Él, el fantasma que camina

“Él ordenó que invadieran”

-“Él ordenó a la gente que invadiera”.

El señor habló como continuando una conversación antes no iniciada. Se incentivó con un titular sesgado de un muy leído diario local, según el cual, propietarios de tierras estarían aterrados por la reciente decisión de la Corte que despenaliza una cierta acción dentro de la actividad agraria que, con exageración, se le ha calificado malamente de invasión y considerado delito.

Si un campesino, trabajador y productor, ha sembrado el terreno que tiene asignado y en su afán utiliza uno vecino, que por años ha estado abandonado, para continuar produciendo, cree el TSJ que a eso no debe calificársele de delito. La decisión tomó en cuenta que hay ahora cientos de campesinos presos, con penas hasta largas, por circunstancias como esa.

Pero buen número de diarios lanzaron la información con títulos como “TSJ despenaliza las invasiones”. Por supuesto, no faltó alguno más atrevido que atribuyó esa decisión al presidente.

A eso se debió que aquel señor humilde, decidiese conversar conmigo sobre el asunto, después de leer el titular arriba indicado. Por su comentario, le respondí con cordialidad, interrogándole:

-¿Quién es él; ese que ordenó invadir?

-Bueno, empezó a responder titubeando, él. Lo leí ayer en ese mismo periódico

-¿Se refiere al presidente? ¿Usted, sin dudarlo, asesorarse, le creyó al diario?

-¡Bueno, si no fuera cierto, no lo dijera el periódico!

-¡Ah! ¿Amigo, usted piensa eso? ¿Pero qué tal si le digo que los periódicos todos, unos más que otros, suelen mentir?

-¿Cómo se sentiría usted que, este periódico, cuando dijo eso que usted leyó, mintió como miente hoy?

-¿Cómo es el asunto entonces? Peguntó mi contertulio.

- Pues vea. Primera mentira, el presidente no ha hablado ahora de ese asunto. Se trata de una decisión de la CSJ, que si me lo permite le explicaré. Pues se relaciona con la segunda mentira.

Le hablé del contenido e intención de la decisión del primer y más alto tribunal de la República; confieso que escuchó con manifiesto interés. Preguntó algunas cosas; le puse un ejemplo; resalté la contradicción entre quien produce y no.

Se despidió tranquilo, agradecido y alarmado de “¡còmo aquellos mienten!”

damas.eligio@gmail.com


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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

 damas.eligio@gmail.com      @elidamas

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