Mientras que nosotros reímos ellos se lamentan

Ríe compatriota a todo pulmón y deja que los escuálidos sufran

Mire usted pues, solamente eso nos faltaba que, la hilaridad de la burla que de por vida
ha existido en los habitantes del planeta tierra y quizás en otro planeta en que haya vida también, malhumora y achicharra a los escuálidos de los mini partidos políticos que hacen contubernio con los gringos en este país y, es tal su furia que quienes pagan los platos rotos son los que han pasado a mejor vida y como la pelota es redonda la rebotan hacia el otro lado del campo electoral, pescando en el río de los descontentos con cebo envenenado de sus miserias humanas que como bacalaos les dé un buen reacomodo dentro del grupo de los que serán elegidos a mantenerse por un período en la Asamblea Nacional y se valen de la interacción de sus medios que planifican afanosamente, obtener el provecho del revuelo político de respirar con acusaciones perversas que son más de lo mismo dentro de la ayuda logística que ensamblan a sus candidatos y, en ese sentido se destacan con particularidad visible, los medios: El Nazional y Globovisión de la prostitución de sus ideas que encajan bien dentro del conjunto de la camada informativa con ayuda de CNN.

El que no ríe en Venezuela a la hora y el día y en el lugar que le venga en ganas es porque, es un llorón escualiducho legañudo que generalmente le anda buscando las cinco patas al gato con lupa de inconsistencia dentro del tiempo perdido y para variar cuando se las encuentra se infla del susto y no sabe quién está más chiflado, si él o el gat

No hay un solo programa de televisión de los canales oligárquicos privados que no muevan a risa y, es tal la repugnancia que si usted los toma en serio le quedan dos oportunidades que celebrar, una, morirse de la arrechera y la otra mandarlos al mismo cipote, porque el carajo les queda grande.

Imagínese si lo desea por un momento que usted no tiene ganas de desayunar y se pone a ver a Globovisión con la esperanza que le dé apetito y de momento aparece en la pantalla Nitu Pérez Osuna calva, vestida de negro y a su lado Leopoldo Castillo con una peluca africana alborotada de piojos y ambos se abrazan y con talante impresionante a la vez se dan un muá y, ella le dice, con voz eufórica esotérica, vengo de visitar a la pelona y, tú Leopoldo, yo, yo voy a visitar a la peluda y, ¿tú qué harías amigo observador que esperabas que hablasen del Federal? Y que te salgan con una bola fría entre dos, eso es para echar las tripas con lágrimas para afuera a mil por segundo y los mandarías a ambos para Cayo Hueso en Florida a gozar con Mazerhane.

Ríe compatriota con ganas que el mundo no se va acabar por eso. Ni te preocupes por amenazas ni por lo que piensen esos degenerados que el pasatiempo de la oposición es que el pueblo chavista y no chavista coja rabia a montón y si le sigues la corriente o caes en la trampa de sus ligerezas tormentosas te vas de bruces, más bien, enséñalos a reír con ganas placenteras sin solapas de ninguna naturaleza y, cuando el cuerpo te lo pida, dale rienda suelta a tu imaginación en traer al presente las payasadas que muchas veces recrearon la jungla de las estupideces de esos personeros que fueron líderes en la IV-R y, que hoy dan lástima embolatada.

Haga como nosotros los margariteños que vivimos pelando y nos freímos de risa a todo vapor por el calor que nos da el mar y aún muriéndonos nos reímos de nuestras tormentas y, lo más seguro cien por ciento comprobado que el que no ríe acá es porque es injertado. La risa no es nuestro dolor de cabeza y a veces nos metemos en problemas por reírnos con frenesí y cuando nos pregunta alguien que quién es nuestro mejor amigo en respuesta obtendrá, la risa que se desprende de nuestras bocas.

Acá nos casamos riendo y nos separamos por la muerte o riéndonos. Entonces a reír con ganas que la ecuación que nos incomoda el presente no sea de trabajo y de lejana esperanza y más bien de risa y paz como resolución de nuestros males pasajeros que no encajan dentro de los de la oposición dañina,

Jamás dejemos que los escuálidos se cojan nuestra risa para hacer política, ni empeñemos la gracia de sentir el disfrute que se siente sin enojo que, el que ríe una vez ríe toda la vida y ellos que chillen como monos enjaulados.


estebanrr2008@hotmail.com


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Esteban Rojas


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