Es indudable que el complejo mundo de la información y la comunicación, el ejercicio del periodismo, los periodistas y los comunicadores, los medios de comunicación privados y los medios de comunicación propiedad del Estado requieren, al igual que el sector cultural, un Estado Mayor que analice y profundice en su contenido, su desarrollo, perspectivas y consecuencias no solo en Venezuela sino en la región latinoamericana y caribeña.
El Estado no puede tener medios completamente descuidados, que deben ser repotenciados, desburocratizados, no dependientes de individualidades, con nuevas formas de expresión, una nueva estética de ese importante mundo.
Cuando la comunicación y la información junto a los medios y periodistas y comunicadores están de lleno, metidos en la controversia política, económica y social del mundo, siguiendo el lineamiento de los dueños del gran capital, aplaudiendo a la troika y su desplazamiento en el mundo con su política de endeudamiento de los pueblos y mientras los números -la mayoría en rojo- nos dice el hambre pareja que pasan millones de personas en el mundo y cuando otros millones ven perder sus viviendas y son desalojados y lanzados a las calles y otros millones pueden ser sujetos de una vorágine financiera que les arruine sus vidas (aunque ya ha estado ocurriendo desde hace años), este mundo de la información y comunicación en el que nos movemos no puede seguir siendo visto como hasta ahora.
Requerimos un gran sector pensante que ofrezca soluciones concretas a la revolución; todos los medios deben aflorar ideas, soluciones que permitan enfrentar el desabastecimiento, periodistas del área económica que desvistan la llamada inflación, la especulación, los costos de producción y los precios en la calle, periodistas y comunicadores que asomen posibilidades de éxito frente al delito y que le den vida a unos números, como los de la PNB que ni se preocupan en responder cuando los llaman de noche y que saquen a patrullar a sus oficiales.
En una ocasión escribí acerca de la necesidad de que los ciudadanos pudieran contar con un mínimo de bienestar posible como las calles en buen estado, cero filtraciones de agua, sin huecos, con buenas aceras que les permitiera caminar a las personas, con alcantarillas reparadas con calidad, sin fallas en el servicio eléctrico, un decente transporte público, paradas, buen funcionamiento de los semáforos, actuación honesta de la s funcionarios de seguridad y cumplimiento de las leyes, control de la buhonería, entre otras cosas.
Nadie está pidiendo que le den dinero, ni propiedades, ni autos, ni casas, simplemente un mínimo de bienestar posible y con unos medios de comunicación y periodistas que sean losa intérpretes de los ciudadanos, sin mentir y por eso, es que creo necesario un Estado Mayor para el mundo de la información y comunicación en Venezuela.
