Trataremos brevemente la huida cobarde de Eduardo Fernández de no confrontar a los demás candidatos de la oposición a las primarias internas y, lo otro, un editorial, aparecido en la página web de El Nacional con el título: “Presupuesto militar, fusiles a granel”.
Eduardo Fernández, conocido como “el tigre”, hace sopotocientos años que viene repitiendo las sopotocientas pendejadas que siempre dice desde que se refugió en Copey como su guarida política que dentro de sus primeros pasos de tertuliano se fue a la cúspide de la lanza verde de ese partido de la que se aprovechó para crecer al calor de Caldera como un rey del tablero de ajedrez con sus peones tras de él y, no es posible que siendo candidato a luchar por lograr la designación que lo llevaría a discutirle en elecciones nacionales la presidencia al comandante Chávez, haya tirado la toalla de la rendición antes de tiempo y, que se deje derrotar fácilmente por dos mojigatos novatos que lo pusieron a temblar de desaliento y, en vez de embarrarse de emoción y reventarlos con buenas ideas preñadas de consuelo para el país, se fue por el atajo más peculiar con su bandera blanca de alcahueterías sin haberle lanzado siquiera una granada de rivalidad ni un tirito de verdad como en el pasado cuando corriendo de madrugada se fue a Venevisión a respaldar a CAP de la encerrona del teniente coronel Chávez y, desde ese día, se enterró en la retaguardia de su perdición y, por más que ha zapateado sólo le ha quedado tararear permanentemente, la canción de los pollitos: “cuando tienen hambre y cuando tienen frío –los pollitos, dicen-. Ya que el gallinero de su suerte se lo acabó el gavilán del presidente Chávez y por la poca sapiencia quizás, sólo le quede la triste utilidad de “jarrón chino”.
Sobre el editorial: “Presupuesto militar, fusiles a granel” es la pesadilla que tiene Miguel Enrique Otero en su cabeza que con tanta brutalidad desarrolla las ideas perversas que trata en su diario y no lo demuestra que, la mitad de los venezolanos los rojos-rojitos tenemos un fusil Kalashnikov ruso –gringo no ni de vaina porque esos se usan en Libia- para matar a la otra mitad que se supone que es de la oposición y, que acá no existen misiones, ni ministerios, ni ciencia, ni tecnología, ni hospitales, ni educación, ni deportes, ni cultura en que diversificar el presupuesto nacional sino, en gasto militar y ahora más como lo dice con ese tan grande aumento que se le dio a los militares y, eso significa que se “le quitará a los gobiernos andinos, llaneros centrales y orientales, electos por el pueblo, que por lo tanto tendrán menos recursos para satisfacer las necesidades de la población a lo largo y ancho de la geografía nacional. Los gobernadores y alcaldes no podrán financiar las escuelas, dispensarios y obras públicas que demandan en cada caso las comunidades que los eligieron” –vaya preocupación de MEO- cualquiera creerá además, de las mentiras que van implícitas en el párrafo, a él, lo que le interesa son las alcaldía y gobernaciones en manos de la oposición que tengan más dinero para gastar en publicidad y, más ahora que vienen las elecciones generales –a MEO tan sinvergüenza, no tiene un ápice de descaro como digno y parece que no sabe todo lo que hace el Gobierno Nacional en los estados. No habla del pago de policías, pues, esas también tienen armas de guerra.
Según MEO: en su editorial deduce que: “El presupuesto del 2012 se puede resumir en una sola frase en la que se le dice a los venezolanos. “Te voy a comprar un fusil”.-Y nosotros decimos- y, a MEO qué. ¿Qué le gustaría a MEO?
Lo más significante es lo que viene a continuación: “El Gobierno central se quedará con la mayoría de los recursos provenientes de nuestra riqueza principal y los utilizará para lo que venga en gana. Bien sea para financiar la campaña electoral o para, como en años anteriores, regalarlos en el extranjero, dedicarlos a proyectos inútiles (claro MEO son para el pueblo pobre) o desviarlos a cuentas en Suiza, Irán o Libia”. De esto último no tengo ni idea, ¡pero como me gustaría saber quiénes son esos aprovechadores! –Para darles un fusilazo margariteño con mi fusil- y, además no me meto en eso y debe ser algún personero del Gobierno quien le pida a MEO las pruebas y los nombres. Ahí tampoco meto mis manos. Pero quizás puedo preguntar algo: ¿será MEO que alguien del alto Gobierno financió la guerra en Libia o, si mandó a guardar dinero allá –ése se jodió?
Mis conclusiones nada apasionadas, pero sí sinceras es que, MEO con ese editorial: lo que demuestra es que le tiene una tremenda arrechera a los militares sin cuartel de ninguna clase –lo demás es basura del mismo basurero en que se ha convertido ese medio.
Esteban Rojas
estebanrr2008@hotmail.com