A estas alturas estoy ligeramente confundido. Resulta que Mario Silva, actual candidato a la gobernación del Estado Carabobo, en vez de estar en campaña electoral buscando votos en Valencia y en las poblaciones circunvecinas, se ocupa de revelar conspiraciones contra el presidente Chávez.
Así pues, en el programa La Hojilla transmitido el pasado miércoles, a golpe de medianoche el comentarista de marras transmitió las grabaciones de lo que se presume sean conversaciones telefónicas entre varios militares, activos y retirados, todos ellos confabulados para dar un golpe de Estado en Venezuela.
De la manera más cándida yo creí que las grabaciones en cuestión habrían sido proporcionadas a Mario Silva por funcionarios de los organismos de seguridad del Estado, para que este procediera a divulgarlas, delatando así la conspiración en ciernes. Sin embargo tal parece que el ministro de la Defensa y otros personajes del alto gobierno no estaban al tanto de los detalles anunciados en el programa La Hojilla.
Como les digo, estoy confundido: yo pensaba que era el gobierno el que "dateaba" a Mario Silva y no al revés, lo cual, en este caso al menos, constituyó una metida de pata ya que los implicados, al saberse descubiertos, se dieron a la fuga sin esperar que amaneciera y según se informa fueron a tener a Bonaire en un vuelo privado.
Esta situación me ha hecho cavilar profundamente sobre los graves acontecimientos que estamos viendo "en pleno desarrollo", como suele decir el veterano Walter Martínez. En caso de ser cierto que el productor de La Hojilla obtuviera las grabaciones mediante mecanismos de "inteligencia social", se está cometiendo un derroche al candidatearlo para la gobernación de Carabobo, ya que la república se arriesga a perder un experto en obtener documentos y otros testimonios altamente confidenciales y delicados.
Es como si a la abogada Eva Golinger, también asidua visitante de La Hojilla, la postularan para un cargo de elección, el cual, por importante que fuera, le impediría seguir desarrollando el excelente trabajo que lleva a cabo curucuteando los documentos desclasificados por el Departamento de Estado y otras autoridades gringas.
Si resulta ser cierto que Mario Silva tiene fuentes de información fuera del gobierno, lo que se impone de inmediato es que la Disip, la DIM y otros organismos, designen agentes fijos que permanezcan en el estudio de La Hojilla y graben todo cuanto ahí se diga para evitar que les den un "tubazo", que, en este caso, sería más real que periodístico.
También podría suceder que el Presidente Chávez se decida a nombrar a Mario Silva director de la Disip y al jefe del organismo policial lo postule por Carabobo o lo ponga a dirigir el programa de televisión.
La verdad es que estas cosas me producen algo de angustia e ignoro a ciencia cierta qué pueda resultar más beneficioso para el país. Por el momento no estoy tranquilo pero al menos me entra un fresco al saber que tenemos unos bombarderos rusos de último modelo estacionados en la Base Aérea de Palo Negro y además estamos a la espera de un barco de guerra de la misma nacionalidad propulsado por combustible nuclear.
La vaina estriba en saber si cuando se retiren no se nos meterá la IV Flota como río en conuco.
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