T E L E S U R
Si lo que el periodista argentino Andrés Sat-lari, denuncia en su artículo: “El ministro Izarra me mandó a callar”, es cierto, lo que provoca es sentarse a llorar y ver como el enemigo se apodera de nuestros espacios. No es posible que esas cosas estén sucediendo en nuestra Revolución, no es posible que repitamos los mismos errores que contribuyeron a la debacle del puntofijismo con todas sus implicaciones que hemos heredado y que después de casi 10 años de Proceso, aun estamos padeciendo.
Revolución es cambio y esos cambios se traducen en evitar precisamente los que este profesional del periodismo denuncia con tristeza, expresando un clamor porque la cosas cambien.
No es posible que si nuestra constitución, que para nosotros ha de ser principios y normas de conducta, le coloca a esta Revolución la impronta de la participación, sigamos haciendo las cosas unilateralmente, sin consultar y aprovechar lo que puede resultar de una diversidad de opiniones a fin de poder contrarrestar lo que en estos momentos representa una terrible amenaza por parte del imperio y de sus lacayos de aquí, a través de una campaña despiadada por los medios de comunicación y para cuyo enfrentamiento TELESUR debe jugar un papel de primera línea; si como se desprende de lo expuesto por el periodista está sucediendo, vamos por muy mal camino, le puede suceder al canal como a la madera invadida por la polilla, poco a poco se irá destruyendo desde dentro y cuán doloroso sería para la Revolución y sobre todo para su líder que fue quien parió la idea que todos celebramos con alborozo,.
Ojala que el Ministro Izarra de quien por lo que he podido oír, leer y conversar se tiene buen concepto de él, lea el articulo de este periodista, y lea esta humilde reflexión que hago solo con el animo de contribuir a evitar que caigamos en errores que podemos lamentar, sobre todo cuando tenemos en puerta una batalla que no podemos perder.-
A PROPOSITO DEL ARTICULO DE LA COMPATRIOTA MIRIAM PARDO;
Leí con mucho interés el articulo de la compatriota Miriam Pardo, estoy de acuerdo con ella en que la inconveniente práctica de lanzar a los cuatro vientos acusaciones en muchos casos infundadas, hace mucho daño al proceso y son puntos a favor de esa derecha a la que ella se refiere, supongo que la compatriota no quiere decir con ello que hay que hacer como el gato, tapar y evitar que hieda. En lo que si no estaría de acuerdo sería en hacer como en la cuarta en donde era muy común el “pónganme donde “haiga”” o “dejar robar para que no digan que yo robo”. La corrupción hay que perseguirla a muerte, sin cuartel, pero hay que saber hacerlo a través de procedimientos que no le den armas al enemigo, porque de otra manera sería igual que lo que en una noche obscura en medio de una guerra se enciende un cigarrillo, lo que viene es una andanada de plomo contra el supuesto objetivo y eso hay que evitarlo; se puede denunciar, se pueden presentar pruebas, en computadora o a mano. o como sea pero siempre teniendo en cuenta que los trapos sucios hay que lavarlos en casa, para ello ya arrancó con pie firme una organización política que nos agrupa y que si quiere sobrevivir debe implementar de inmediato canales expeditos para recibir las denuncias, canalizarlas, investigarlas y garantizar que a los culpables se les castigue de manera ejemplarizante y una vez se compruebe la culpabilidad entonces sí, se presente al culpable ante el pueblo a fin de que ello sirva de contención a los que pretendan imitarlo.
Ya tenemos malas experiencias que lo que han hecho es crear distorsiones e interpretaciones inconvenientes, anuncios de expulsión, un toma y dame entre dirigentes, que ningún favor le hacen a la Revolución y menos si para lanzar los dardos le prestamos la cancha al enemigo quien raudo y veloz da todas las facilidades y se aprovecha en detalle y con abuso, para acercar la braza a su fogón.
Entonces concluyo, hagamos contraloría social, recabemos pruebas, denunciemos, exijamos resultados, pero sepásmolo hacer de tal manera que no le demos armas ni ventaja al enemigo.-
OTRA OPINION:
Hoy como que he decidido, después de leer a algunos de mis compañeros de página en el espacio de opinión, comentar como ya lo hice en el primer aparte de estas “pildoritas”. Ahora me refiero al artículo del compatriota OLIVER RIVAS, con el cual coincido de la primera a la última letra. Su título:”Se busca un movimiento estudiantil Revolucionario” es más que expresivo y toca una carencia actual de la revolución, a pesar de que tenemos con qué y con quiénes, no olvidemos a figuras que saltaron a la palestra política juvenil con una contundencia que todos celebramos, pero que pareciera que se han quedado allí como aquel boxeador que ganó una pelea por nocaut y ya da todo por hecho, no entrena más y vive de su efímera gloria, Es inconcebible por ejemplo que a estas alturas, no exista en cada municipio y en cada institución educativa un equipo que sea responsable de la acción revolucionaria, no es posible que ante la arremetida de una minoría contra la eliminación de las pruebas internas excluyentes e ilegales, los futuros bachilleres no hayan sido visitados en sus aulas o llamados a asambleas en sus sitios de estudios, o fuera de ellos si se encuentra oposición de los directores, para informarles las bondades de la medida gubernamental que les garantiza a todos el cupo universitario, que es falso que sea el gobierno quien decide qué debe estudiar o no cada bachiller, y hacerles ver la necesidad de defender esta conquista; es decir una cruzada organizada y contundente contra las mentiras que los disociados de siempre están lanzando contra una decisión que lo que hace es darle la oportunidad a todos y evitar la continuidad de prácticas perversas de exclusión por parte de las rémoras que quedan en algunas de nuestras universidades.-
Debe la revolución sin dejar pasar un minuto más organizar acciones de calle en apoyo a las medidas y en contra de las falacias que han echado a rodas los disociados por los medios de la derecha, que exijan una prueba sí, pero vocacional que mida las inclinaciones de cada quien para tal o cual carrera, y que deje bien claro que este logro prácticamente institucionaliza la inclusión de todos, no se puede negociar. En la calle y donde sea, más que dejar en evidencia a los detractores hay que pedir que los rectores alzados sean sancionados para que al fin se sepa que aquí hay gobierno y un movimiento estudiantil dispuesto a defender sus conquistas.
Preguntémonos nada más: ¿Qué harían los rectores escuálidos y “los manitas blancas” con 60 mil estudiantes de la Misión Rivas. más los miles de los liceos bolivarianos, la Misión Sucre. La UVB, la UNEFA, la Universidad del Deporte etc., e incluso padres de los innumerables bachilleres que viven el drama de no saber cómo encontrar un cupo universitario en la calle, exigiendo que se active sin más dilación la decisión que ya no es del Ministerio de Educación Superior sino del Consejo Nacional de Universidades y por lo tanto de obligatorio cumplimiento, y que se aproveche la movilización para exigir ante el Tribunal Supremo, no que decida quien tiene la razón, sino que se sancione penalmente por desacato a estos rectores que le están dado la espalda a la inmensa mayoría de quienes aspiran, primero lograr un cupo y después una profesión?.Hay que, de inmediato promover una declaratoria de persona “non grata” de todos los rectores que se oponen especialmente del de la Simón Bolívar, ese que parece más gringo que criollo y que teniendo la Universidad, que no es de él sino publica y por lo tanto dependiente administrativamente del Estado, desocupada por las tardes, se niega a dar cupo al pueblo. Todo ello sin mucho esfuerzo, es fácil de lograr, si tenemos un Movimiento Estudiantil que dirija y promueva las acciones y no desaproveche esta oportunidad que nos brinda la Revolución no solo para defender e imponer la razón sino para consolidar un gran equipo nacional, estadal, local y en cada institución educativa, que haga a la fuerza estudiantil invencible ante los retos que seguramente se nos van a presentar en el futuro.-
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