Que tal disgusto debe haber causado el fracaso de las marchas y la guerra mediática desatada contra Hugo Chávez y su gobierno, la semana pasada. Y cómo debe haber rechinado la derecha internacional y los servicios de inteligencia de la Comunidad Europea y de los Estados Unidos, con lo que pasó en Venecia.
Allí, la flor y nata del mundo del arte le tendió una alfombra roja en el Festival Internacional de Cine, donde Oliver Stone presentó su documental “Al Sur de la Frontera” donde muestra la personalidad del presidente venezolano y su creciente influencia en América Latina. El mundo vio cómo Chávez, bautizado por sus enemigos como “gorila”, “populista”, “tirano”, “golpista”, se ganó la simpatía de famosos y de la gente de la calle, fue ovacionado como si hubieran esperado desde hace mucho, la aparición de un líder capaz de desafiar a los más poderosos y al mismo Gran Patrón.
Hace sólo 10 años, a Venezuela, tan rica en petróleo pero con un índice de la pobreza cercano al 70 por ciento, nadie siquiera la mencionaba, pero hoy retumba en los horizontes del mundo atrayendo la atención del planeta entero. Su autor es Hugo Chávez quien poco a poco ha cambiado la realidad socioeconómica nacional y la mentalidad de su pueblo, retornándole su orgullo y la autoestima. A pesar de la acérrima oposición de los ricos y poderosos, ha logrado iniciar el proceso de redistribución de la riqueza, y en este año ha bajado el índice de la pobreza a 26.6 por ciento. El nivel general de la pobreza en los Estados Unidos es 13.2 por ciento, para los hispanos es de 23.4 por ciento, y para los afroamericanos 24.7 por ciento.
La guerra mediática contra Chávez ya entró en desesperación y pierde rumbo. Le acusan de todo. Si se produce un temblor o inundación lo acusan de negligencia y dicen que no invierte en medidas de prevención. La TV. y la prensa, que en un 90 por ciento está en su contra, pasan abiertamente anuncios insinuando inclusive ‘la necesidad de asesinar al presidente’. Él, como dijo Oliver Stone, “lo tolera todo y no castiga a los autores de amenazas y calumnias. En Norteamérica esos actos serían castigados inmediatamente”.
La táctica de Chávez neutraliza todo intento, sacándolos de quicio. En España, el ideólogo de la derecha Federico Jiménez Lozanitos, escribió en el diario El Mundo que “en Venezuela no acaban de dejarse beneficiar por el gorila que fue negro y ahora es rojo”, Chávez le respondió con una frase de Cantiflas: “Yo a ti ni te ignoro”.
Sin embargo, la creciente agresividad estimulada por las siete nuevas bases norteamericanas en su vecina Colombia, y la presencia de la IV Flota en la región, están obligando al gobierno venezolano a tomar medidas contra nuevos golpes y prepara sus fuerzas armadas para repeler cualquier agresión externa. El país que tiene en su suelo 78 mil millones de barriles de petróleo probados y unos 150 mil millones más, estimados, junto con un recién descubierto rico reservorio de gas, de 8 millones de millones metros cúbicos, es una presa ambicionada por las potencias del mundo, de las cuales tiene cuidarse Hugo Chávez, pero felizmente éste no tiene nada de tonto.
(*) (El Diario, Nueva York. Especial para ARGENPRESS.info)
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