, decía igualmente que…”quiero que te portes bien en casa de Flora… ¿me oyes? Nada de ponerte a correr por esa inmenso salón, nada de querer agarrar los pollitos que andan por el patio, no debes hacer que la perra esa que parece una mota se te acerque a hacerte cariño, cuidado con querer utilizar las bicicletas que sus hijos ya no usan” ¡Guao que crueldad! Prohibirle todo eso a un niño”. Yo quería, pero no podía, decirle a mi mamá que lo que cometía cuando íbamos a casa de la señora Flora, era un infanticidio. Pero en esos años, no había Lopna y los niños eran mudos.
Mamá era una mojigata, (moralidad exagerada) UN DÍA EN EL LICEO ME PUSE CON UNGRUPO DE CONDISCÍPULOS A GRITAR QUE Rómulo Betancourt era una VIOLETERA y mamá que estaba comiendo un dulce en el cafetín de los chinos frente al liceo, me vio y me escuchó. Cuando llegué a casa, mi inocente madre, la que me daba besitos y me arreglaba la ropita, la que se preocupaba por mi alimentación y me planchaba el uniforme, me esperó alterada para reprocharme: “Ángel lo que estabas haciendo en el liceo es malo. El señor Betancourt es nuestro Presidente y tenemos que respetarlo”
¡Quise huir de la casa, mas sabía que eso la eliminaría emocionalmente y aguanté estoicamente. Mamá era como la de Gualberto Ibarreto; no sabía de geometría pero hacía las arepas redonditas, empero mamá perturbaba mis deseos revolucionarios y defendía a quien en el liceo decían era un déspota, un asesino, un adeco, un adúltero, un corrupto.
No cabía duda , mamá vivía a la antigua y no leyó nunca a Antonio Machado…”se hace camino al andar”, ella se había petrificado en el pasado y pretendía que yo no viera el mundo desde mis propios ojos, desde el ángulo que anhelaba y todo porque ella tenía el Manual de Carreño como el guía de sus motivaciones. La gente vieja ¿tendrá la culpa de que esos mamotretos adecos copeyanos aún anden por ahí exhalando alcanfor?
¡Soy viejo, pero conservo el instinto natural masculino. Me gusta la poesía, la escritura, los libros, la gente irreverente, la rebeldía y ME GUSTA ESA GENTE QUE SE SALE DE LO COMÚN..POR EJEMPLO, Obama que a pesar de estar reunido con una cuerda de IMPERIALISTAS, DE ESTAR JUNTO A ESA sarta de acomplejados que tienen a los pobres cada día más pobres, permitió que sus ojos bajaran y se posaran sobre el vestido que protegía la piel de una mujer, sector glúteos, ¿ven que soy muy culto?
¿No será mejor que esos gringos se pongan a ver nalgas y dejen a un lado la proliferación de cohetes con cabezas nucleares? ¿A quién no le va a gustar que en vez de estar invadiendo naciones pobres los gringos se den relax con los culos de las mujeres. Qué maravilloso hubiese sido si aquel presidente que ordenó la bomba sobre Hiroshima en vez de eso hubiera visto por una de las ventanas de la “casaguai” a dos chicas que estaban desnudas en una habitación cercana. Pero que va, LA MOJIGATERÍA no acepta eso: hay que estar en el terreno de los acontecimientos viendo matazón de chinos, de afganistanes, de irakíes, de palestinos, de hondureños
¡Qué cosa, lustrosa!
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