Hay que tener dos cosas claras, Twitter sustituyó a la vieja Globovisión en la nueva asonada  insurreccional de la violencia golpista y también fue plataforma comunicacional de las fuerzas chavistas. Su capacidad de comunicación en tiempo real, sirvió igualmente para la masificación de mentiras y montajes para sembrar odio como también para expresión de las fuerzas leales a Nicolás Maduro y la democracia. Hay una batalla en las calles y también hay una batalla  en la red.

A diario chavistas y opositores usamos la red de Twiter y Facebook, Zello u otras más para conocer lo que sucede. La ética con la que se debe informar quedó pisoteada por las bajas pasiones del odio y la violencia que abonan una guerra civil. Nadie regula la información, al contrario, inmensos laboratorios nacionales e internacionales pagan para que “bombardeen” la red con mensajes, audios o videos ya prefabricados, con incitación a la violencia  o mensajes de intolerancia y odio.

Lo cierto es que los cientos de miles de usuarios de uno u otro bando “creemos” muchas veces estas “verdades” sesgadas y las difundimos. Esto concluye en Twitter como determinante de actos violentos, como detonante, como líder horizontal del descontento, aparentemente espontáneo. Twitter se convierte en una formidable arma de dominación cuando sus usuarios no dudan del mensaje que transmiten en su red, la respuesta es visceral, se cree todo lo que estimule el odio hacia el contrario, por eso debemos intervenir, pidiendo verdad y desenmascarando mentiras.  “Yo te reconozco como opositor y quiero hablar contigo”.

Cuando el Gobierno y la MUD se sientan a dialogar, se hace preciso que este diálogo lo transfiramos a las redes, a Twiter y a Facebook y tratemos de romper allí la polarización.

En equipo hemos tratado de crear un manual para actuar sobre la red. Luego pensamos que bastará solamente la verdad, el corazón y la necesidad de reconocer al otro con respeto e invitarlo al diálogo. Respetar las ideas y debatir con nuestras ideas, de forma amorosa y no llena de odio, entrar a los grupos de opinión de los opositores e invitarlos a los nuestros. Aprender y enseñar a dialogar. Dejar que el odio acumulado baje su caudal y luego tratar de establecer  un diálogo. Es necesario hacerlo. Tú que nos lees, nosotros que escribimos, todas y todos a intervenir en Twitter para dialogar aun sea el refugio de los más radicales, tocar y tocar la puerta hasta poder entrar. Abrir nuestras redes a opiniones siempre que se mantenga el respeto, para que dialoguemos, abrir las redes para dialogar y cerradas al odio visceral, de parte y parte.

Ayer publicamos un aterrador llamado de la ultra derecha a una Guerra a Muerte al Chavismo.

¿Esta guerra a muerte incluye que mis sobrinos, primos o hijos de oposición vengan a asesinarme en casa?

¿Es la propuesta asesinarnos entre familia, entre un mismo pueblo, solo por pensar diferente?

¿Está usted de acuerdo amigo opositor?

¿Mataría a sus familiares chavistas o aceptaría que los asesinaran sus vecinos de oposición?

 ¿La salida es matarnos?

Obviamente hace falta sentarnos a conversar, para detener la amenaza de  terminar matándonos unos a otros. Hay mucho odio sembrado y el odio es alimento para el crimen justificado por las diferencias políticas. Como bien ha citado Mariclen Stelling a Julián Marías, filósofo español, republicano por demás y castigado por el franquismo, quien vivió la guerra civil a los 20 años  escribiera no entender en que momento perdimos el control y comenzamos a matarnos.

Nosotros pensamos que el fomentar el odio irracional y la violencia es una estrategia de ultra derecha para luego pedir una intervención a Estados Unidos o la OTAN.

Ya el odio anida en los corazones de uno y otro bando, hay que actuar, la guerra o la violencia no darán victoria sino a intereses que nada tienen que ver con el amor a Venezuela, tienen que ver con fuerzas ocultas que solo desean las riquezas minerales de nuestro país y a quienes les importa un bledo cuantos debamos morir, de cualquiera de los dos bandos.

Los mensajes supuestamente “sencillos” o “naturales” creados en laboratorios se usan para aumentar la división y el odio. Un aporte recibido desde Brasil lo define perfectamente:

“Yo soy una venezolana que vive en el extranjero (Brasil), es diariamente "desesperante" para mi ver como laboratorios bien organizados de la oposición cuentan con focos específicos en todos los idiomas y como se vienen formando desde hace más de 5 años. La idea principal es los enfoques "globalizados", viscerales y casuales. Es decir, problemas con los que cualquiera se identifique y entienda, que mueva la emoción y los miedos de la clase media desinformada (por naturaleza parece) y en medios donde el lector ó espectador está en una posición vulnerable a recibir cualquier información. Con "posición vulnerable" me refiero más que todo a que, no es lo mismo yo ir a leer algo en El Nacional ó en Dólar Today, siempre vamos a estar con una posición defensiva ante medios reconocibles pero ante un usuario cualquiera en las redes sociales estamos completamente abiertos.” (S. Brasil)

El llamado a todas y todos en la #TROPA es a entrar a las tendencias y mensajes de la oposición diariamente y subir fotos y mensajes de nuestras ideas, no de forma confrontativa sino disuasiva y amorosa, para lograr que se establezcan diálogos, para que se sienta que hay dos posiciones y no solo la de ellos, y para que sientan la disposición a hablar, a reconocernos y escucharnos. El humor es una excelente arma para limar adversidades, a joder sin faltar el respeto y a entablar puentes con compatriotas que deben respetar nuestras ideas como nosotros las suyas, debatir con ideas para unirnos en la diversidad.

Eso debemos hacer en Twiter, en Facebook y también, mucho más importante, en la mesa donde comemos en familia a diario, pues todas las familias chavistas tenemos opositores y toda familia opositora tiene también chavistas.

¡O dialogamos o nos matamos!

¡No a la violencia de la ultra derecha!

¡Cómo nos enseñó Chávez, con la fuerza del amor!!