Certero está el conocido filósofo y escritor italiano Umberto Eco al decir que, en lo que concierne a las redes sociales, “Internet ha promovido al tonto del pueblo como el portador de la verdad” y es que una simple revisión a las estupideces que se dicen por el twitter, permiten corroborar lo que ha dicho este reflexivo intelectual.

Y sin ir muy lejos, podemos apreciar cada día el volumen no solo de sandeces emitido por la oposición venezolana sino algo peor, como es un entramado de mentiras, sencillas pero de profunda maldad, como aquella famosa que la Derecha estadounidense esparció por el mundo entero y que hablaba de la existencia de armas de destrucción masiva en poder de Irak y que trajo como consecuencia inevitable una verdad dolorosa, como ha sido la destrucción de esa nación.

La Derecha venezolana, por ejemplo, que quiere continuar mintiéndole al país y desea seguir recibiendo financiamiento, utiliza a su vez -una manga como dice Pepe Mujica-, a legiones de idiotas para que mal escriban o repitan las ideas o concepciones erradas de quienes pagan para generar matrices y mal pongan al país.

Y todo lo que dice Umberto Eco es verdad, porque cada minuto apreciamos a parte de la manada de imbéciles que asaltan las redes para mentir, desprestigiar e insultar a las personas. De la “invasión de imbéciles” -como las denomina el filósofo italiano- no sale un pensamiento óptimo, una oración sensata que llame a la reflexión.

Los lectores que puedan -no todos tenemos momentos libres- pueden comenzar a revisar algunos tuiter, especialmente los que tienen intención política, y podrán darse cuenta de que la palabrería hueca es de alta intensidad.
Y como dice el escritor es un drama para Internet.

Ciertamente compartimos esa idea, porque se trata de una carga -no medible por ahora- inútil de estupideces, de esas que en ocasiones los vagos hablan en las esquinas o en las barras de los bares, chismes de mal gusto que no aportan absolutamente algo constructivo.
La Derecha cree que lo está haciendo bien, pero lo que hace es reseñar las ideas de su corriente política en las paredes de un abismo sin fin, de una profundidad desconocida y de hecho, la socióloga Carol Murillo, en un a entrevista para Telesur, a propósito de lo que ocurre en Ecuador, ha dicho que las “Redes sociales se usan para desestabilizar.

En la mayoría de los países de América Latina se han suscitado, en los últimos años, hechos violentos (Venezuela tiene su cifra de víctimas) y desestabilizadores generando una crisis política influenciada por la derecha de cada nación. Las redes sociales, especialmente el Twitter, han jugado un papel importante en estos escenarios, donde actualmente el eje está centrado en Ecuador”.

Citó la profesional que “En la última década, una tendencia de izquierda ha recorrido América Latina y es bastante sorpresivo que en los tres últimos años, en cada uno de estos países, se ha comenzado a generar crisis de oposición política”.
La gente que piensa sabe bien que tales redes son utilizadas -en nuestro país, recién un presunto dirigente político acaba de intentar descalificar a la presidenta del Consejo Nacional Electoral- para hacer campañas de desinformación.

En Venezuela han intentado generar el caos, pero les ha sido imposible, porque los venezolanos cada día fortalecen su conciencia política y no van a dejarse arrastrar por las acciones manipuladoras de los sectores que se oponen a la revolución bolivariana. Y es tal el derretimiento cerebral que ni siquiera son capaces de analizar sobre que tema abordar, cual debe ser exceptuado y así sucesivamente. Imaginen los lectores la poca inteligencia que les queda a algunos, que son capaces de ir en contra de su patria en tópicos relacionados con la soberanía y seguridad y hasta desear que su nación sea intervenida por potencias extranjeras.