No extraña que “Globoterror” desestime el crespón negro de luto activo con que hace aspavientos para tratar de tapar sus fechorías, precisamente cuando muere uno de sus adalides principales, el cardenal Castillo Lara.
Para Ravel, ya el referido Cardenal no sirve para sus planes conspirativos contra el gobierno del pueblo venezolano y, en ese espejo deben mirarse sus vasallos.
En cambio, el pueblo católico y humilde, anda por ahí como en oración, como en luto pasivo, y es que ese pueblo SI sabe perdonar a quienes lo ofenden porque- a decir de Chávez- la voz del pueblo es la voz de Dios.
Inclusive, un impenitente hereje al que conozco más que nadie en particular, sacude la cabezota de burro y muestra su gran respeto por la muerte del Cardenal y expresa su deseo de que él, descanse en paz.
Todos los jerarcas religiosos son “artistas” fingiendo piedad. Los de la iglesia católica en especial, son históricamente antirreformistas, la sombra de Martín Lutero no los ha dejado dormir en paz durante siglos, a tal extremo que la muerte del Cardenal ha pasado un poco de bajo perfil con respecto a las acostumbradas pompas eclesiales, porque esa gente anda muy ocupada en la conspiración contra la Reforma Constitucional de Venezuela.
En mala hora- en hora de reforma- ha muerto el antireformista Castillo Lara. ¿Obra de Dios?-
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