Desde la gestión cultural hemos dicho tener el propósito de revolucionar la conciencia. Entre otras acciones habíamos emprendido la creación de un periódico, un medio de comunicación que informara desde la cultura. Un medio que contribuyera a escribir las noticias desde una óptica humanista, radical pero nada panfletaria. Por eso nació, hace más de cinco años, el semanario Todosadentro, del cual fui –como obediente soldado de esta revolución- su director fundador.
Todosadentro dio lugar también a dos productos audiovisuales de igual periodicidad semanal: Tv-Todosadentro (se transmite los sábados a las 8 de la mañana por VTV) y Todosadentro en radio (se transmite por YVKE Mundial, los viernes a las 6 de la tarde).
Más tarde pensaríamos con fuerza en la necesidad de producir contenidos audiovisuales de diversos formatos, de hacerlo en serie y en serio, sin descuidar la calidad, con una propuesta estética de excelente factura y privilegiando el entretenimiento como forma de combate en la lucha por la hegemonía.
Es así como creamos la Fábrica de medios. Para poner en acción la mencionada Fábrica, se construyeron cuatro estudios para la producción de audiovisuales, uno de ellos equipado con cinco sets y concebido para una revista de variedades de la cual se han grabado dos pilotos o productos de prueba.
No contando con señal para la transmisión de contenidos en pantalla televisiva, hemos acordado desarrollar varios productos de entretenimiento en conversaciones con la dirección de TVes, ensayando así una verdadera y necesaria articulación en acciones comunicacionales por parte del gobierno revolucionario y el Estado venezolano en construcción socialista.
Revolucionar la conciencia, cambiar la falsificación de la realidad, la ideología de los dominadores que siembran la ilusión de realidades inexistentes, con el propósito de mantener adormecidos a los explotados y hasta satisfechos con la explotación de la que son víctimas, es el propósito último de una revolución que llega a la radicalidad de transformar la cultura, transformar la manera como producimos los bienes materiales y espirituales bajo el imperativo del capitalismo.
Este es un reto que no puede ni debe dejar de lado la planificación revolucionaria de la gestión cultural por parte del Gobierno Bolivariano. Por ello es importante profundizar en el camino de búsquedas para conseguir que en la batalla de las ideas no se disparen piedras ni consignas vacías que pudieran no conducir a ninguna parte, sino a ser escuchados por nosotros mismos, por los adulantes más cercanos o por los simplistas que han creído que a una estructura ideológica de siglos, la cual ha sido capaz de crear sus propios aparatos hegemónicos, atractivos y lacerantes, se le puede derrumbar por un simple deseo.
El éxito en la lucha por la hegemonía, requiere de contenidos, de conciencia, no de consignas. Y, su éxito revolucionario lo asegura también la perseverancia de clase. Vamos a ver.
Iván Padilla Bravo
siglosocialista@hotmail.com