Vamos por el medio

Estaba muy desmotivado al escribir y sobre todo publicar lo escrito. La desaparición de mi insustituible hermano y camarada, Bernardo Filliaggi el 17 de diciembre pasado, hizo mella en mi continua participación en algunos medios de la revolución, que nos han permitido a lo largo de estos años difundir nuestro parecer. Pero, en mi memoria siempre guardo las incesantes disputas que manteníamos por lo que cada uno de nosotros escribía y el otro leía. Las críticas “nobles” no se hacían esperar y las loas se decían muy discretamente. Y una de las cosas de las que siempre estábamos pendientes, para amargura del escrutado, era cualquier gazapo ortográfico. Como sufría Bernardo, si yo le descubría una a sin h, cuando esta denotaba "hacer" y en contraparte, yo de manera merecida recibía el mismo trato de el. Al final, quedábamos en concordancia de que lo importante era lo escrito y que como ingenieros ambos, éramos buenos escribiendo con o sin errores, ya que éramos “hombres letrados, no de letras”. Honor amigo a tu vida y continua presencia

 Una de las razones que me permitió salir de este marasmo que me bloqueaba al escribir, fue la discusión militante de las Líneas Estratégicas. Hemos asistido secuencialmente a este discernir colectivo de estas Cinco Líneas Estratégicas de Acción Política del PSUV, la regional, la municipal y el sábado 19 de presente, la parroquial. En cada convocatoria, participamos en la tercera línea: “Convertir el Partido en un poderoso medio de propaganda, agitación y comunicación”. Me identifiqué con esta línea, no solo por mi ámbito laboral en las telecomunicaciones y me experiencia en medios radiales, sino creo firmemente que es una de nuestras debilidades mas ostensibles, tanto como partido, como gobierno.

 Estamos viviendo una oleada arábica de cambios, que aunque se den en el lejano y medio oriente africano el fenómeno de la globalización nos lo pone en nuestras narices. Además, el estamento mediático de la derecha internacional y nacional quiere hacer que esta situación de conflicto político árabe se traslade a Venezuela, tratando de “forjar” una visión en nuestro pueblo, de que las condiciones que sirvieron como detonante de las revueltas populares en las ardientes tierras egipcias, tunecinas, emiratas y libias, son las mismas que hay en nuestra patria. Comparan a los gobernantes y gobernados de estos países, con nuestra realidad social y política y hasta cultural. Ahora, el pueblo árabe, que la derecha nacional e internacional los percibía como terroristas, son el conveniente modelo a seguir de revolución democrática en estos momentos. Eso si, con excepciones: los palestinos, los iraníes, los afganos y los irakies, siguen siendo pueblos terroristas para ellos.

 Los gobernantes depuestos y los que están en conflicto, fueron títeres de los Estados Unidos y no fueron elegidos de manera participativa, democrática y libre. Ahora, con su caída en desgracia sus otrora patrocinadores gringos “les solicitan” que hagan un sacrificio y dejen el poder. En estos momentos, el gobierno gringo al ver caer sus aliados en Egipto, Túnez, Los Emiratos siente temor por la aparición de mandatarios afines a los grupos religiosos musulmanes, nada afectos a los norteamericanos y que les puede “cerrar las válvulas” de suministro de petróleo o encarecerlo. Es por eso, que la situación que se está produciendo en Libia le es favorable para el necrófito gobierno norteamericano que se alimenta de sangre y cadáveres, para de alguna manera aparecer como salvador, del caído gobierno del apaciguado Omar Gaddafi y montar una marioneta, si puede. De igual manera la barras y las estrellas viendo la posible situación energética que se les avecina, enfila y afila sus garras hacia su mayor y mas cercano proveedor: Venezuela. Y aquí, el imperio quiere incendiar las calles a través de sus aliados en los medios apátridas.

 En nuestro país, los sirvientes del imperio a través de los medios vagabundos están todo el día creando una matriz como parte de guerra. De nuevo, se encadenan a trastocar la psiquis de los ciudadanos y ciudadanas, convirtiendo al camarada Chávez en un dictador, déspota y asesino en ciernes del pueblo y que hay que sacarlo ahora cuanto antes para que no se repita la situación que está pasando en los países árabes. Globovisión en la televisión, El Nacional en el papel y Noticias 24 en la Internet se encuentran en vigilia mediática de manera infame y descarada. La cobertura de las noticias del Golfo Arábico la quieren colocar como si fuera en el Golfo de Venezuela, aderezada con el “sacrificio” de los que “aguantan hambre” mediática a la luz de los reflectores de la televisión y los flash de la cámaras, con micrófonos por medio. A esta “inmolación de estilistas” (por lo maquillada que esta) le han dado una amplia difusión en lo interno y externo, como si toda Venezuela estuviera en huelga de hambre y como si el país se hallara alrededor de estas bien orquestadas “manifestaciones de desprendimiento”. La consigna del conglomerado de medios de la derecha, es que a cualquier pelea de perros hay que sacarla al aire y hacer de ella una historia, darle continuidad, que tenga un libreto, con escenas dramáticas, de sacrificio, de valentía, de desinterés por la vida y en nombre de una causa justa, su causa y sobre todo, que “la noble y valiente juventud sin partidos ni chaperones políticos, es la que se está sacrificando, para que caiga la dictadura de Chávez”.

 Por eso, es que en la discusión de la tercera línea se plantea que “Buena parte del esfuerzo propagandístico debe estar dirigido al 56,5% de la población venezolana, que tiene 29 años o menos…” que es la población mas propensa a recibir los mensajes de cualquier sector, la que tiene mas acceso y uso de la tecnología telecomunicacional y la que es mas proclive a fijar mental y conceptualmente ideas sobre la realidad reciente y el devenir. Por supuesto, es el mayor segmento etáreo de nuestra población y es el que decide el futuro. La derecha tiene años usando los medios masivos para ideologizar a través de sus programas no solo de opinión política (que es en menor cuantía) sino con las películas, las series, las propagandas, la publicidad, el sexo, la comida chatarra, la música en fin todo lo que se consume, lo que se vende, los placeres y todo aquello que estimula los sentidos de manera banal y que entra “sin darnos cuenta”, en especial en la juventud. Esto implica, que los que reciben estas “instrucciones” creen que el ideal de vida es el que aparece en los medios de la derecha y cualquier cosa contraria a esto, no se puede aceptar. Por eso, el Partido debe darle continuidad a la discusión y fijación de las líneas propuestas, porque cada una de ellas se basa para su difusión en un “…poderoso medio de propaganda, agitación y comunicación” donde no solo nos conviertan en disciplinados militantes receptores, sino en militantes que formados en lo ideológico y con nuestro humanizado socialismo como praxis de vida, estemos preparados y seamos capaces de defender nuestro inédito proceso en cada espacio que la derecha tenga y defender los nuestros, conquistados.

 Ya basta de blandenguería y de voceros y voceras psuvistas, que tienen en el cantinflear y gritar los únicos argumentos en contra de la canalla opositora. Mas que renovar la vocería, hay que ampliarla y que los logros del Gobierno Bolivariano y de la Revolución no se queden en los archivos de las computadoras o en los materiales impresos y digitales de discusión y difusión, que se “desmenuzan” en los galpones y sótanos ministeriales. La revolución hay que difundirla sin miedo y que no cause miedo, porque hay que motivar a través de la comunicación para poder convencer, explicando la realidad. Aun no lo hemos hecho bien y hay que hacerlo.

 

(*)Ing

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Carlos J. Contreras C.


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