Caballero se escribe con “C” de contrarrevolucionario.

Saramago fue un hombre afortunado

UNO
Fue  la escritora estadounidense ya extinta, Susan Sontag, haciendo uso de esa libertad comprometida que, a su modo, compartió con el autor portugués premio nobel de literatura y extraordinario intelectual recién fallecido José Saramago ,la que diría en el año 2000 en Jerusalén refiriéndose al escritor portugués: “El principal trabajo de un escritor no es tener opiniones, sino decir la verdad, y rehusarse a ser cómplice de las mentiras y la desinformación” La misma autora lo describia como “un hombre afortunado. Cuando parecía haber acabado su vida profesional, ya mayor, comenzó a escribir unos libros maravillosos, conoció al amor de su vida, una mujer bellísima que lo adora, hoy es uno de los grandes novelistas vivos del mundo y está dispuesto a decir la verdad” .Saramago vive para siempre.


DOS
Saramago no fue solo un talentoso escritor, fue un militante revolucionario, viajero comprometido con los pobres y las causas revolucionarias del mundo. No necesito más palabras para despedir  y rendirle tributo al revolucionario militante que se nos va.


TRES
A propósito de este intelectual y extraordinario poeta y novelista lusitano, asombra la posición de algunos intelectuales venezolanos pasados al enemigo aunque en un pasado no muy lejano, compartieron las luchas por la liberación de nuestra patria. Ya no les importa la verdad y se hacen cómplices de la canalla mediática y la desinformación. Tal es el caso de historiador y ex revolucionario Manuel Caballero que ahora coloca su pluma al servicio de la oposición y la contrarrevolución para descalificar y burlarse de la “Misión Barrio Adentro” y la formación de los médicos  de medicina integral. El biógrafo de esa figura nefasta que fue el ya olvidado y venido a menos Rómulo Betancourt, practica ahora aquello de “escribir ahora y cobrar los dólares después”


CUATRO
En un artículo en su columna del reaccionario diario “El Universal”, Caballero se refiere despectivamente a los médicos bolivarianos. Tratando de dar una lección de gramática, describe a los mismos como si no fuesen capaces de escribir bien ni su comandante tampoco. Entre escribir bien y respetar las más elementales reglas de ortografía y sintaxis y prevenir y sanar bien, prefiero lo segundo aunque después tenga yo que acudir a Word de Windows para corregir mis errores ortográficos que los tengo como todo el mundo, así sea este un experto lingüístico. Llama a los estudiantes de medicina "curabienes", sobadores, rezanderos y charlatanes de feria que egresan de las pretendidas escuelas de medicina de las pomposamente llamadas "universidades bolivarianas". Demuestra Caballero que no sólo tiene materia gris en el cerebro sino también una alta dosis de maldad y heces combinadas con un puñado de anemia intelectual. En el mencionado artículo se preocupa el historiador por la ortografía aunque su mayor intención sea la de descalificar los programas de salud de la revolución bolivariana y de paso tirarle unos tiritos al Presidente”. Acude a un sobado chiste ofensivo  sobre la Fuerza Armada Bolivariana: ¿Por qué son tan estúpidos los generales? Porque los escogen de entre los coroneles" y me pregunto  ¿Porqué son tan reaccionarios y apátridas los tránsfugas ex revolucionarios?, y respondo, porque provienen de la dulce vita cuarta republicana propiciada por Alfredo Tarre Murci (“Sanín”), en el INCIBA en tiempos de Caldera. Falta a la verdad y abusa de la ignorancia al calificar irónicamente “Escuela de medicina bolivariana” como si ser bolivariano fuese un agravio. Posiblemente sea una pérdida de tiempo seguir respondiendo a este canijo (escuálido) converso pero no puedo pasar por alto eso de calificar a nuestra Fuerza Armada Bolivariana como Fuerza Armada Cubana de Venezuela (FCAV). Caballero tiene su memoria en el pasado cuando todavía escribe Fuerza Armada Nacional,  En su artículo (Cuba se escribe con “b” de burro), Manuel Caballero se muestra como lo que es, un apátrida y lacayo que en vez de irse a España (recuerdos hispanos cuando Don Rómulo lo mantenía) para vivirse los dólares gringos en francachelas de vino y boinas, debería dejarnos en paz. Le correspondería residenciarse en Miami y cambiar el vino español por el californiano y encasquetarse un sombrero tejano. Sr caballero, ponga sus mostachos en remojo y llénese el coco de inteligencia. Esos muchachos “rojos rojitos y analfabetos” tal como usted los califica son de origen humilde, con sabor de pueblo y paridos  por nuestras mujeres. Sólo una de ellas tiene mucho más valor que cualquier libro escrito por usted. Ni que fuera usted, Saramago, el intelectual indestructible, escritor de libros maravillosos .Ya lo sabe, Sr Manuel, lo espera la chochera y el olvido y por supuesto el desprecio del pueblo que tanto ofende y descalifica. Manuel Antonio Caballero Agüero, guaro de nacimiento, bien merece estos guaratarazos por reaccionario, pedante, petulante, prepotente y cipayón.


Antojofel@hotmail.com



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Antonio Fernández Lunardi


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