Existe la “visión” que si tenemos una jauría mediática “open”(abierta), es mejor para el Gobierno Bolivariano, porque así en el “plano” internacional, nos verán como una “democracia” que permite la “disidencia” y opiniones contrarias al réegimen. Esta es una opinión contrarrevolucionaria y muy corrosiva.
Para arrancar debemos decir que la palabra “media”, pretende involucrar el concepto de medio, canal, vía de expresión, como una forma de presentar el bojote, eludiendo el compromiso y la manipulación de la información. En realidad ya no existe la “media”, sino el partido ideológico de la clase dominante hecho medio. Se ha transformado en un partido político con micrófono y poder para difundir las ideas de sus dueños.
Existen estados como Italia, en donde el poder político (Berlusconi), está mezclado y aliado en intereses comunes de dominación. Allí manda la derecha neo fascista ayudada por los medios.
Igual podríamos decir que existe, con un poco más recato en Los Estados Unidos, en donde se anteponen todavía algunos orgullos profesionales sesudo independientes. En el fondo, no solamente “FOX”, está al servicio de la idea imperial, sino casi todo el paquete mediático. La crítica y el descontento, en USA es un asunto de “Underground Media” (Medios Subterráneos). Sin embargo, existen “límites”, aceptados, los cuales casi nunca son superados, es decir, a nadie se le ocurre decirle homosexual al Presidente o prostituta a la Primera Dama. A nadie y esto es en casi todo el mundo, se le ocurre vincular personalmente el “asunto de la inseguridad” con la figura presidencial. Si hay crímenes en Manhatan o en Chicago y Washington, esto es asunto de los “Mayors”(Alcaldes o Gobernadores), pero a nadie se le ocurriría culpar a Obama o la Reina de Inglaterra, por los crímenes callejeros en sus ciudades.
Incluso, la llamada “Crisis del Milenio”, raramente algún crítico la vincula con el oscuro presidente de la Casa Blanca. La solución a la crisis, si son de su responsabilidad, e incluso los errores en dicha solución, pero nunca le darían paternidad en su origen. Incluso Bush, quien realmente tiene responsabilidad, por sus obvios errores económicos y políticos, es tibiamente señalado por la media.
En otros países del mundo, fácilmente se puede ir preso o aún se puede perder la vida, por bocón, embustero o por decir la verdad. La represión o la contención a los medios, es natural y visible.
En Israel, donde los medios son del “establishment”, nunca vamos a ver excesos o críticas a la cúpula sionista de derecha, que gobierna al país.
En el cerrado ambiente árabe, “Aljezeera”, es un fenómeno de profesionalismo raro.
En Suramérica, la cosa es pareja, por estos lados la “era medieval” campea y los medios es asunto de ricos, clases dominantes y sus intereses, en contra de los pueblos hambrientos. Punto. Por algo la SIP es el enclave y logia de los medios sacrosantos.
¿Es lícito pensar, que si se apoya al Gobierno es bueno y lo otro es malo?. No siempre.
Depende que clase de Gobierno, se trate. Si es un Gobierno Popular, de inmediato se produce el fenómeno de la polarización mediática. De un lado los defensores de las conquistas de las masas populares y del otro los defensores de la oligarquía en retroceso. Esto es inevitable.
QUE PASA A ORILLAS DEL GUAIRE:
Que le Gobierno, tiene algún IDEOLOGO(S), que se aferra(n) a la idea de “cero contención”, “cero restricción”, “cero intervención”, de “dejar pasar el cadáver de tu enemigo por la puerta de tu casa”, de “caca, con eso”, de “no tienen el poder de arrastrar a nadie”, de “esa es la prueba de nuestra magnanimidad”, y así podríamos llenar lacrimosas páginas de santa justificación.
No nos acercamos, ni en sueños a algunas de las restricciones “normales” que se aplican en USA o Europa. El Gobierno, le tiene miedo o pavor a que se piense que es “autoritario”.
Se bañan en la miel de su indulgencia y aplican la política avestruciana de meter la cabeza en la arena y cerrar los ojos ante la evidencia.
Así como en los días ya lejanos del 11 de abril del 2002, en donde “amanecimos de golpe” y la “revolución no será transmitida”, el influjo de los medios en la opinión de millones de venezolanos es abrumadora. Se trata de un verdadero bombardeo, mañana y noche, por poderosos medios visuales y escritos, que gritan groseramente sus mentiras y algunas medias verdades. Aún un canal “mocho” como RCTV, sirve de caja de comandos y resonancia para una burguesía irreductible, que enlaza voluntades de clientes y dominados, en forma impecable. Allí se reciben recursos del extranjero, se cruzan directrices, se elaboran políticas y sencillamente se señalan blancos militares de cuarta generación para cumplir el objetivo de “tumbar el Gobierno”. Igual en una medida distinta, la gente de Ravel en Globovisión.
Un Estado BOBO, que no lucha a muerte por su supervivencia, tarde o temprano caerá.
Es por ello que en los barrios populares en donde todavía es fervoroso el apoyo a la Revolución, los medios oligárquicos, compiten contra el Barrio Adentro o los Mercales o las mejoras a la calidad de vida. Por la vista, se introducen en las almas, para fomentar la desunión, la duda y el reguero de mentiras y medias verdades. Al final, cientos de miles, caen arrastrados por el “noticiero”, la chica que alaba Guantánamo o la novelita en donde el padrastro viola a la hijastra, con el consentimiento de la mamá o el destierro de nuestra música por el “Changa Sexual” o el “Ballenato Sexy”, martillando con “valores” religiosos semana santeros de iglesias “full” de gente adorando ídolos, presididos por cardenales y obispos, bien pagados por el Presupuesto de la Nación en una santa cabronería insoportable. Todo este bochinche subliminal o no, aderezado con la defensa a los “heroicos policías, injustamente condenados a treinta años, por defender al pueblo”. Y vaya que miles, lo creen.
La vaina no es “que digan lo que quieran, porque el pueblo es sabio y todo eso les resbala”. Pinga!.
¿QUE HACER?
Nadie serio, tiene la voluntad de evaluar la situación verdadera. Nadie nos dice cuales son los riesgos internacionales, si acusamos apegados a la Ley o producimos una reforma de la Ley Resorte, que elimine los abusos. No se trata de ser arbitrarios o autoritarios, se trata que por lo menos, nos ajustemos a los menguados parámetros internacionales de tolerancia. No existe en el mundo el “Síndrome de los Medios Desbocados”. No señor!. Existen, incluso severas restricciones, que evitan el libertinaje en cual vivimos por estos lados del Guaire.
No es posible, que por mucho dolor que tenga la esposa de un acusado de homicidio en corresponsabilidad, llame por un medio televisivo prácticamente a LINCHAR a la juez del caso y hasta le saque sus consanguinidades, parentescos y otras intimidades. No es posible, que un canal, con una concesión del estado, transmita este mensaje y se quede “pata de bola”, sin consecuencias, salvo un raquítico rumor, que una vaina llamada CONATEL, va a “abrir un expediente”. Gran esperanza!...
Cuando mi Presidente, dice que “no le importa que digan lo que sea de él”..yo NO LO ACEPTO, porque Él, no es él. Él es un pueblo, un símbolo, un respeto, una imagen, un ideal, UN CAMINO.
Es por ello que nos morimos de la arrechera que mientan y mientan y mientan, diciendo barbaridades del Presidente y hasta poniendo en duda sus principios viriles, familiares y de honestidad.
Cuando digo que acabemos con este caos mediático, aquelarre de la burguesía traidora, es aplicando “manu militar”, a los violadores de las normas legales.
Cierre o multa bien razonada y respaldada a los violadores, es un clamor nacional. Acusación ante los tribunales de autores intelectuales del golpe de estado de abril del 2002, es una necesidad y un asunto de supervivencia.
Un canal o una radio o un periódico no pueden publicar o difundir lo que sea, sin su debida responsabilidad.
El continuo llamamiento al caos, a la desobediencia de las leyes, a la ridiculización de las instituciones, amparándose en la “libertad de expresión”, deben llegar a su fin.
72 horas de cierre a los infractores y si reinciden, se deben tomar medidas más severas.
Para los indignados: No se trata de callar críticas y “modos de pensar distintos”. Si la crítica es sana y bien documentada, bienvenida. Si por el contrario se sustenta en mentiras y medias verdades, la cosa es politiquería barata. Si los medios y hasta los periodistas, se tornan POLITICOS, entonces deben ser tratados como políticos y no como periodistas. Si se transforman en DELINCUENTES, deben ir presos. Punto!.