Siguiendo la tradicional línea injerencista del imperio norteamericano de agredir con mentiras, infamias y calumnias al gobierno revolucionario venezolano, al país y al pueblo todo, el periódico derechista The Washington Post arremete contra el presidente Nicolás Maduro y la política exterior del país, exhortando al presidente del país norteño a intensificar su intromisión. El caso específico se refiere a que el gobierno del señor Obama impida por cualquier medio que Venezuela llegue el próximo año 2015 a formar parte del Consejo de Seguridad de la ONU.
Editorializa el periódico, que expresa la opinión de un sector de la oligarquía norteamericana y de los intereses más oscuros, guerreristas y subversivos de la sociedad burguesa norteamericana, que "La administración Obama podría ayudarse a sí misma y enviar un mensaje al señor (Nicolás) Maduro al reunir los 65 votos necesarios para mantener a Venezuela fuera del Consejo de Seguridad".
Como es sabido nuestro país requiere del respaldo de las dos terceras partes de los miembros de la Asamblea General para pasar integrar como miembro no permanente del importante organismo internacional. Con los votos de los países miembros de la CELAC, del Grupo de los 77 más China, de los integrantes del Movimiento de los Países No Alineados, Venezuela reuniría los votos suficientes para integrarse al alto e importante organismo de la ONU. Precisamente el exhorto del reaccionario y amarillista periódico al gobierno yanqui es que reúna 65 votos para evitar que Venezuela sea elegida miembro.
En su secular injerencismo el The Washington Post recurre a las mentiras más burdas y a la distorsión de hechos para tratar de apuntalar su postura política. Señala que el gobierno de Maduro reprimió violentamente "pacíficas" manifestaciones que produjeron 40 personas muertas, y no que se produjo un subversivo plan golpista para derrocar el gobierno impulsado por nefastos personajes como María Corina Machado, Leopoldo López, Antonio Ledezma, entre otros que montaron las llamadas guarimbas y desplegaron todo un plan de guerra urbana, con amplia participación de paramilitares colombianos dirigidos por el presidente Álvaro Uribe, empeñado en la secesión del occidente de Venezuela (estados Táchira, Mérida, Trujillo y Zulia), proveedor de armamento irregular (guayas degolladoras, bombas molotov, bazoocas, chinas gigantes, etc., etc.). Todo un cuadro de guerra urbana que se tradujo en la muerte ciertamente de 40 ciudadanos, la mayoría producidas por parte de los guarimberos.
La participación indirecta del periódico norteamericano en el proceso golpista contra el gobierno revolucionario se evidencia en sus opiniones al señalar "que el mes pasado aumentaron las posibilidades de que Venezuela, otrora el país más rico de América Latina, sufra una catástrofe económica debido a que Maduro rechazó la recomendación de pragmatistas para imponer medidas de sentido común a fin de controlar la creciente inflación de más del 60 por ciento".
Es decir, para el periódico The Washington Post Maduro ha debido escuchar las voces neoliberales, que el panfleto norteamericano llama "recomendaciones pragmatistas", liberar la economía de controles, suspender el control cambiario, para bajar la inflación. Es decir, el discurso neoliberal del grupo político Fedecamaras. Remata el Post diciendo que por la situación política y económica que se vive en el país, Venezuela "muestra no merecer un asiento en el organismo". Apuntó el diario, en una catastrófica predicción que "el mes pasado aumentaron las posibilidades de que Venezuela, otrora el país más rico de América Latina, sufra una catástrofe económica". Ya no somos el país más rico de Latinoamérica, tener la reserva de petróleo más grande del mundo al parecer se esfumó como riqueza y somos una nación indigente gracias a las políticas económicas chavistas, seguidas por el presidente Maduro. Que 600 mil familias (cerca de 3 millones de personas) pasen a poseer sus viviendas, para el Washington Post no son una riqueza ni un enorme salto de calidad en sus condiciones de vida, eso no existe para la visión oligarca norteamericana.
No escatima el periódico en descalificar, irrespetar la majestad del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Se burla del Presidente e intenta descalificarlo al decir "que el mandatario venezolano, un ex chofer de autobús, "analfabeta en economía", a quién culpó "de la precaria situación del país y atacar la lucha económica librada por la oposición y la iniciativa privada".
Señala el injerencista rotativo la falacia que el nuestro es un gobierno que persigue a los opositores por ser opositores y no por ser terroristas. "Los venezolanos promedio están ya pagando un precio muy alto por la práctica de Maduro de substituir los remedios económicos por persecución política".
Ante ese señalamiento que ignora los verdaderos niveles de represión del gobierno norteamericano contra la población negra, latina y pobre de ese país, el diario pretende crear una matriz de opinión de que el nuestro es un gobierno tiránico, el Presidente, un ex chofer de autobús que no sabe ni papa de economía, que trata a ministros y cuerpo políticos de "secuaces", el editorialista se hace la pregunta, que es una línea hacia el gobierno. "Ahora es, si él (Maduro) y sus secuaces serán responsabilizados por su comportamiento con los poderes exteriores incluyendo a Estados Unidos".
Remata el infeliz editorial, que llama a la persecución de Venezuela, que "de alcanzar Venezuela el lugar en el Consejo de Seguridad lo usaría para abogar por sus aliados Siria, Irán y Cuba". Es decir, Venezuela no puede tener países amigos, aliados y menos defenderlos. Por eso es importante denunciar las infamias del "prestigioso" The Washington Post, cloaca de provocadores caga tintas norteamericanos igual al País, de España, al Clarín, de Chile o al Nazi-onal, de Venezuela. Digamos con nuestro pueblo: "La mentira yanqui no pasará y Venezuela ocupará un escaño en el Consejo de Seguridad de la ONU en el 2015".