Señor Aveledo: ¿jura usted -decir la verdad y, solamente la verdad? –
¿lo jura? Con todo el dolor de mi alma, sepa usted que, lo juro y, es
más, lo hago con la señal de la cruz frente a la cámara, para que me
crea que, mi sinceridad se desbordará como un remanso espiritual que
sale a flote casi al final de esta Semana Mayor que, como líder
político que soy, preocupado por la intranquilidad de los venezolanos,
cualquiera su principio y credo, quienes han sidos sometidos por meses
con días a un desequilibrio inoportuno por esos personeros que se
dicen llamar, estudiantes y que, yo dudo que los sean -así como me
oye, señora entrevistadora de CNN.
En vista a su sinceridad espeluznante por demás avasalladora, que nos
conmueve las tripas de la emoción de nuestro refugio periodístico en
este canal, le damos la bienvenida a tan rasante e inquietante
sorpresa de decir las cosas, tal cual, ellas son de acuerdo a su deber
y parsimonia política, siempre sera bienvenido y, por sus respuestas
vamos.
-Díganos, señor Aveledo-, ¿usted es un nuevo chavista? -caramba, me
extraña esa pregunta tan mal intencionada de su parte ¿o, es qué
acaso, se le olvido quién soy? No, no, claro que no, pero como al
principio, se nos puso dudoso. Creímos que había remado hacia la otra
orilla por la paz, quizás por la paz de esta semana que los atrapó.
-Mire señora, lo que pasa es que hace mucho tiempo que andábamos tras
de la verdad y, finalmente nos hemos tropezado con ella y, nos hemos
puesto de acuerdo en la MUD de no jugarle más sucio al país, por lo
que, ellos los estudiantes que se dediquen a estudiar que ese es su
rol como futuros profesionales y líderes y, no de aventureros que se
dejan llevar de la mano por la intolerancia y de la arrogancia de un
líder desfasado como lo es Leopoldo López y su Voluntad Popular que de
voluntad democrática no tiene nada -me entendió ahora, señora.
-Creo que sí, mi estimado Aveledo- y, para que no crea que no lo
entendí y, con la buena intención que es una constante de nuestro
canal, le hago saber y a la vez preguntarle -qué animal raro le pico a
usted y, a qué se debe ese cambio tan repentino de torcerle el rabo
oculto a la mentira e irse por la tangente de la verdad como el que ve
y, no te he visto -ah. -¿O, es qué acaso cambio de lentes?
-Yo, le respondo como dicen, los venezolanos, ni cambio ni me
cambian-, pero sí he de decirle a viva voz, que nosotros hemos hecho,
todos los reclamos posibles en base a la igualdad de estar todos
unidos y oyéndonos con razón o sin ella a ver si le enderezamos el
rumbo al país que sabemos lo tiene perdido, pero ahora resulta que,
ellos también lo han perdido y, están arrimando la candelita a favor
del gobierno y, nos están perjudicando a los nuestros y, eso tiene que
tener un final, porqué sino, hacia dónde vamos pues o, es qué con las
guarimbas se ha ganado algo que, no sea arrasar y destrozar todo lo
que han querido y, más bien le han dado oxígeno al gobierno de Maduro
que nos tiene contra la pared, reforzado además, del repudio nacional
e internacional que ha crecido escandalosamente contra nosotros.
-Lo que no entendemos y, seguimos sin entender porqué, desde un primer
momento usted y la MUD no salieron a dar la cara como lo está haciendo
ahora después de sus dos reuniones y, no le pararon, cansado como
estuvo el presidente Maduro de pedirle reuniones que ustedes se
burlaron con insistencia paranoica y, sino hubiera sido por Unasur
anduvieran perdidos en el espacio de sus diferencias sin justificación
alguna. -¿Ve la cuestión de su implicación demorada, señor Aveledo?
-Le explico lo siguiente a usted mi, apreciada señora- para que se lo
grave y, es que, -los estudiantes tienen que formar su mesa aparte que
será la mesa estudiantil a futuro que nada tiene que ver con la
nuestra, ya que nosotros no somos los padres de esas criaturas y,
fíjese usted, como el líder estudiantil, el tal, Juan Requesens, cobra
por actuar en las marchas y viaja a Nueva York, que no sabemos a qué
fue allá y, además, “ellos mantienen buenas relaciones con la muerte
y, andarán buscando miles de muertos para gozar de dignidad, lo que
nosotros no queremos”.