Este nuevo intento de diálogo fracasará por lo mismo que durante 14 años no ha sido posible dialogar con la derecha.
Esta afirmación puede parecer cargada de pesimismo, pero la verdad es que más que eso está sustentada en el realismo que no debe dejar que nuestros deseos nieguen las realidades, duras son las realidades pero, al fin y al cabo, son las realidades.
¿Qué consecuencias tendrá para el país este fracaso del diálogo?.
La verdad es que si algo ha quedado demostrado, desde el 12F hasta hoy, es que el país todo rechaza la violencia. Según las encuestas más recientes el 80% de la gente rechaza la violencia que la derecha guarimbera ha puesto en escena.
No es que el 80% de los venezolanos se hayan convertido en chavista, sino que ese es el porcentaje de la gente que ratifica que más allá de que apoye o no políticamente al Presidente, optan por la opción de la paz, paz y encuentro entre venezolanos que desde el mismo 14 abril de 2013 viene ofreciendo Nicolás Maduro Moros a todos y todas, independientemente de su filiación política.
Es ingenuo pensar que estos dirigentes de la derecha después de ir a Miraflores y sentarse a decir las mismas sandeces que han repetido durante estos 14 años, de la noche a la mañana aceptarán que Venezuela cambió radicalmente con Chávez y después de Chávez. No reconocerán a este gobierno sencillamente porque no se corresponde con los intereses que representan, porque desde el momento que reconozcan los logros de este gobierno y más aún los logros que la revolución ha significado para el pueblo mayoritario, no les quedaría otra cosa que abandonar la política porque han sido desplazados por nuevos políticos. Terminarían aplicándose el harakiri, que según la tradición samurái se aplicaban los guerreros como una manera de morir gloriosamente.
La clase política de la derecha lleva 14 años sobreviviendo casi como un condenado que sabe que tiene los días contados pero que se resiste a su muerte y que lucha cada día con la esperanza de que milagrosamente pueda revertir su destino. Claro, no podemos dejar de lado que estos moribundos de la oposición reciben permanentemente oxígeno y aliento vital externo (apoyo financiero y político de la derecha trasnacional)
Debe el gobierno nacional que dirige el Presidente Nicolás Maduro avanzar en el diálogo y encuentro con el pueblo mayoritario, que fue lo que nunca dejó de hacer el Comandante Chávez.
No parece que esa propuesta de coexistencia pacífica de los modelos políticos opuestos planteada por el presidente Maduro tendrá acogida. No la tuvo con el Comandante Chávez, no parece que sea posible que la tenga en los tiempos que corren.
Debe empeñar sus mayores esfuerzos el Presidente Nicolás y su gobierno en hacer que la revolución y más que eso la propuesta de Socialismo convenza a todos por la vía de los hechos que supera ampliamente al pasado que ofrece la dirigencia de la derecha al país.
Juan González.
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