Y además me lavo las manos como Pilatos

¿Es el PSUV o es Héctor Agüero quién no está de acuerdo con esa decisión judicial?

Héctor Agüero, coordinador regional del PSUV en Carabobo y candidato a diputado a la AN, acaba de salirle al paso en nombre del PSUV a la decisión del Juez 5to. de Juicio Alfredo Toredit Rojas, en el caso del columnista de El Carabobeño Francisco Pérez sentenciado a tres años 9 meses prisión incluyendo una multa de 20 unidades tributarias y la inhabilitación del ejercicio profesional del periodismo por 36 meses, motivado a recurrentes prácticas difamatorias contra Edgardo Parra, alcalde de Valencia, de acuerdo a denuncias públicas hechas por el propio funcionario.  

Según una noticia recogida en el diario El Carabobeño, (15-6-2010), el candidato a diputado dice que no está de acuerdo con la sentencia contra el periodista “por cuanto le parece exagerada”. De hecho el título de la noticia aparecida en este periódico no deja lugar a las dudas: “PSUV no está de acuerdo con medida contra “pancho” por exagerada”. El Carabobeño 15-6-2010 Agüero: La decisión es exagerada

Ahora, antes de continuar debo aclarar que como persona no me solidarizo ni me pongo al lado de ningún juez cuando se trata de juicios condenatorios contra nadie, sencillamente he tomado en consideración algunos señalamientos hechos por Héctor Agüero en su condición de coordinador regional del PSUV por tratarse de un hecho político y que involucra a los militantes del partido como sujetos de opinión.    

En realidad no estoy al tanto de saber si en este caso específico el periodista Francisco Pérez usa la verdad como principio ético o utiliza los espacios de prensa para, sencillamente, difamar a cualquier funcionario identificado con la revolución bolivariana tal como acostumbra hacerlo el periodismo oposicionista venezolano con íconos ya consagrados como Charito Rojas, (Notitarde y El Nuevo País); Nelson Bocaranda, (El Universal); Patricia Poleo, (El Nuevo País); Noticiero Digital y otros irresponsables que utilizan el oficio para planes de guerra mediática y de propaganda sucia como instrumento de la derecha para tratar de revertir el proceso político que dirige el presidente Chávez.      

Hoy en Valencia hay toda una alharaca por la sentencia del juez Rojas: desfile mediáticos de dirigentes oposicionistas, recolección de firmas para la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, calificaciones fascistas contra el juez, promesas de tómbolas para recaudar el dinero de la multa, declaratoria de enemigo público del periodismo a Edgardo Parra, acusaciones de dictador contra el presidente y la activación del Estado Mayor opositor con claras alusiones al desconocimiento de las leyes de la República; en fin, nada fuera de lo común de lo que hemos visto hasta ahora en los últimos años orquestado por la derecha política nacional e internacional desde sus financiados laboratorios de guerra.  

Lo que sí sorprende es el paso al frente dado por Héctor Agüero en nombre del PSUV, como si el partido hubiese discutido el caso suficientemente para concluir que se trata de una “exageración” y de paso señalar que el asunto es “una querella entre dos ciudadanos que fueron al poder judicial: el alcalde y el periodista”.

Claro, como toda la prensa carabobeña y nacional está acusando al partido sobre la conclusión de la sentencia, el coordinador regional del PSUV sale al paso pidiendo (imagino que a los periodistas) y utilizando el enigmático lenguaje de todo político de “ser cuidadosos y no apresurarse al señalar que fue el PSUV el que pudiera estar involucrado”, en esa decisión. El Carabobeño 15-6-2010 Agüero: La decisión es exagerada

Ahora, viendo las cosas desde otro ángulo, si el partido no sale a defender a sus cuadros dirigentes -nada más y nada  menos que al alcalde de Valencia- quiere decir que el periodista (a pesar de la sentencia) está diciendo la verdad y Agüero sólo se remite a decir por la prensa que ese asunto no es problema del partido “sino de dos ciudadanos que fueron al poder judicial”.  

En el claro lenguaje criollo lo que el candidato le está queriendo decir a los periodistas es que “no lo metan a él ni al partido en ese peo”. Que ese es un problema del ciudadano Edgardo Parra y del ciudadano Francisco Pérez que han decidido usar los tribunales por asuntos personales y que siga la fiesta porque hasta ahora íbamos bien entre ustedes –la prensa- y nosotros en este año donde vamos directo a la AN.  

Ya en frío, el mensaje que deja el coordinador psuvista para la utilidad futura y para el manejo práctico en el oficio de la política es que, frente a las contingencias debemos lavarnos las manos como Poncio Pilatos y seguir mirando hacia el norte así sea nuestro primo hermano quien esté pasando por el mal momento acusador.     

A todas estas yo pensaba que el alcalde Edgardo Parra era militante del PSUV; igualmente estimaba que los funcionarios electos del PSUV seguían siendo militantes del partido así les caiga encima el dedo acusador de los medios de comunicación hagan lo que hagan y digan lo que digan.  

Llegué  a pensar que para estos casos el partido disponía de sus propios códigos para determinar situaciones particulares en la conducta de todos sus militantes y, sobre todo, de todos sus dirigentes para, en cualquier caso, salir en su defensa o en su cuestionamiento con todos los argumentos posibles; entendiendo que si el partido deja solo a cualquier funcionario tras una acusación, quiere decir que quien denuncia está diciendo la verdad.   

Sin embargo, uno no sabe si a estas alturas de la edad, mi cerebro no produce suficiente materia prima para el entendimiento en razón de descifrar lo que dice Agüero cuando suelta que “no podemos estar de acuerdo con ninguna sentencia de este tipo, porque como demócratas que sufrimos en el pasado y pagamos tortura por levantar la voz, no somos amigos de este tipo de sentencias”.

Si entiendo lo que dice el coordinador del PSUV en Carabobo y candidato a diputado a la AN, el columnista de El Carabobeño es un tipo que está sufriendo por levantar la voz; o sea, el periodista está diciendo la verdad; es decir Edgardo Parra es realmente un ladrón de verdad verdad y tiene realmente a toda su familia administrando todo el capital que produce la alcaldía de Valencia.  

Si en este momento yo fuese Edgardo Parra, ahorita mismo convocaría a mis abogados para levantarle una querella a Héctor Agüero, no ya como coordinador del PSUV en Carabobo, sino como ciudadano de cédula y partida de nacimiento, porque según éste, Parra es un torturador que está haciendo sufrir a un periodista y él como demócrata debe salir a defenderlo.     

Para cerrar yo creía que el término ‘demócrata’ lo usaban políticos como Antonio Ledezma, Julio Borges, Corina Machado o Henri Ramos Allup; por lo visto es un término también adaptable a los “socialistas” de nuevo traje quienes en medio del gusto por aparecer en los periódicos con cierta regularidad y ser aceptados en la sociedad valenciana como demócratas, consideren que “la medida de tres años y 9 meses de inhabilitación política y profesional podrá llegar a un feliz término” en cualquier momento y en cualquier corte de apelaciones.    

al-fredone61@hotmail.com 


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Freddy Martínez


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