A medida que nos acercamos al magno evento electoral del 7 de octubre, se le van viendo las costuras a la MUD, quedando develado el plan macabro de su propuesta de gobierno. Se trata, tal como ha quedado evidenciado, de un verdadero plan de la muerte que vendría a cambiar y aniquilar los logros políticos, económicos, sociales, culturales y militares logrados en los últimos catorce años.
El plan macabro de la MUD, sería no sólo el proyecto de gobierno de Capriles Radonski, sino el desmantelamiento total del Estado venezolano, de todo el entramado institucional que se ha consolidado con la Constitución aprobada por el pueblo en 1999. No se trata de una estrategia de política electoral salida desde las fuerzas revolucionarias. No. Es que el documento de la MUD existe, bien delineado, bien trazado, bien definido en las acciones a ejecutar en su gobierno hipotético.
De allí el deber y el compromiso que tenemos todos los revolucionarios de rechazar contundentemente este programa de la MUD y denunciarlo como un plan macabro, que de llegar a implementarse pudiera desencadenar acciones que nos llevarían a una guerra civil de miles de muertos, que hundiría a la nación en la agonía eterna. Precisamente, esta situación de guerra interna, pudiera ser aprovechada por fuerzas externas y comenzar a adueñarse de las riquezas del país y también de sus territorio, perdiendo nuestro bien más preciado que es la libertad.
Los elementos de la maldad afloran en la MUD, tanto así que algunos comensales ya comienzan a retirarse, porque el menú todo esta piche. Ya había sido David De Lima, quien denunció los planes perversos del candidato de la derecha, que aplicará de inmediato el plan macabro de la MUD, redactado posiblemente en la Casa Blanca o en las instalaciones del Pentágono de los EE.UU. Luego fue William Ojeda, quien criticó de manera contundente que la MUD y su candidato tienen una agenda oculta, de significado perverso y de impacto negativo para la sociedad venezolana. Dentro de la estructuras de la MUD quizás muchas voces aún permanecen en silencio, que pudieran seguir pronunciándose en los próximos días en contra del candidato Capriles que llevaría este país a los infiernos de los abismos.
De verdad, no estoy exagerando en mis apreciaciones, sino que el plan macabro fue publicado por un valiente escritor en una excelente obra, donde se recoge a palabra cruda los lineamientos y objetivos perversos del proyecto opositor, que contempla una serie de pasos para desmantelar el Estado, sus instituciones y acabar con las políticas sociales que actualmente tiene el Estado. Es decir, ya no habría misiones de ningún tipo, poco a poco se irían privatizando la salud, la educación y el resto de los sectores del país.
Como siempre lo hemos afirmado desde esta columna, más allá de la lucha electoral, en Venezuela hay una oposición dañina para la salud democrática, que impulsados por el odio visceral, son capaces hasta de incendiar el país si no logran su cometido; de allí que rodilla en tierra debemos estar alertas ante los planes de la derecha, de la MUD y Capriles, que vendrían siendo los sepultureros de la Venezuela del Siglo XXI.
Politólogo
eduardojm51@gmail.com
