La señora
burguesa y asalariada de la CIA, Miguel San Martín, preside una ONG
financiada por la CIA, cuyo objetivo fundamental es la de producir desestabilización
en el medio castrense. De ahí su autonombramiento especialista en militarismo.
No hay duda que tras bastidores hay apátridas ex generales y ex coroneles
pitiyanquis, echándole leñas a ese fuego imaginario, cuyas llamas
no queman, porque están fuera de la realidad y del contexto nacional,
de esta pujante Venezuela revolucionaria. No es mi intención atacar
a esta señora por su condición humana, sino por su actitud política.
Ella está atrincherada en una posición politiquera, que por muchos
esfuerzos que haga, no logrará confundir a esa gran parte de la opinión
pública, porque además de saber que esos argumentos son infundados
e inciertos, también esa gran mayoría respeta el tema del militarismo,
y cuando surgen ataques de esa índole, los civiles revolucionarios,
prefieren dejar todo en manos de los militares. Nuestros oficiales por
supuestos, no caerán en el juego de la CIA, que a través de su títere
operadora, instiga para que exploten pronunciamientos internos dentro
de la oficialidad. Un 11 de Abril, más nunca volverá. No obstante,
si surgiese de inmediato tendrá un 13 de abril como respuesta. Porque
cada 11 tendrá su 13.
Dado que no
tiene asidero su constante ataque a la FANB, ahora lo concatena con
un tema populachero, tal vez cree que así la revolución, mermará
su histórico caudal de votos en estas próximas elecciones presidenciales
del 2012. En efecto, el día 27 de agosto publicó
en el Diario El Universal, un alocado artículo, titulado: “
Deterioro y podredumbre” que lleva como subtítulo: “Por donde se
le mire, este "proceso" autocrático y militarista es un estropicio”
Donde hace una pobre comparación sin precedente alguno, comparando
a nuestro Gobierno con un “pedazo de carne podrida” Por cierto,
desde ya pido a toda la red nacional de inteligencia comunitaria, que
se apertrechen más en sus sitios de trabajo, sobre todo en los mercales,
la oposición quiere hacer guarimbas en las colas de la gente que acude
a los mercales a comprar. El mismo pueblo los pone en sus sitios,
me consta que más de una vez, han tratado de crear zozobra en las colas
y la gente los corre del sitio. Sería una ociosidad de mi parte, reproducir
parcialmente algunos conceptos esgrimidos por esta señora con su alocado
artículo. ¡Paso y gano! Hasta la próxima.
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