El escenario
actual para la oposición venezolana es crítico, ante la ausencia de
un líder que represente la supuesta unión de los factores contra-revolucionarios,
la inexistencia de un proyecto político para el país diferente a lo
planteado en la cuarta república y la división sectaria dentro del
seno de la MUD, colocan a este sector político contra la pared frente
a un Presidente Chávez que mantiene la confianza de un importante sector
de la población (más del 50% según las encuestas de Datanálisis
y GISXXI).
Sin duda la
oposición nacional presenta su faceta más preocupante desde hace mucho
tiempo, el hecho de que hayan retomado en las últimas elecciones (Gobernaciones,
alcaldías y asamblea nacional) a algunos puestos que de manera aplastante
tenía la izquierda Venezolana solo han vislumbrado una mermada acción
política que plantea retóricamente la negación absoluta de todo cuanto
haga el Gobierno Bolivariano sin una argumentación sólida que permita
contrastar los dos modelos propuestos para el país.
La oposición
no reconoce los logros alcanzados por la revolución Bolivariana, plantean
un maquillaje de las cifras estadísticas, que por cierto son avaladas
por las propias Naciones Unidas y que colocan a Venezuela con un alto
índice de desarrollo humano y con un coeficiente de gini que nos coloca
en una situación que presenta un alto grado de bienestar según la
encuestadora transnacional Gallup, acusan una desmejora en el empleo
cuando hoy en día revisamos cifras que permiten indicar que hemos invertido
la proporción entre el empleo informal y formal, este último representa
en el momento actual la mayoría del sector empleado del país, una
circunstancia muy diferente a la encontrada a finales de los noventa
con el advenimiento de un modelo económico y social neoliberal que
afectó notablemente la calidad de vida del venezolano.
No se ven
por allí los empresarios de FEDECAMARAS otorgando al menos una
vivienda digna a alguno de los tantos afectados por las lluvias en el
territorio nacional, mucho menos al sector salud privado atendiendo
sin ningún costo a las niñas y los niños de los refugios o los que
sufrieron de la AH1N1, no se ven ni se verán porque dentro de la lógica
del capital para acumular la mayor cantidad de ganancia no hay un espacio
para garantizar la vida de nuestros pueblos.
Plantean una
fuga de cerebros insultando la inteligencia de quienes hemos decidido
luchar para construir un país mejor, con el sueño de Bolívar plasmado
en nuestra constitución bajo la frase de justicia social, es el socialismo
el camino a seguir para garantizar aquel concepto de Naciones Unidas
sobre desarrollo sustentable, como la acción de garantizar la satisfacción
de las necesidades de la sociedad actual sin comprometer la vida de
las generaciones futuras.
La oposición
sin ética alguna ni siquiera dentro de su propio seno de una débil
unidad que no es más que una versión quinto-republicana del chiripero
aquel que denotó en un movimiento político llamado convergencia,
hoy se enfrenta ante un sólido proyecto político que responde a los
intereses de los más necesitados; han tenido que argumentar que los
pobres siguen naciendo a un ritmo muy acelerado y eso les preocupa porque
aquellos que fueron excluidos de toda acción política de los gobiernos
precedentes a la Revolución Bolivariana hoy definen con mayor fuerza
el apoyo al Presidente Chávez, que sin duda representa la antítesis
de la vieja cultura política. Nos queda mucho camino por recorrer,
corregir las fallas y profundizar la revolución con cambios altamente
significativos es una tarea impostergable.
"Formémonos una patria a toda costa y todo lo demás será tolerable." Simón Bolívar
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