Prácticamente, nos encontramos frente a una tenebrosa alianza clerical- opositora, donde, un grupo de venezolanos solo se dedican hablar mal del país y, por mera forma cupular con colombianos y estadounidenses para que asuman una represión certera contra la institucionalidad del Estado. Estas personas se constituyen en verdaderos críticos cómplices que amenazan las relaciones de algunas naciones del hemisferio con Venezuela. Parece mentira, hasta algunos funcionarios públicos se siente estimulados por las homilías desde el púlpito eclesiástico, incumpliendo con sus funciones y los deberes que demanda el manejo de recursos provenientes de los habitantes de este país a través de los impuestos que todos pagamos, incluyendo los más pobres. En La Isábelica – Carabobo- el Banco de Venezuela esta inutilizado por la falta de un aire acondicionado y, este cuento de pacotilla lleva más de un mes.
Los curas olvidaron su clara responsabilidad con el pueblo, quién debe ser afectado por la posición confusa de estos personajes. De allí que la mayoría de los ciudadanos buscan la fe en otra sección religiosa, como es la protestante. Aunque, son metas distintas, reflejan el mismo sentimiento, porque, lo primero que hacen en cada invasión es levantar una misión evangélica en terrenos de propiedad privada usurpando la Ley Bíblica.
Estamos en un proyecto de gobierno que tiene un carácter internacional y, solo se necesitan gestores del progreso para luego avanzar en los documentos elaborados por la antigua COPRE y que el ex presidente Rafael Caldera no gestionó frente al Congreso Nacional, me estoy refiriendo a la Reforma del Estado. Los sacerdotes deben orar por la patria y levantar oraciones que nos llenen de buenos augurios y extiendan sus análisis hacia la verdadera definición de una democracia participativa como organizada.
Venezuela, es un país de vivencias que se encuentran expresadas en el fervor de un pueblo hacia la unidad de una movilidad política acertada por los planteamientos alternativos, que, determinan una postura ideológica afianzada en los polos del desarrollo socialista, tal como lo sugirió Mao Tse Tung y nuestro Libertador Simón Bolívar en sus respectivos momentos históricos.
Nos encontramos frente a un programa de gobierno que nos lleva hacia una nueva independencia de carácter económico y ético, pero, es necesario ideologizar a los pobres y ricos con el trabajo voluntario, dar conciencia de libertad ciudadana
Venezuela se encuentra ante una perspectiva económica favorable y concreción de iniciativas que determinan una acción programática que influenciará en la integración latinoamericana. Es el momento de ampliar el mercado t se exige mucha disciplina fiscal para lograr lo deseado por el pueblo. Nadie puede frustrar éste gran plan y necesitamos un funcionario público que honre su trabajo y el mundo clerical dando sermones en una realidad espiritual. Y, los protestantes dejando de invadir terrenos del Estado o propiedad privada.
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