Después de la agresión verbal y por poco física de Uribe contra Chávez en Cancún de México, ¿tiene algún interés político reunirse con él para conversar, una vez que ha dejado de ser candidato a la reelección? El canciller colombiano ya soltó la invitación con premura. ¿Quién ganaría y sacaría provecho para su país de esa posible conversa? ¿Qué puede ofrecerle Uribe a Chávez de respeto y consideración? ¿Cuál es el beneficio que puede quedar para Venezuela? ¿Dejarían al Presidente de ser encubridor de las FARC, como lo han difundido ellos, dentro y fuera de Colombia? En realidad hay un objetivo en común fuera de la cooperación y el comercio desigual entre las dos naciones. ¿No habrá más desplazados? Y ahora que Santos se siente presidente con el apoyo de Uribe al ser candidato para el próximo período de gobierno colombiano. Qué de cosas ¿no? Y, la frontera, donde mismo con su saturación y fragilidad de problemas, estancada sin variación alguna de parte de ellos y, la guerrilla, “más disminuida” en su mismo territorio, donde siempre, blandiendo la espada de Bolívar que mostraron como arsenal de guerra en su poder.
Se va Uribe y qué se lleva y qué nos deja como gobernante. Acá uribistas furibundos dentro de la oposición más locos que cuerdos y, allá varias bases americanas de los gringos y un sinfín de situaciones adversas como miserias a la convivencia montadas en el poder. Complicidad. Narcotráfico. Mariguana y cocaína como arroz para exportar al mundo y, Venezuela batallando para dejar de ser puente de los traficantes de esos productos, los que se combaten a diario en todos los frentes.
Uribe traiciona lo más mínimo que vaya en razón directa en contra de los gringos de quien es luz y sombra. Pana burda de Bush y ahora de Obama, rémora de la Clinton y del Departamento de Estado Asiduo defensor y tolerante de la intervención yanqui y enemigo de la paz. Simula ser lo que no es y ofrece lo que no ha de cumplir. Es un trampolín desnivelado que se ha prestado a las complicidades del aparato represor de su entorno. Tiene un prontuario mafioso pendiente con la justicia colombiana (Revista Semana).
¿Chávez le habrá creído y le creerá con la misma pasión que mostraba por el santandereano? ¿Habrá aprendido de las lecciones del pasado que han quedado regadas como semillas de la infertilidad, nutrientes de la confrontación y, alimentadas con golpes bajos con toda la mala intención de su oponente basado en la famosa computadora de infinitos manuscritos? Uribe, hombre desleal y, perturbador del acercamiento de naciones antiyanquis. ¿Qué sería más productivo para la atracción social-cultural de las dos naciones, reunirse o no o, dejar las cosas como están? A ver si sopla buen viento que restablezca el respeto mutuo y la reconfortación de garantías duales para mayor estima político-económico en ambas direcciones.
Dicen que, el apuro trae cansancio y el egoísmo en todas sus formas espanta, desintegra.
A Uribe hay que dejarlo guindando en el tiempo que le queda en el poder que, tarde o temprano, se desplomará irremediablemente y los yanquis no son bobos y saben a qué atenerse en esos casos, ellos juegan con sus astucias.
¿Entonces? Más de lo mismo. Caer nuevamente no es normal ni justo, aunque racional. Mirar como el que no ve, sería lo aconsejable, quizás un poco de censura como castigo de oídos sordos, pero, más sabe el diablo de nuestros pensamientos de pensar para hacer que hacer para pensar. Aprendamos a vernos en el espejo de la realidad y no traguemos el cebo de la discordia que nos lancen ni como pendejos ni como vivos.
Uribe está maltrecho y, está ya casi que descansa en la paz de las tinieblas no bajo tierra, sino encima de ella. Y, la historia jamás lo perdonará –ni aunque se vista de charro mexicano o, se disfrace de guerrillero light con bastón de oro.
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