Todos hacemos falta en este consciente proceso revolucionario, pacífico, que no es de centro-izquierda sino de izquierda, pero profundamente democrático. ¡Ah! Y armado: Porque el pueblo chavista, a la hora de defender nuestra patria, voluntariamente tomará las armas. De eso no tengan la menor duda. Y conjuntamente con la Milicia Bolivariana y en general con la FANB chavistas, antimperialistas y socialistas, asumiremos la vanguardia de la defensa, mientras la coalición internacional socialista, procede a la ofensiva contra el agresor, en defensa de sus intereses invertidos en nuestra patria.
Nuestro proceso revolucionario, está bien blindado, y los consejos comunales, deberían articularse más con los alcaldes del chavismo, para poner en marcha planes audaces en sus localidades. Digo que estamos blindados, porque las actuaciones de los Municipios en el ámbito de sus competencias, se cumplirán incorporando la participación ciudadana al proceso de definición y ejecución de la gestión pública y en el control y evaluación de sus resultados, en forma efectiva, suficiente y oportuna, conforme a la ley. La participación ciudadana es el epicentro de la autonomía municipal. (Art. 168 de nuestra revolucionaria Constitución). Tanto es así, que la omisión de este mandato constitucional, constituye violación y/o menoscabo de los derechos constitucionales, por el grave hecho de cercenar el derecho de Participación Ciudadana, y por tanto, configura en su pleno accionar, la normativa consagrada en el Art. 25 de nuestra Constitución revolucionaria; lo cual, tajantemente es “nulo” y los funcionarios involucrados incurren en responsabilidad penal, civil y administrativa.
Según Dalai Lama: “A través de la paz interior se puede conseguir la paz mundial. Aquí la responsabilidad individual es bastante clara ya que la atmósfera de paz debe ser creada dentro de uno mismo, entonces se podrá crear en la familia y luego en la comunidad.”
¿Cual es la diferencia entre un árbol seco y Capriles Radonski? Que el árbol seco, aportó sus frutos al pueblo. Y Capriles, quiere consumirle los frutos al pueblo, los mismos frutos que ese árbol seco aportó. La diferencia es que el árbol alimentó al pueblo y Capriles, quiere alimentarse del pueblo. ya aportó sus frutos al pueblo. Y Capriles es un parásito que quiere consumir los frutos del pueblo.
Los disociados de Globovision, han llegado a tal extremo de disuasión, que no reconocen ningún esfuerzo del gobierno revolucionario. Esa gente cuando va a los mercales, con sus caras muy lavadas, y dicen que ellos también son venezolanos y tienen derecho de comprar. Asimismo ocurre cuando van a Barrio Adentro, a un CDI, cuando quieren o reciben una vivienda digna, cuando compran electrodomésticos de la línea blanca, cuando están en las colas de ancianos para cobrar becas o pensiones. Por cierto, no son todos. Porque de lo contrario, estaríamos arando en el mar. Ahora bien, yo me pregunto: ¿Disociados o ingratos o malagradecidos?
Hasta la oposición, si fuera seria y honesta, también haría falta en este proceso, para ayudar a mantener el equilibrio político, reconociendo los aciertos y desaciertos de nuestra revolución. Lástima que no lo quieren entender. Está claro que el pueblo no quiere nada con todo aquello que se vincule con el imperio. Y menos si son tramposos. Por culpa de Chávez, el pueblo despertó. Por eso cuando esta oposición, viene a echarnos cuentos de “progreso”, el pueblo de ipso facto recuerda la estrofa del cantautor Alí Primera: “…No te dejes engañar cuando te hablen de progreso. Porque tu te quedas flaco y ellos aumentan de peso…” Discúlpenme el zaperoco literal de este artículo, la intención es meter todo en un mismo saco, conservando aquella sentencia popular, que reza: “juntos pero no revueltos”; es decir, manteniendo el orden interno de las cosas. Hasta la próxima.