Si mi memoria no me falla, perdonen que suela decir esto con frecuencia, Luis Brito García, José Vicente Rangel y Eleazar Díaz Rangel, por solo nombrar estos, lo que es más que suficiente, forman parte de un organismo de nivel asesor presidencial, creado por el presidente Chávez y luego ratificado por el actual primer magistrado Nicolás Maduro.
No recuerdo como se llama el cuerpo ese creado por Chávez, en un momento tormentoso, con buen acierto, para acudir a él cuando fuese preciso en busca de orientación y asesoría. Fue y es buena la idea porque muchos saben más que uno sólo y si esos muchos son de la calidad, perspicacia y sindéresis de los nombrados, es todavía mejor. Los aztecas incas y muchas otras naciones americanas primigenias, incluyendo las del norte del río Bravo, tenían sus consejos de ancianos, que no es el caso nuestro, porque para aquellos, eran estos – los ancianos – quienes atesoraban experiencia, equilibrio y sabiduría de gran utilidad para los encargados de la jefatura.
Que yo sepa, hasta ahora ese cuerpo, repito que no es consejo de ancianos, sino de ciudadanos con experiencia y sabiduría, con los oídos pegados a la tierra, no ha sido disuelto. Lo que pareciera ser es que como en muchas cosas o circunstancias, en este caso hablamos del GPP y tantos venezolanos que tienen mucho que decir, aquí más que la sordera lo que se ha impuesto es el deseo de no escuchar.
Pero esta predisposición, para no pecar de injustos, pareciera que se ha insertado en el alma nacional; cada quien, hasta las personas más cercanas a uno, y uno mismo, para no dárnosla de ajeno a ella, está atrincherado en sus verdades. De ellas no nos saca nadie y lo que es peor, pareciera que estuviéramos decididos a que no nos saquen, sin importar que vayamos por mal camino.
Para dar una muestra que en esto metemos a todo el mundo, "montescos y capuletos", es suficiente hacer alusión a la Ley de Amnistía aprobada recientemente en la Asamblea Nacional, donde el disparate es tan grande, que hasta pudieran, eso piensa uno sin ser abogado, estar derogando el Código Penal. Lo bueno de ella, porque no hay mal que por bien no venga, es que como las cárceles quedarían sin presos, habiendo tantos abogados relancinos, creativos y fantasiosos, abundancia de jueces venales – siempre los ha habido - ellas se podrían convertir en escuelas u otras cosas útiles. Mientras en las calles, la población militante del delito de pronto se hace más abundante y competitiva para añadirle más martirio al ciudadano que ansía paz, seguridad, justicia, fin de la impunidad y una vida, aunque sencilla, tranquila.
Hoy domingo, Brito García, después de aquel artículo donde para lamentarse de lo que percibía en Venezuela hizo referencia al hundimiento del Titanic y a un timonel que pedía con angustia órdenes al capitán y puesto de mando sin que que nadie le escuchase y menos respondiese, nos ofrece su trabajo con el título "Color de Hormiga". Como muchos le han leído y quienes no lo harán luego, mencionaré que termina diciendo del drama que ahora vivimos, "Donde hubo un país queda un abismo con bachacos que se devoran unos a otros….".
José Vicente Rangel, otro de los miembros del cuerpo que debería asesorar al presidente, directamente a este, no se cansa de predicar desde los espacios donde ejerce el periodismo, en pro de diversas medidas para salvar al país de una tragedia. Usa con frecuencia, sin que le tiemble el pulso, la palabra diálogo y la hace por lo que percibe; intenta que no vayamos a eso que los que juegan al azar, llaman "las últimas consecuencias", expresión que me agradaba, emocionaba y hasta excitaba en mis años mozos. Pero no sólo eso hace sino que pareciera verse obligado a hacer algunas denuncia públicas que siendo asesor presidencial, estar cerca o tener acceso al presidente, por lo menos el proceder causa extrañeza. Mientras insiste en la necesidad del diálogo uno percibe que es como quien riega una "flor que no retoña".
Hoy domingo, Eleazar Díaz Rangel, quien pareciera lamentarse que las venideras elecciones para gobernadores, que serán en diciembre de este año, resultarán en un fracaso mayor para el gobierno, expone con crudeza y el mismo dolor de Luis Brito en "Color de Hormiga" como, por las razones que sean, el bachaquerismo está hundiendo al país e indisponiendo al venezolano hasta contra la democracia. Ruega, pide solicita con urgencia a las autoridades, mientras los motores arrancan y producen los efectos que de ellos esperan, tomen medidas urgentes contra aquel insecto y sus prácticas corrosivas. En su crítica, dice lo que nosotros hemos dicho en artículo que se puede leer siguiendo el link http://www.aporrea.org/actualidad/a225585.html, refiriéndose a los precios de las mercancías, "ninguno de esos precios son reales, ni los regulados están en armonía con los costos de producción, ni los especulativos tienen algo que ver con la realidad".
Como dije antes, este último también forma parte de aquel órgano para asesorar al presidente. Si esto sucede y sucede porque es un hecho público, me refiero a los reclamos de los tres nombrados, revela que el tal organismo no es convocado o a ellos como al GPP y muchísima gente, de la inmensa multitud de gente buena, abnegada y dispuesta a ayudar, no les escuchan o no les paran allá, en el puesto de mando, donde el capitán está rodeado de su intimidad.
Eso explica por qué la cosa está "Color de hormiga" y los bachacos se están comiendo hasta el piso.