He aquí el texto del correo:
“Para: presidencia@indepabis.gob.ve
04-03-2011
Señor Presidente:En primer lugar, aprovecho la oportunidad para felicitarle por su acertada designación, ganada a pulso y en base a su trabajo revolucionario.
En segundo lugar me presento: Soy SAUL
MOLINA ZAMBRANO, Profesor Universitario Jubilado y autor de una columna fija en
Aporrea desde hace ya casi 4 años, cuyo nombre es Pildoritas, que este año va
por la Nro. 40. es mi aporte al proceso, pero me gustaría poder hacer algo más
por él, por lo que en tercer lugar paso a hacerle algunos comentarios que me
imagino ya le serán comunes, en el poco tiempo que lleva en el cargo, pero que
seguramente manejó cuando se desempeñó como diputado, con una gestión que por
cierto no pasó desapercibida como la de muchos otros.
El caso es que a veces pareciera que
tanto especuladores como acaparadores nos están ganando la pelea. Existe la
sensación que al organismo que usted preside, por lo menos en este Estado le
falta dinamismo, iniciativas para lograr mejorar la gestión y minimizar las continuas
campañas contra el gobierno, por los altos precios en productos como el
cemento, las cabillas, los medicamentos y no pocos rubros alimenticios.
En varios de mis artículos he asomado
la idea de que una medida que podría ser de gran ayuda es la de dar
participación a personas que sin aspiraciones económicas o de cargos, tenga la
voluntad de a través de COMITES DE USUSRIOS debidamente
acreditados, coadyuvar a la fiscalización de los diferentes comercios y
que su vez puedan establecer redes de voluntarios contra la especulación
y el acaparamiento en cada Municipio, Parroquia e incluso en cada manzana de
las zonas comerciales o donde existan establecimientos comerciales de cualquier
índole, sin dejar fuera a los prestadores de servicios.
Podría pensarse que esa debería ser una
labor de los Consejos Comunales, pero si somos realistas. éstos por estar
muchos de ellos en manos del oposicionismo, no tienen ni la voluntad, ni la
iniciativa para tal función y los que están en manos nuestras, no cubren toda
el área geográfica y muchos de ellos, lamentablemente hay que aceptarlo,
funcionan muy precariamente.
Sin ánimos de parecer chismoso o mal
intencionado, debo opinar responsablemente que el equipo del
organismo en el Táchira, que recordemos es un Estado problema, y que
merece especial atención por estar en manos del enemigo, no parece
suficientemente capaz de garantizar una gestión exitosa, máxime cuando este es
una Estado fronterizo en el que el contrabando hacia Colombia contribuye a
inflar los costos, pues es común que escaseen productos de todo tipo, pero que
sí se consiguen en la vecina ciudad de Cúcuta.
Considero que hace falta una delegación
del INDEPABIS, que tenga iniciativas, que visite los medios, que busque la
forma de involucrar a las demás autoridades, que motorice la motivación de
las amas de casa para que se organicen en torno al organismo y en los Comités
de Usuarios, en fin que sea un equipo que salga de una especie de anonimato en
el que parece inmerso y no espere que sucedan los hechos para actuar, sino que
más bien se adelante a los acontecimientos.
Aqui hay gente dispuesta a colaborar,
gente a la que nos duele tener que vivir en un estado, en manos de la
contrarevolución que aprovecha al máximo el descontento de la gente para
enfilarlo contra el Proceso.
Por ello pienso que nada de lo que
hagamos para contrarrestar esas estrategias de la derecha, estará de más.
Ojala y Usted lea estas inquietudes, ya
tuve una buena experiencia con el compatriota Dante Rivas, a quien una vez,
recién designado, le escribí con planeamientos que por razones de mi columna me
llegaron sobre el funcionamiento del SAIME, y me fue grato poder recibir, no
sólo respuesta, sino la promesa de medidas que pude comprobar se cumplieron a
cabalidad, sentí mucha satisfacción de informar a mis lectores en mi columna y
recibir de alto funcionario el agradecimiento por mi reconocimiento.
Supongo Sr. Presidente, que Usted algún
día, ojala y fuese pronto, visitará el Táchira, aquí me tiene a sus
completas órdenes para ello le dejo mis teléfonos.
En la esperanza de poder contribuir en
beneficio de los inmensos deseos de nuestro Comandante Presidente, porque la
Revolución se consolide, me suscribo de Usted deseándole el mayor de los
éxitos en sus difíciles funciones y con un abrazo revolucionario.”
Hasta aquí el texto sin respuesta.
Le anexé mis teléfonos en la esperanza de recibir una llamada pero nada, ojala y si lee Aporrea se entere, o alguien que tenga acceso a él le informe, porque nada que se haga para derrotar las mafias que con su agenda especulativa y acaparadora, pretenden minar las bases del este proceso, está de más.
Estoy seguro que en todo el país hay mucha gente dispuesta a colaborar, algo que sería un error despreciar, en una guerra que podríamos perder si no nos valemos de todas las armas con que contamos, incluida la participación voluntaria del pueblo, pero no con simples denuncias sino con actuación directa y organizada a través de comités de usuarios sectoriales que por ejemplo en las ciudades agrupe varias manzanas, en los Minicipios y Parroquia, comités en que las amas de casa han de tener participación y atribuciones de primer orden, en los barrios etc. etc. porque con simples delegaciones, sin recursos, con sedes sin teléfono, carencias de personal y falta de iniciativa, lo que nos espera en este campo en una contundente derrota, que aquí en el Táchira ya estamos sintiendo.
yuviliz40@hotmail.com