En el mundo de las abejas el zángano es un miembro olvidado y con una triste historia de melcochas y toques de trompeta. Aunque se jacta de codearse con la Reina, es de baja jalea porque no tiene padre ni madre y como diría mi amiga Asile Odraude, ese bicho nace por ahí, de la nada, de huevos infecundos. Aunque aparenta ser de una gran familia, la verdad es que siempre anda solo y cuando se le ve acompañado es con otros zánganos de panales sospechosos y abejas de la mafia, conectadas con el gran imperio de aguijón asesino.
Precisamente, cuando los vientos revolucionarios venidos de Sabaneta soplaban fuerte sobre los panales que estaban pegados en un punto fijo (puntofijistas), algunos zánganos aprovecharon para alcanzar posiciones de vuelo y lograr espacios. Es algo así como que alguien surja de la nada y llegue a ser diputado. Eso mismo ocurrió con el zángano que quiso ser presidente y en una primavera (suena como a primaria) fue escogido entre otros zánganos para ser abanderado. Inmediatamente hubo un revuelo en todos los panales y entre bailoteos y zumbidos se comentaba que cómo era posible que fueran a nombrar a un zángano como candidato cuando ni siquiera tiene aguijón para defender la dignidad y la soberanía del territorio. Además, si tiene los cromosomas divididos y no es ni abeja ni mucho menos abejorro, entonces como podía atreverse a querer ser presidente.
Culminada la primavera (primarias) y comenzado el verano para ellos, se ordena quemar todas las hojas secas de los cuadernos de registro y así borrar todas las evidencias de que realmente no hubo una votación masiva de abejas, sólo fueron pequeños enjambres los que votaron y que no representan el sentir de la súper familia de los apoideos que habita en todos estos territorios y que fueron gobernados durante cuarenta años por verdaderos zánganos perezosos, que sólo chupaban miel mientras el resto de las abejas se partía el lomo para impulsar el bienestar de todas las familias, tales como las colletidae, las halictidae, las andrenidae y las anthophorinae. Algo así parecido a las sociedades humanas donde el pueblo con sus hombres y mujeres trabajan hasta el cansancio mientras los gobernantes disfrutan de las mieles del poder, tal como ocurrió durante los cuarenta años que gobernaron los zánganos que se vestían de verdes y blancos para confundir el gobierno de la colmena.
Pero más allá del apoyo que le ha dado el enjambre maligno autodenominado “Muérganos Unicelulares en Decadencia” (MUD) y el gran imperio de aguijón asesino, esa candidatura del zángano no agarrará vuelo ni que se convierta en mariposa, ni que vaya en caravana de ciempiés tricolor. Inclusive, muchos que participaron en la primavera ahora lucen desconcertados porque esa candidatura del zángano sólo representa los intereses del imperio de aguijón asesino y del enjambre de los muérganos unicelulares en decadencia.
Además, nadie olvida cuando el zángano en su locura irracional intentó asaltar colmenas de otros países, que vienen siendo algo así como sedes de representación diplomática. No necesitamos granjeros zánganos, sino apicultores revolucionarios. Venezuela ya tiene su gran apicultor amigo y de visión de futuro que ha revolucionado la vida para que haya miel en abundancia. Saludos apicultor, te apoyamos y no abandones la lucha, el pueblo venezolano te espera para luchar y vencer. BIENVENIDO A LA PATRIA. La Victoria es nuestra…venceremos!
(*)Politólogo
eduardojm51@gmail.com