Últimas Noticias es el único periódico privado de amplia cobertura que leemos quienes apoyamos el proceso de cambios que lidera el Presidente Hugo Chávez, porque sólo en él (sin desconocer que Panorama lo hace en escala regional), se publican algunas informaciones vinculadas con la acción gubernamental y porque alterna a los columnistas y articulistas resentidos de la derecha, con un calificado y respetable grupo de opinión crítica formulada desde la izquierda. Difundir noticias sobre logros de la gestión de gobierno o inclusive de planteamientos alternos y constructivos sobre la misma, son ámbitos vetados en otros diarios como El Universal y El Nacional, cuyos dueños estimulan la presencia permanente de voceros de oposición en sus páginas, mientras la línea editorial privilegia la exclusiva difusión sistemática y cotidiana de los aspectos negativos. Curiosamente, tales medios sí aceptan con generosa resignación, una copiosa publicidad oficial pagada.
En el marco de polarización política que persiste en el país, UN encontró el nicho de un supuesto equilibrio que le ha permitido incrementar notablemente su circulación, con una creciente venta de espacios publicitarios tanto privados como oficiales, que reducen prácticamente la parte informativa a las páginas pares. Sin embargo, es evidente que tal “equilibrio” se nota cada vez más desviado hacia la derecha, cuando se comparan tanto el espacio como la calidad del tratamiento frente a informaciones con una u otra procedencia. No es el objetivo de esta nota hacer algún análisis de contenidos de UN, que sin duda demostraría la percepción planteada, sino ilustrar el hecho con algunos ejemplos. En su edición del 10-01-09, un titular de primera página reza que “Israel y Hamas no le paran a la ONU”, como si en efecto se tratara de dos fuerzas comparables, cuando en el desarrollo del texto de AFP/EFE, en los dos primeros párrafos de la página 46, no sólo se destaca el desplante de Israel ante la propuesta de la ONU, anunciada el día anterior con la prepotencia que caracteriza a los fascistas (“ninguna resolución nos dirá cuando poner fin a las operaciones”), sino que se informa sobre al menos 800 palestinos muertos incluyendo 230 niños, mientras que “los 30 cohetes lanzados por los palestinos produjeron un herido”. Es decir que con un titular que no corresponde al contenido, UN se coloca ridículamente a la derecha de las agencias internacionales que le nutren, lo cual ya es decir bastante.
Hace pocas semanas y en alusión a la toma de posesión por parte del nuevo gobernador de Táchira, acto que marcó el retorno triunfal de los cabilleros adecos en ese estado fronterizo, el planteamiento de UN fue claramente favorable a la barbarie, al disimular la agresión a los chavistas, en la única transmisión de mando que contó con la asistencia del gobernador saliente. Cuando se trata de informar sobre las actividades de los estudiantes, UN siempre generaliza, como en su edición del 19-12-08, donde una nota de la página 18 titulada “Sector universitario no le parará a vacaciones”, informa sobre las acciones de Goicochea y su grupo contra la propuesta de enmienda constitucional, como si en efecto todos los estudiantes y trabajadores universitarios fueran exclusivamente opositores. Tal generalización se hace sólo cuando se trata de los estudiantes de derecha, ya que cuando las reseñas aluden a grupos estudiantiles chavistas sí se los especifica como “oficialistas”.
La existencia de un periódico serio, de circulación nacional, objetivo en el trato de la información; que sea crítico y autocrítico; que mantenga una visión constructiva frente a los cambios sociales que buscan progreso con equidad, emancipación y reafirmación de identidad tanto en Venezuela como en otros países de América Latina; que sea abierto a las comunidades y respetuoso de los lectores, sigue siendo una necesidad elemental e impostergable. ¿Acaso no hay un grupo de periodistas avanzados y mecanismos organizativos y financieros que permitan enfrentarla?
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