El
palabrerío insustancial que oculta hechos vergonzosos del golpe
“preñado de buenas intenciones” en Abril 2002, olvida que fue tutelado y
prosigue solapadamente apoyado por los mismos factores desesperados de
la derecha pro capitalista salvaje, que día a día brinda espectáculos
irracionales comprometiendo la sagrada función del periodismo
verdaderamente democrático. Para responder a quienes los desenmascaran
diaria y contundentemente, la comunicación social lacaya y mercenaria de
la derecha neoliberal incurre en barrabasadas informativas que más que
vergüenza provocan grima e incluso asco. En menos de setenta y dos horas
medios nacionales y el rebote internacional contrarrevolucionario,
mintieron diciendo que dos escoltas del combativo Mario Silva estaban
presos por motobanquistas… Adornaban su “noticia” con una
foto del conductor del programa La Hojilla como si la responsabilidad
penal por presuntos actos delictivos fuese del analista revolucionario,
peor resultó el invento al comprobarse que los detenidos no eran de
PoliCaracas como lo indicaba la prensa, ni tampoco son escoltas de Mario
Silva. La Hojilla cortó así de raíz el irresponsable ejercicio del
periodismo opositor, evidenciando la inclusión de sus autores en el
terrorismo que no ha perdido la desvergüenza cometida en aquel Abril del
golpe fedecamaro, sindicalero, ejecutado por militares traidores a la
Constitución secuestrando al Presidente y pregonada la acción golpista
por medios de prensa conspirativos que tiraron a la basura la honestidad
democrática de la comunicación social. Al mismo tiempo en´este Abril
2012 alabaron a un sacerdote que permanece en silla de
ruedas a sus 84 años de edad, porque alguien con intención politiquera
le sacó declaraciones al cura octogenario reconcomiado, quien afirmó que
si seguía mandando Hugo Chávez, “nos terminaremos de hundir, porque ese
hombre debe responder a Dios por sus pecados…”. Los desinformadores
oposicionistas ultrosos de la derecha recalcitrante no indagaron que ese
cura de Carora pertenece a una familia de la oligarquía larense, que en
ocasión de la Ley de Tierras en el 2001 debió entregar los groseros
latifundios improductivos, además de ser descubierto por cuantro el
Prelado gozaba de una pensión vitalicia aprobada por gobiernos
socialcristianos. Es la clase de gente que hoy pretende
volver a dominar a nuestro pueblo, sirviéndose de engaños y despreciando
la mayoría que ha escogido el socialismo bolivariano, humano,
inclusivo, revolucionario y verdaderamente cristiano. La respuesta es
simple, pese al periodismo terrorista y su influenciocracia, no
volverán.
luissanchezibarra@hotmail.com