Acabamos de presenciar un tremendo y merecido triunfo del Pueblo y la Causa Palestina en términos de su Dignidad, de sus ancestrales e históricos derechos, de su soberanía. Y no ha sido fácil este triunfo. La Humanidad es testigo del tremendo sacrificio, el altísimo precio en vidas humanas, el destrozo cultural, económico, espiritual, superior o comparable a los holocaustos que ha sufrido la humanidad a lo largo de su existencia. Ciertamente es una batalla, muy importante, pero una batalla a fin de cuentas. Soñamos con el triunfo final del pueblo Palestino. No está lejos el día que el espíritu del líder histórico reencarnado en las nuevas generaciones, pueda por fin convocar la diaspora Palestina a retornar a su Patria y reconstruirla como merece cada pueblo del mundo.
Casi simultáneamente se desarrollaba en Ginebra una batalla, en el seno de la la OMS, por supuesto poco conocida, poco divulgada, en la cual, la propuesta presentada por los países en vías de desarrollo de establecer un convenio para el financiamiento, decisión en prioridades y desarrollo de capacidad para responder en investigación y desarrollo de productos contra las enfermedades desatendidas, fue rechazada (irrevocablemente) en base a las objeciones procedimentales de EUA y Europa, quienes sostuvieron que la propuesta no estaba concentrada en resolver la coordinación y financiamiento para remediar los hiatos médicos, sino más bien intentaba establecer premisas para la transferencia tecnológica, acceso a los medicamentos y desarrollo industrial farmacológico propios. Finalmente los Países acordaron continuar un proceso de seguimiento ( OBSERVATORIO GLOBAL PARA INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO PARA LA SALUD ) y apoyar acciones en situaciones de particular urgencia. En otras palabras, esto solo significa que la salud se aleja una vez más de la soberanía de los países en vías de desarrollo, que es la mayoría y queda subyugada a las disposiciones de las transnacionales y de los países que las sostienen.
Estas batallas creo que no se divulgan deliberadamente. Su desconocimiento facilita el avance perverso de las potencias neoliberales. En artículos anteriores expliqué que esto formaba parte de la nueva estrategia diplomática de los EUA, para alcanzar el dominio del planeta por vías alternas a las guerras tradicionales que tanto los desgastan y pagan un elevado costo político. Forma parte del plan de incidir en los "derechos humanos" de sectores mas empobrecidos de los países en vías de desarrollo, pero cuyo fin es la conquista de estos Pueblos. Acabar por completo con su soberanía. Recomiendo leer la revista Britanica: Relaciones Internacionales, el número de Noviembre-Diciembre del 2010, especialmente la entrevista que le hacen a la Sra Hilary Clinton.
Buena parte de las discusiones para promover el convenio fue desarrollado por los representantes de Bolivia, Brasil y Colombia. Lamentablemente no tengo información si la representación Venezolana participó, o como lo hizo, o si asistió. No lo sé. Trataré de averiguarlo. Resultaría doloroso, que en un escenario como el descrito pasáramos agachados.
Ciertamente las derrotas de los pueblos en lucha, las cacarea el enemigo para ampliar las consecuencias de dichas derrotas. Es así como el mossad (inteligencia Israelí) filma todos los crímenes que infringen al Pueblo Palestino para proyectar esas películas en los campos de refugiados Palestinos y desmoralizarlos. Pero estas batallas de la OMS son más sutiles, si se quiere más perversas, ya que pretenden lograr sus objetivos imperiales sin grandes resistencias, sin desgaste político, pero hasta ahora, altamente eficaces.
Por ello, la integración Latinoamericana, el mundo multipolar, la vehemente defensa de la soberanía, de la que incanzablemente nos habla nuestro Presidente y líder de nuestro Pueblo, Comandante Hugo Chávez es vital si queremos que esta Revolución Bolivariana se consolide. No basta con usar franelas y boinitas rojas, es necesario acudir y dar la pelea en todos y cada uno de los escenarios en los que las potencias neoliberales pretenden derrotarnos y ...finalmente conquistarnos.
Roger Capella Mateo
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