18-02-2013
No dudo que las corrientes marítimas que cursan nuestras costas hayan podido llevar el alma y acción del Negro Hereje a las costa antillanas, y de allí, en eterno aprendizaje con un pueblo que se supera asimismo en el combate diario contra el odio y la muerte, retorne con el viento del águila del norte, hacia el encuentro con el huracán del cóndor del sur. Profecía que se hace realidad en los días y las horas de integración de Nuestramérica. Alma y acción de verdadera herejía al disipar las sombras del Tahuantinsuyo y mostrar el fecundo socialismo indo-américano, como inventario de la revolución bolivariana, tal como lo expresó el “Amauta” José Carlos: “La revolución no es obra de parias, es la consecuencia, el producto de la más grande labor de lo mejor del ser humano”.
Desde el follaje blando pero jamás quebradizo, se hizo del militante de la palabra, ejemplo vencedor de muertes y traiciones. La suma de voluntades subjetivas se multiplicó, ante las desviaciones de una dirigencia minimizada en el poder arraigado en el dogma, usos y costumbres de la vieja cultura. Voluntades subjetivas invocadas a la guerra asimétrica y saber que “lo viejo no morirá si no lo matamos, de igual modo lo nuevo no nacerá si no lo parimos todos juntos. No existirá “Revolución en la revolución” si no hay revolucionarios que lo impulsen. Y “solo el pueblo salva al pueblo”, se hace realidad cuando ese pueblo identifica las características propias que constituyen a sus amigos y enemigos, a lo que debe nacer y a lo que debe morir.”
Hoy, a cuatro años de la partida de Luis “El Negro” Villafaña”, vence la vida y la alegría a la tristeza y la muerte, con la llegada de Chávez al suelo patrio. Hecho que recorre al mundo entero dando esperanzas a los pobres del mundo y a camaradas como Julian Conrado, con sus canciones libertarias y sentimientos encontrados por estar aún, en la cuna de la revolución bolivariana, bajo custodia, entre rejas, pero con su “Amando, Viviremos y Venceremos”, irreductible, irreverente. Hereje al fin.
Desde el lugar que sirvió de trinchera al “Negro”, donde desarrolló análisis de coyunturas políticas, pulsó mil y una vez el teclado Aporreando con sus escritos a los no convencidos y a los que no convencen. Amado por quienes reconocen y emulan su labor y odiado por quienes envidian a los que militan en la verdad.
“Viviremos siempre luchando por la justicia entre los seres humanos sin temor a los años, los meses, los días o las horas, conscientes, humildemente, de que nos tocó vivir en la época más crítica de la historia de nuestra humanidad”, ha dicho Fidel recientemente en carta enviada a Chávez.
SOLO EL PUEBLO SALVA EL PUEBLO.
AMANDO, VIVIREMOS Y VENCEREMOS.
bladimirquintana69@gmail.com