Era de esperarse que los medios escritos nacionales e internacionales hicieran mutis acerca de las violentas agresiones de que fueron objeto periodistas y fotógrafos tanto de medios nacionales, como internacionales, al final de la tarde de ayer, 4 de febrero, en la Plaza Altamira, tal cual lo predijo el Presidente de la República anoche al ser entrevistado por los periodistas a la salida del Palacio de Miraflores, luego de haber recibido la visita del mandatario boliviano, Evo Morales, quien ha venido al país a hacerse presente en los actos conmemorativos del primer aniversario del fallecimiento del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías (Agreden a reporteros de medios nacionales e internacionales en Altamira durante protestas opositoras).
Para nada esos sucesos nos causaeon sorpresa alguna, pues son son el producto de conductas fascistas de una MUD que ya nos ha mostrado otras muchas, tan deleznables como esas, y quizás sí pudieran sorprender a muchos opositores, como efectivamente sucedió en conversaciones que anoche mismo sostuvimos, por vía telefónica, con algunos amigos que adversan al chavismo, los cuales vieron con mucho desagrado que eso haya sucedido, no obstante que al comentarles las declaraciones del Presidente Maduro, quien aseguró estar convencido de que esa noticia no sería divulgada por la prensa escrita y radioeléctrica nacional y extranjera, nos dijeron discrepar del pronóstico presidencial, pues nos agregaron que la ferocidad de lo ocurrido con los profesionales de los medios que sufrieron ese ataque bestial con palos a diestra y siniestra eran reporteros y corresponsales no solamente criollos, sino extranjeros, como los de las agencias AFP, EFE, Reuters, la periodista Dagne Cobo Buschbeck de Meridiano, la española Alicia Hernández, del portal de noticias Zoom News, etcétera, garantizaba, me insistieron en ello, que mañana los medios -por supuesto- sacarán bien destacada esa información. Me alegaron para sustentar aún más su disconformidad con el presagio presidencial, que muy difícilmente, más allá de las diferencias que puedan tener los dueños de los medios con el gobierno chavista, no se podía ocultar un asunto tan grave como ese, pues fue público y notorio que resultaron maltratados y bien feo quienes allí ejercían su tarea periodística, los cuales son personas que cumplen para los medios una función sumamente importante, de manera que es descartable la posibilidad de que allí se pueda optar por la estrategia mediática del silencio informativo. Sólo atiné a responderles, para concluir el conversatorio, que apostaba morocotas a lochas de que Maduro va a acertar en su pronóstico y, hoy vemos que, efectivamente, así sucedió*. No he conversado aún con esos amigos, pero estoy convencido de que estarán pasando un trago bien amargo, pues es gente racional que muy lejos está de apoyar ese tipo de bestialidades.
Pero es que ni siquiera el Colegio Nacional de Periodistas y el Sindicato de los Trabajadores de la Prensa han dicho esta boca es mía, lo cual tampoco nos sorprende para nada, de manera que estamos en presencia de una reiterada conducta asquerosa que produce lo que solemos decir pena ajena, pero nos deja una experiencia bien importante, pues a todas luces demuestra, de modo fehaciente, que, por una vez más, la censura y la dictadura de que tanto hablan los sectores de esta oposición de derecha y guarimbérica que tenemos en nuestro país, no la ha impuesto el rééégimen chavista, sino que la han implantado los mismos dueños de los medios y sus periodistas monigotes tarifados
(*) Revisamos las portadas de medios como el Clarín de Buenos, El Tiempo de Bogotá, El Mercurio de Chile, El Comercio de Ecuador y, por supuesto las del El Nacional y El Unversal de Caracas y allí no encontramos ni una sola palabra en relación a esa bárbara agresión contra los periodistas de parte de quienes en este país supuestamente luchan por la "libertad y contra la opresión" del gobierno castro comunista de Maduro...
