He sido un sempiterno admirador de los Villegas, cuya semilla la sembró Cruz Villegas. Un hombre íntegro. Luchador como el más, por los intereses de los trabajadores y de la gente que fue excluida desde los tiempos de Juan Vicente Gómez. Yo empezaba a moverme dentro del escenario político-militar, cuando él encabezaba las marchas de los trabajadores en cada Primero de mayo. Mientras él rondaba los 36, yo apenas era un muchacho rebelde de 16 años, que visitaba los Talleres de Tribuna Popular. El nació en Cúa, el 3 de mayo (Día de la Cruz de Mayo), en el estado Miranda, en 1917, y yo en Altagracia de Orituco, estado Guárico, en 1937. Me llevaba 20 años. Una vez, le pregunté a un viejo comunista que andaba conmigo de visita a TP: ¿Quién ese señor", y me respondió: "Ese, ese señor, es el Negro, Cruz Villegas. Es un luchador y defensor de los trabajadores desde la época de Gómez. Es un sindicalista arrecho. Siempre lo ha sido, desde que perteneció a la Asociación de Albañiles, en la era gomecista, desde donde combatió a la dictadura, y desde allí inicio su pregonar por las luchas de los trabajadores. Es comunista, y miembro de nuestro Buró". Eso sucedió antes que cayera la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Nunca se me olvidó la imagen de aquel hombre. Luego lo veía encabezando las marchas en los Primeros de Mayo, convocadas por la CUTV.
Pudiera ser que mi memoria me haga una mala jugada, pero eso sucedió con su menos y con su más. Más tarde, con el correr de los años, entre a la Escuela de Comunicación Social de la UCV. Me gradué, y empecé a oír sobre Vladimir Villegas. Y luego, de Mario y de Ernesto. Todos excelentes periodistas. Pero, tú, Vladimir fuiste clase aparte por tu participación en el chavismo, en especial en la era de Chávez, donde jugaste un papel importante. Precisamente, cuando Hugo Chávez pasó por lo que pasó, en el 2002. En ese momento crucial, surgió en la pantalla del canal 8, figura cansada y sudorosa de Vladimir Villegas donde se anunciaba el retorno de la señal, la cual había cortado el gobernador del estado Miranda, Enrique Mendoza. Tu rol fue importante Vladimir, como presidente del Canal 8. Luego, ejercería otros cargos de importancia, hasta que te retiraste del gobierno, y después del PSUV. Tuviste una breve pasantía por un partido de la oposición, pero rápidamente, te desligaste, y comenzaste con tu programa en Globovisión. Tus señales, al inicio, parecían ser la de un periodista, totalmente independiente. Es decir, no dependiente de nada, ni nadie. Paulatinamente, fuiste cambiando. Se notaba en tus editoriales, y, en especial, en tus entrevistas. Empezaste a mostrar la faceta de otro Vladimir.
Los tiempos pasan rápido. Y los hombres cambian con los tiempos. Eso es natural. Es lógico, también. Es así, como Vladimir Villegas, en horas recientes, ha pedido al presidente Nicolás Maduro que retire su convocatoria al poder constituyente, por ser un factor excluyente, a tu parecer. "No es un aporte para la paz", dijiste, enfaticamente. Vladimir: la Constituyente convocada por Maduro, es, en primer lugar, legal. Totalmente legal, y apegada a la letra de la Constitución. En segundo lugar, no es excluyente, ya que quien preside la Comisión Organizadora, el constituyentista, Elías Jaua Milano, está convocando a todo el mundo. Óigase bien a todo el mundo. Sin excepción. Y en tercer, lugar, es propiciadora del diálogo. Es el mejor escenario para dialogar. Ese diálogo que tú, en múltiples ocasiones, has asumido, como única forma, de entendernos los venezolanos. Una cosa es excluir a propósito (este no es el caso), y otra, es que aquellos sectores que buscan tumbar a Maduro, se auto excluyan. Son dos cosas diferentes.
Me duele mucho tu posición, exactamente cuando tu padre, este tres de mayo pasado, hubiese cumplido 100 años de vida fructífera. Entregado siempre a la lucha por las reivindicaciones los trabajadores de su país… En fin, diálogo, diálogo y más diálogo. Paz, paz, y más paz.