La Conferencia Nacional de Paz y Convivencia en Venezuela, convocada por el Presidente Maduro, pretende generar mecanismos de diálogo y concertación entre el Ejecutivo y los sectores económicos y sociales del país. Inicialmente se acuerda la instalación de una comisión política, otra para el área económica y además convocar a un encuentro de partidos políticos. Con gran celeridad se constituyen y arrancan cinco mesas de la comisión de “la verdad económica” y ya se anuncia un “balance de inquietudes y posibles soluciones”.
Consideramos de verdadera urgencia convocar a una comisión de medios que, sugerimos debería evitar la denominación “verdad mediática” y abogar más bien por “el equilibrio informativo”. Comisión que debe estar constituida por los medios públicos, el circuito nacional de emisoras comunitarias y, por supuesto, el sector privado.
Salvando las diferencias, es pertinente recordar el Acuerdo para la Cobertura Informativa de la Violencia que, en 2011, firmaron en México los medios de comunicación. El movimiento encabezado por organizaciones empresariales y civiles, concluyó en un acuerdo en torno a objetivos y “principios rectores de los criterios editoriales” para informar sobre la violencia en ese país, actuar con responsabilidad, establecer los lineamientos informativos y evitar la apología.
En tanto principios rectores del acuerdo: el respeto a las libertades de expresión y de prensa, la independencia editorial de cada medio de comunicación y la obligación de informar con profesionalismo y responsabilidad social.
En cuanto a los criterios editoriales destacan: tomar postura en contra de la violencia y enfatizar el impacto negativo que tiene en la población; dimensionar y contextualizar adecuadamente la información; atribuir responsabilidades explícitamente; respetar el principio de presunción de inocencia; resguardar la integridad de víctimas y menores de edad; alentar la participación y la denuncia ciudadana; proteger a los periodistas y solidarizarse ante cualquier amenaza o acción contra reporteros y medios. Igualmente convinieron en definir cuándo, cómo y cuántas veces se deben publicar las imágenes y fotografías de actos de violencia y terrorismo.
Finalmente, el Acuerdo sería vigilado por un órgano ciudadano de observación que verificaría periódicamente el cumplimiento del pacto sobre cobertura de la violencia.
¿Seremos capaces de deponer las armas mediáticas?
