Y el gobierno parece no darse cuenta del volcán que va explotar. Primero fueron lamentos y quejidos, luego, amenazas, hasta llegar a promover y llevar a cabo, a partir de los actos salvajes del miércoles doce, un carnaval guarimbero y violento.
Se hace difícil saber si esta persistente treta en el uso de la violencia de López y la Machado es un tic o una tara o un truco o una inquebrantable fe en su ya infinito rosario de intentos que resultan en fracasos.
Da pena ver sus espectros repetidos desde hace tantos años, haciendo las mismas maromas de siempre en obvia espera de otra imposible como ilusoria salida. Al mirarlos, siento que se ven como esos muñequitos de plástico que llaman porfiaos, en un eterno, y terco caer y volverse a levantar, para esperar que los vuelvan a empujar y mirarlos en su fantasmagórico bamboleo –supuestamente- dirigido no solo a calentar la calle sino, ahora, quemarla, tumbar el gobierno con el apoyo de su ejercito de “manitas blancas”, rubicundas nalgas al aire, ahora reforzados por un ejercito de entrenados sicarios.
Ahora se revelan, Ella, Él y el otro, con sus caras de nada, que de puro falsas dan para ponerle el rostro a cualquier chifladura. Se les mira sobreexcitados, aferrados a ser cómicos perdedores que solo significan el rostro de tantas fáciles y simples estrategias desangradas por la violencia.
Los tres empiezan y extinguen en sí mismos, y, para qué, su dolor sea mayor, terminan mirándose por última vez, en el espejo del baño, silbando: “quizás, quizás, quizás…
Padecen de sobredosis de berrinche infantil, sobre todo, desde que fueron dejados de lado por la MUD, ahora, viven en el espacio del delirio, buscando una salida que no encuentran, ni siquiera, con la candela de cuanto destruyen vandálicamente.
Todo está filmado, fotografiado, y se tienen pruebas, tanto de la Fiscalía, y escuche Ud., para su asombro, hasta donde llega la falta de institucionalidad y orden, que el mismo miércoles doce se atrevieron a atacar y violentar espacios y propiedades de la Brigada de Infantería de Barquisimeto. El colmo.
De forma qué, o toman en serio, su responsabilidad como gobierno y ponen orden, con base a lo que dicta la Constitución, o sencillamente, dejemos a otros dar la respuestas por que, los actuales, lamentablemente, no le están dado al pueblo la seguridad y sosiego que él espera del Estado.