Como si se tratara de una discusión de la Familia Real en plena Corte Imperial, un par de periodistas habría comentado con un grupo de amigos, que “primero muertos antes de que personas de los medios alternativos entrasen al colegio de periodistas”.
Ciertamente el comentario cayó en la reunión del grupo de opinión Periodismo Necesario, en el Celarg, como un peo lacrimógeno, variante del famoso peo líquido, del mismo que algunos sujetos desadaptados lanzaban en las plazas públicas en los días de carnaval. Y ello fue así, porque la mayoría de quienes nos encontrábamos abrimos los ojos de modo desorbitado porque no creíamos el comentario que nos estaban ofreciendo.
¡Coño! ¿Es que esos colegas son de sangre real?, dijo uno de los presentes en la reunión.
Viendo las cosas con el sentido común necesario, parece fuera de orden que esos colegas de la comunicación social estén viendo a quienes hacen periodismo alternativo, como si fuesen pupilos de Condoleza Rice o contratistas con experiencia en Irak. O es que acaso se les olvida, que fue por los que hacen periodismo alternativo que el país y el mundo se enteraron del golpe de estado lanzado por los facinerosos.
Mis pequeña diferencia con algunos que ejercen el periodismo alternativo tiene otro tenor, como es el de la calidad y hacia allá hay todo un camino por el que podemos marchar juntos y hacerlo crecer de modo óptimo. Hasta allí la cuestión. Bastantes horas pasó el colega Cecilio Pérez clavado al computador orientando a quienes iban por asesoramiento a la Dirección General de Información del Conac, hoy en proceso de liquidación.
¿Por qué esa bronca? Que tengamos memoria, en las reuniones del grupo Periodismo Necesario no se ha discutido el ingreso al colegio de periodistas de quienes hacen periodismo alternativo. De lo que se ha conversado, y particularmente quien escribe lo ha expresado, es que hablamos de discutir profundamente todo lo relativo al ejercicio del periodismo y la comunicación. Incluso, he planteado que la comunicación es algo demasiado serio para que seamos los únicos que tengamos la palabra en la materia.
Debo decir que expuse ejemplos claros que son una realidad, como el caso de los distintos profesionales del diseño, de la edición audiovisual y de los fotógrafos, provenientes de distintos niveles académicos cuando han existido. He dicho con claridad que requerimos un gremio amplio, donde estemos todos pero cada quien con sus especificidades y en ese amplísimo consejo de la comunicación, por llamarlo de una manera, los periodistas ocupan un lugar, con su colegio, así como otros tendrán sus niveles, incluyendo, como es de esperarse, la presencia en el mismo de representantes de los consumidores de la información.
Reformar la ley del ejercicio del periodismo es una necesidad. No puede seguir existiendo una estructura cerrada, integrada por un grupo donde se discuten políticas y se plantean cosas relacionadas con la gente pero que no es participativo, cuando la Constitución Bolivariana de Venezuela es incluyente y participativa.
PD: Por cierto, el grupo de opinión Periodismo Necesario ha estado invitando a quienes hacen periodismo alternativo (que no han ido a las reuniones) a que los acompañen en la discusión y los mismo con los usuarios (asisten muy poco), que al fin y al cabo, son los que reciben el mensaje de los comunicadores, licenciados o alternativos.
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