"Con todo lo que se puede decir de lo desmoronada o "esfaratada", para decirlo en buen margariteño, la oposición, el gobierno no se puede confiar o dormirse en los laureles, porque podría pasar un mal momento, ante la guerra que tiene planteada la derecha nacional e internacional en contra del proceso revolucionario".
Estas palabras salen rápido de la boca del amigo Pedro Cachamay, a quien fuimos a visitar, y lo encontramos oyendo unos aguinaldos interpretados por Dalmirito Malaver, "La Culebrita de Oriente" y releyendo un libro de Chevige Guayke. Y luego de afirmar lo anterior, señaló, sin darme tiempo a preguntarle sobre lo primero:
"Mira, Malaver, estoy disfrutando de la música margariteña y de este libro que encontré por ahí escondido entre tantos, del amigo Chevige Guayke, que se titula "Paique y otros relatos", que me parece maravilloso y extraordinario, como dice el hermano tuyo. Y hablando de ese escritor juangrieguero, ¿Qué será de la vida de Chevige?
"Debe andar por Barcelona, me supongo. Pero dime, Cachamay, porqué me dijiste lo inicial", le acoté.
"Lo dije, porque si este año que no fue electoral, y esta gente se empeñó en guarimbas, en guerras mediáticas y económicas, sin descansar un día. Imagínate tú cómo será el año que viene; eso debe ser terrible, por tanto debemos estar alerta y contrarrestar toda campaña maliciosa y mal intencionada que siempre tienen a mano, para desconocer los logros de la revolución.
Aquí, amigo Malaver, se plantea que al enemigo ni agua, y por más que lo vea ahí jalándose de las greñas los unos y los otros, hay mucha gente que por el simple hecho de tenerle odio y bastante al pueblo, porque hasta lo respiran, pueden votar por cualquier muñeco que ponga la oposición como candidato a la Asamblea.
Por eso, hay que seguir eso que dijo el Presidente Maduro: Esta revolución no debe dormir como YVKE Mundial, y debe ser así, porque hay que estar despierto, muy despierto".
Dijo Cachamay, y yo me despedí dejándole entretenido con la música y lectura.