La oposición todavía sin una propuesta clara ante el país y con un candidato como Henrique Capriles Radonski jugando al escondido dada su incapacidad política, no se debe subestimar entendiendo que si de algo se pueden jactar los enemigos del proceso revolucionario que lidera el presidente Hugo Chávez, es de la impresionante habilidad que tienen para la perversión. Cómo maniobran y manipulan. En ese sentido hay que respetarlos, ¡definitivamente!
Ahora han emprendido una treta en contra de la Gran Misión Vivienda Venezuela, bandera de gestión del Gobierno Bolivariano que tiende a cubrir el déficit habitacional del país. Los opositores simplemente apelan a la vieja práctica de fomentar las invasiones, con el argumento soterrado de que la adjudicación habitacional que hace la revolución es una mentira.
Llegan al dislate de decir que ese llover sin escampar, esa entrega de casas que a diario observamos en los medios de comunicación son una simulación, maquetas de plastilina aumentadas al tamaño natural de las viviendas a través de dispositivos técnicos audiovisuales, para engañar a la población.
Y enseguida salen haciendo de salvadores. En Maracaibo, la alcaldesa Eveling Trejo sorprendió ofreciendo terrenos para la construcción de casas. Nunca, ni siendo Primera Dama cuando Manuel Rosales estuvo en la Alcaldía y luego en la Gobernación, se preocupó por que la gente tuviera techo propio.
Ni siquiera actualmente como alcaldesa, la señora Trejo se ocupa del bienestar de las comunidades más humildes; el problema –para ellos por supuesto- es que estando palo abajo no solamente por la Misión Vivienda, en Amor Mayor, Saber y Trabajo, sino por toda la gestión de Chávez, pretenden sorprender para ganar incautos. Creo más bien, que si la burgomaestre quiere hacer algo bueno por este municipio al que tanto han maltratado en su gobierno, lo que tiene es que votar por Arias Cárdenas a la Gobernación y por Chávez a la Presidencia.
La MUD ya se pronunció en perfecta sintonía con esta treta, en una acción evidentemente de desprestigio que confirma la argucia en contra de esta misión, y dijo en un comunicado: “Las invasiones orquestadas por estas manos criminales, más allá de la dinámica mafiosa que las convoca, tienen una causa clara: ‘el estrepitoso fracaso del gobierno de Hugo Chávez para solucionar el problema de la vivienda. La Misión Vivienda se ha quedado en jingles y propaganda. Miles son los venezolanos que siguen en refugios, presas de la violencia y condiciones deplorables. Muchos son también los que han visto su ilusión tornarse en frustración ante un gobierno inescrupuloso que promete y miente con fines electoreros. No existen las cacareadas viviendas que han prometido al pueblo y por eso el Gobierno da rienda suelta a las invasiones, intentando evadir su responsabilidad y asignarla a otros’”.
Más claro imposible. Asomaron las costuras. Los delató la maldad, de modo, que semejante situación emprendida por esos opositores que juegan de forma descorazonada con las necesidades de las personas más humildes, no puede perderse de vista. La gente debe saber que si por alguna circunstancia la oposición le pone la mano al poder, el pueblo quedaría en la calle como en la IV República. Pienso sin temor a equivocarme, que hasta los despojarían de las casas que les ha dado Chávez.
Todo lo que dicen acerca de preservar las misiones es mentira, obviamente el odio no se los permitiría y por eso tratan de engañar pero, una vez en el poder, no vacilarían en arrasar con Barrio Adentro, es más que evidente el rencor que esta gente le tiene a los médicos cubanos; acabarían con Mercal y Pdval, fíjense que siempre andan a la caza de algún pote vencido o algo así, para emprender la campaña en contra de estos negocios diciendo que los alimentos están en estado de descomposición. Pero nunca dicen que en estos establecimientos se encuentran los productos entre 30 y 40 % más baratos que en los mercados tradicionales.
Acabarían con la esperanza de que la gente tenga una vivienda, de que una viejita o un viejito que nunca haya cotizado al Seguro Social cobre una pensión, que las madres con hijos o hijas menores de 15 años obtengan su asignación, en fin…No dejarían nada levantado sobre esta tierra que haya construido Chávez o, por lo menos, intentarían no dejar nada que huela a revolución.
Pero
¡no volverán!, Chávez se volvió pueblo y el proceso revolucionario
no tiene vuelta atrás.