Chávez: Guerrillero Mediático

En los años sesenta del siglo pasado la guerra de guerrilla se libraba en las montañas y en las grandes urbes, en especial en las zonas donde viven los que sobreviven. Llegaban a los oídos del pueblo las historias que hablaban de las grandes hazañas de guerrilleros y guerrilleras, de las habilidades que tenían para atacar y huir del Gobierno sin ser capturados. Incluso, la población les atribuía capacidades extrahumanas. Se crearon muchas leyendas en trono a guerrilleros famosos. Se mantienen algunas de estas tradiciones en el caso de los guerrilleros colombianos, del movimiento zapatista en México, de la insurgencia en Irak y de algunos movimiento guerrilleros en Asia. Un caso muy reciente de guerrillero famosos es el de Osama Bin-Laden, quien ha podido escapar de la cacería estadounidense. Un caso de movimiento de guerrillas exitoso es el de Hizbulá (Hizbullah o Hezbollah, Partido de Dios), con su victoria contra Israel en el Líbano. Lo cierto es que quedan pocos movimientos guerrilleros en el mundo y muchos movimientos políticos progresistas de izquierda han abandonado la lucha armada como vía revolucionaria. Por otro lado, se le da muy poca cobertura mediática a los verdaderos movimientos armados de liberación, y cuando aparecen son estigmatizados como grupos terroristas. Es decir, los medios de comunicación de masas, en especial la televisión, son usados como armas en contra y arenas donde se libran luchas simbólicas contra los movimientos revolucionarios armados.

Chávez apareció en la escena política venezolana después de que fuera aplacado el golpe de estado del 4 de febrero de 1992. Su primero aparición fue en la televisión, allí fue donde libró su primera batalla mediática. Le bastaron unos minutos para ponerse en sintonía con amplios sectores de la vida nacional. Militarmente, en la lucha cuerpo a cuerpo librada en las calles de Caracas y Valencia, principalmente, Chávez no tuvo éxito. Los militares “institucionalistas” lograron dominar a los militares “insurrectos” por la fuerza. Pero cometieron un grave error, cambiaron la arena al campo mediático y allí comenzó la larga lista de victorias de Chávez logradas a través de los medios. Una vez fuera de la cárcel, Chávez comenzó su propia guerrilla mediática comunicándose directamente con la gente. Mientras la derecha se entrincheraba en los medios se alejaba del pueblo. Chávez recorría el país con un discurso que buscaba desmontar el poder de los medios y los derrotó en la elecciones de 1998. Una vez en el poder, Chávez arrecia la lucha mediática, esta vez usando sus propios recursos primero la radio y luego la televisión. El programa “Aló Presidente” fue el bastión desde donde se comenzó a librar la más feroz batalla mediática que conozca la historia. Los canales de televisión controlados por la derecha arreciaron sus ataques mediáticos, incluso surgió el programa “Aló Ciudadano” para la lucha frontal mediática contra Chávez y su proyecto político. El 11 de abril del 2002. la oposición lanzó una ofensiva en dos frentes. Por un lado movilizaron a miles de personas hacia Miraflores con el objetivo de apoyar la toma militar del lugar y la captura del Presidente. Por el otro lado, se apoyaron en las televisoras para la parte mediática de la batalla. Cuando el Presidente Chávez, en una cadena, trató de llamar a la calma a los manifestantes las pantallas de televisión se partieron en dos. A una lado mostraban al Presidente hablando y del otro a la multitud que violentamente se abría paso hacia Miraflores , mientras los simpatizantes del Gobierno resistían ataques de francotiradores y otros agentes armados. Algunos de estos atacaban tanto a los opositores como a los chavistas. Las fuerzas opositoras lograron imponerse, capturaron al Presidente e impusieron una dictadura. El gran golpe fue mediático, apareció el General Lucas Rincón contándole al país que el Alto Mando Militar le había pedido la renuncia al Presidente, “La cual aceptó”. En los medios se celebró el festín de la derecha, todos los líderes de la oposición dieron rienda suelta a sus emociones, se destaparon, no ocultaron sus intenciones. Mientras tanto el pueblo estaba en las calles, apoyándose en medios alternativos de comunicación, en búsqueda de su Presidente. La Fuerza Armada rescató a Chávez apoyado en la masiva presencia del pueblo en la calle.

El regreso de Chávez a Miraflores si fue televisado. Todos vimos el helicóptero que traía al Presidente llegar a salvo, pocos minutos después Chávez se dirigiría a la Nación con un impactante discurso. Todos los medios registraron la intervención del Presidente, en especial en aquel momento que mostraba un Cristo entre sus manos. La tranquilidad duró poco. Unos cuantos meses después se inició el paro sabotaje. En este nuevo intento de derrotar a Chávez los medios pasaron a jugar un papel más preponderante. La televisión principalmente se convirtió en la arena donde se libraron importantes batallas. El caso del ex Pilín León lo recordamos todos. En este nuevo capítulo de la lucha de la oposición contra Chávez y de la resistencia popular, la guerrilla mediática fue decisiva. Chávez logró usar las herramientas de la derecha a su favor. El dominio del Presidente de las técnicas comunicacionales fue decisivo. Chávez surgió como un guerrillero mediático, aunque suene contradictorio. Porque aunque era el jefe del Estado, Chávez no controla los medios de comunicación impresos y audiovisuales.

Las batallas más importantes libradas entre el chavismo y la oposición han tenido un componente mediático decisivo. Chávez ha logrado apropiarse de las armas y medios de la oposición para usarlos contra ésta, y hasta ahora ha sido exitoso. Las nuevas batallas, manifestaciones de la lucha de clases, se han librado en la arena de los medios de comunicación. Chávez es un guerrillero mediático, él ha logrado entender el valor de los medios, ha podido desacreditar a los medios opositores al punto que le hacen poco daño. Sin embargo, Chávez es un guerrillero mediático solitario, sin guerrilla. Si Chávez no se comunica directamente con el pueblo, el mensaje no llega. En los círculos cercanos al Presidente no hay quien maneje los medios como él. Eso es un problema porque la lucha continúa. Vendrán nuevas batallas y nuevos episodios de escaramuzas mediáticas. Es necesaria la formación política de los altos funcionarios del Gobierno y de los dirigentes de los partidos que apoyan a Chávez, que los prepare para las nuevas batallas, en especial a sus capítulos mediáticos. Un guerrillero solo no hace guerrilla.

julio_mosquera@hotmail.com


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Julio Mosquera


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