En poco tiempo, existirá en nuestro panorama político una situación de desenlace para el movimiento opositor venezolano, el tema resulta complicado por los intereses y compromisos electorales que determinan una postura de triangulación para determinar la figura presidencial en preventivo ante las hipótesis que grupos anárquicos vienen argumentando desde hace ocho años aproximadamente. Todos estos compromisos son a futuro y utilizan a la masa estudiantil como fuerza de impacto, cuando el trabajo político se encuentra dentro de las urbes, urbanizaciones populares e instituciones aleatorias al mismo Estado.
Entregados al ilusionismo. Corina Machado, Antonio Ledezma y Capriles juegan a los bellos durmientes, porque, solo se remiten a dar información en los medios de una manera séptica, pero, jamás reflejan un programa coordinado de trabajo para favorecer a las personas que ellos dicen representar, como es a Fedecámaras y pequeños industriales.
Está claro que Enrique Capriles no desea alianzas, lo viene demostrando de una manera progresiva, expresa que tiene el apoyo del pueblo y los partidos no son necesarios, olvidando que el pueblo en su mayoría respalda a su presidente Hugo Chávez Frías, su plataforma burocrática jamás cuenta con sectores intermedios de afiliación ideológica afín. Lo que implica, un manejo mediático de la información en el cumplimiento de algunos objetivos formales.
El comando opositor siempre ha sido excluyente por los factores que le dan vida. Sin espíritu competitivo avanzan hacia la pugna constante para utilizar a los jóvenes entre el territorio de los municipios Sucre, como Chacao.
La mejor libertad que puede hacer el hombre es ayudando a su prójimo en las zonas populares, ojala que este grupo de venezolanos asuman su responsabilidad para motivarse e irse a los centros humanísticos para ayudar a los débiles, constituyéndose en una misión plausible como viable para prevalecer en el camino de la ayuda humanitaria y en el ejercicio de solventar las rutas del equilibrio como desarrollo humano.
La oposición, puede hablar de alianzas, la ruta del socialismo tiene un lenguaje incluyente que genera un cambio histórico, cultural, de política, como de economía. La diferencia es muy grande como notoria, algunos políticos del centro derecho venezolano deben dejar la arrogancia para sentarse a dialogar por un Estado reformado con visión de futuro. El pulpo capitalista, opresor estadounidense debe disociarse de la realidad bolivariana, para convertirse en un axioma determinante en el trabajo comercial y coyuntural en su perfil internacional.
Pero, los estudiantes de JAVU, deben verse en el socialismo francés para que observen de una manera real lo que en fondo desea Barack Obama y que los republicanos no lo dejan avanzar.
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