Ni Capriles ni Aveledo ni Borges son panas del Presidente Nicolás Maduro ¿Siguen siendo golpistas?

“Nicolás has logrado estar ahí por el control que tienes de las instituciones” Capriles

Nueva York, 11 de abril de 2014

Bueno, ¿esto no es lo mismo que dijo el 14 de abril del año en curso, cuando llamó a “descargar la arrechera” y las guarimbas de entones provocaron más de diez muertos?

Como bien se sabe, no sólo es que el Sr. Capriles no es amigo del Presidente de la República, es que lo ha tratado siempre como a un enemigo, pero sobre todo con desprecio clasista. Entonces, ¿de dónde, en una reunión formal, con testigos internacionales, sale con eso de no llamar al Presidente como tal, sino, escuetamente Nicolás? No hay noticias de que hayan jugado metra (canicas) juntos, que salgan juntos a tomarse un trago, que sean compadres, etc.

Pero aun cuando fuesen amigos, en los encuentros diplomáticos formales (y este lo fue), se acostumbra nombrar a las personas respetando los cargos que ejercen o la investidura que poseen. Es como si en una reunión formal de la Asamblea General de las Naciones Unidas, un compadre del Secretario General de la ONU, se presenta, pide la palabra y comienza su intervención diciendo: ¡Epa! Ban Ki...

El problema es que todavía los dirigentes de la MUD mantienen la posición de no reconocer a nuestro compañero Presidente Nicolás Maduro, como el Presidente Constitucional de todos los venezolanos. Hablan de la necesidad del reconocimiento mutuo y resulta que el punto de partida de este diálogo es desconocer al que encabeza el diálogo, al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro.

Ni el Sr. Aveledo ni el Sr. Borges ni el Sr. Capriles, los máximos representantes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), tuvieron la cortesía de iniciar sus intervenciones saludándolo. Aveledo ni lo nombró. Borges lo nombró una vez sin reconocerlo como presidente y Capriles lo nombró varias veces simplemente como Nicolás ¿Entonces, cómo es eso del reconocimiento mutuo? Incluso el Sr. Capriles dijo textualmente: “Nicolás has logrado estar ahí por el control que tienes de las instituciones”... Es decir, no porque fue electo por la mayoría de los venezolanos y ratificado cuando en diciembre pasado fue derrotado el “plebiscito” ilegal que propuso el mismo Capriles. No, es presidente por una trampa del Consejo Nacional Electoral, que como está subordinado al poder ejecutivo, una vez más organizó un fraude. No logran moverse de ese lugar y mientras no se muevan de ahí, siguen comportándose como golpistas y considerando legítimas las guarimbas. Leopoldo López y María Corina Machado podrían preguntarle, ¿qué haces sentado en esa silla?

De hecho, con esas intervenciones, aun cuando formalmente hablen de diálogo y reconocimiento del otro, lo que hacen es echarle gasolina a los incendios que continúan provocando.

Entonces, siguen desconociendo al presidente, y ratificar eso en una mesa de diálogo, aun cuando lo disimulen, es legitimar la violencia. Tienen que comenzar reconociendo explícitamente a Nicolás Maduro como Presidente. Decirlo claramente, sin que se les quiebre la voz, sin que se les atragante en la garganta ¿Cuándo van a despertar de las pesadillas que les provoca el “autobusero” y que parece que frecuentemente les interrumpen el sueño? No sigan castigando al pueblo de Venezuela, incluso a los militantes que fielmente los siguen, con vuestros prejuicios clasistas ¿Por qué no aprovechan que en Venezuela va a estar un enviado del Papa Francisco y se confiesan?

Esta posición que he reseñado contrasta con la manera cortes y respetuosa con la que el Presidente Maduro siempre se dirigió a ellos. Ni siquiera por retribuir esa cortesía del Presidente fueron capaces de saludarlo con respeto.

Finalmente, por favor querida Mariclén Stelling, hazle un análisis a la actitud corporal que los máximos dirigentes de la oposición mantuvieron en esta reunión.

Una victoria política

Creo que el pueblo Venezolano y el Presidente Maduro lograron anoche una importante victoria política. Por fin pudieron sentar en la mesa de diálogo, de verdad verdad, en cadena nacional e internacional, con observadores internacionales, a los dirigentes de la oposición. Lo venía intentando el jefe de Estado desde diciembre pasado, había insistido en enero, hasta que el 12 de febrero el sector de la oposición liderado por Leopoldo López y María Corina Machado, decidieron, desesperados por la nueva derrota del 8 de diciembre, darle una patada a la mesa, radicalizando la violencia y profundizando la Estrategia de Ingobernabilidad Permanente (ver mi trabajo sobre el particular publicado por Aporrea y por PatriaUrgente), como gritando ¡Jaque al rey!, que en el lenguaje de ellos debe traducirse como ¡Jaque al autobusero!

Me parece que también quedó claro que este diálogo no culminará con la formación de un gobierno de coalición. Los electores votaron por un programa y un proyecto bien distinto al que propuso la oposición. El Presidente Maduro y otros voceros gubernamentales dejaron esto bien claro señalando que el diálogo tiene como propósito lograr la convivencia pacífica entre dos proyectos políticos y societarios diferentes.

¿Cuál será el resultado? No podemos ser “pájaros de mal agüero”. Creo que esto nació como un diálogo público y el Presidente Maduro ha dicho que así continuará. Por tanto, la movilización popular podrá inclinar la balanza. Ese es el secreto de la cuestión. Incluso, Borges lo dijo: movilización pacífica de calle y diálogo. Claro que cuando Borges habla de movilización pacífica de calle no podemos saber todavía qué quiere decir. Pero los bolivarianos sí sabemos, pues nos hemos educado aprendiendo que la “soberanía reside en el pueblo y es intransferible” (Art. 5 constitucional). Por tanto, los gobernantes son mandatados por el pueblo, no son representantes del pueblo por cuanto un pueblo mayor de edad, como el pueblo venezolano no necesita que le llamen al representante. No, los altos funcionarios públicos, como en más de una oportunidad lo dijo el Presidente Chávez y lo ha ratificado el Presidente Maduro, son servidores públicos que sirven obedeciendo. No mandan, sirven, le sirven al pueblo.

Ayudemos al Presidente Maduro con la iniciativa, el debate y la movilización popular. Él no le teme a eso pues nació políticamente en medio de esas prácticas políticas.

No pueden seguir repitiendo que en Venezuela no  hay libertad de expresión. Nadie les impidió decir en cadena nacional-mundial lo que quisieron decir y eso es lo que cotidianamente ocurre en nuestro país.

Es decir, el “dictador” Maduro les cedió los micrófonos de todos, absolutamente todos, los medios de comunicación, nacionales e internacionales, y con seguridad lo hará en cualquier otra oportunidad en que este proceso de diálogo lo amerite. Esta primera reunión derribó buena parte de los mitos que la oposición difunde en Venezuela y en el mundo. No va ser fácil que encuentren excusas para, esta vez, retirarse de la mesa a menos que adquieran un compromiso firme con las instituciones y la democracia venezolana. El jaque al “autobusero” se les puede transformar en que tengan que poner el rey cabeza para abajo, como ocurre en el ajedrez. Todavía no sabemos cuál será el final de este camino que se inició en la madrugada de hoy, pero trabajaremos y apoyaremos al Presidente Maduro para que sea a favor de todo el pueblo.

Tal como lo ha ratificado el Presidente Maduro no habrá vencedores ni vencidos, pues quien debe triunfar en este diálogo es el pueblo, el chavista y el no chavista, es decir, el pueblo bolivariano, pues todo ese pueblo, bajo el impulso  y el estímulo del Presidente Chávez, decidió arroparse con la bandera tricolor y las ocho estrellas. Un día algunos dirigentes opositores van a tener que reconocer que hoy son dirigentes políticos, gracias a que el Presidente Chávez los sacó de las canchas de tenis y los bajó de las motos de alta cilindrada, cuando tocó sus intereses económicos y muy especialmente cuando fue despertando a “los monos” (como la clase alta denomina a los pobres en Venezuela), que viven en los barrios y estos comenzaron a decir basta

Las frases de la noche

Hubo muchas frases importantes. Quiero destacar tres por cuanto en varios sentidos definen el significado de este primer encuentro.

1)  “Aquí nadie puede levantar un arma en nombre de la revolución”. Presidente Nicolás Maduro

Uno de los rasgos específicos del proceso bolivariano es su carácter pacífico, diverso, plural y dialogante. Esto lo distingue de las revoluciones del siglo XX. Un proceso de ese tipo no puede ser violento, pues la violencia es contraria a la diversidad, al pluralismo y al dialogo.

Por otra parte, en los tiempos de la Estrategia Imperial de Guerra Permanente donde, entre otras características, el uso de las armas de destrucción masiva, incluidas las armas nucleares (en Irak se usó uranio empobrecido, con las consecuencias por los siglos de los siglos que conocemos), la guerra cibernética, robótica, mediática, etc. conduce a devastar naciones y pueblos hasta la destrucción total, la posibilidad de victoria que tienen los procesos que se enfrentan a las fuerzas imperiales, es impidiendo que la guerra se desate.

Hoy día como lo he reiterado muchas veces, la guerra es una  eminentísima operación política. Ya no es cierto que la guerra sea la continuación de la política por otros medios. No, la política es la continuación de la guerra por otros medios. Para que la guerra se desate tienen que derrotarnos políticamente. Por el contrario, si nosotros los aislamos y derrotamos políticamente, no habrá guerra.

Por esas razones la única política viable frente a las fuerzas imperiales es una política fundada en la paz. Precisamente, eso es lo que está haciendo el Presidente Maduro: ponerlos contra la pared denunciándolos como enemigos de la paz y demostrando en los hechos que lo son. Eso le ha dado al Presidente fuerza internacional y ante el pueblo de Venezuela. No sólo no debemos apartarnos de ese camino, sino que debemos darle pleno respaldo.

2) “Llegaron cuarenta muertos tarde”. Jorge Rodríguez, Alcalde del Municipio Libertador.

Así les dijo nuestro querido Jorge Rodríguez, hijo, a los dirigentes de la oposición. Esas cuatro palabras definen claramente la situación. Si los dirigentes opositores presentes anoche en la mesa de diálogo, creen de verdad en las movilizaciones pacíficas, ¿por qué esperaron que se generara y se expandiera la violencia con tan nefastas consecuencias? Esto lo van a tener que responder en alguna oportunidad. Ojala no sea tarde para las instituciones, la democracia y la vida del pueblo de Venezuela.

El problema, creo yo, es que a raíz de la derrota del “plebiscito” que convocó Capriles en diciembre pasado, la oposición, en su conjunto, perdió la esperanza de poder derrotar electoralmente a las fuerzas chavistas.

Entonces, algunos, aun cuando no simpaticen totalmente con la violencia, están convencidos de que ella desestabiliza y puede debilitar tanto al gobierno, que derrotarlo electoralmente resulte fácil. En esto es donde coincide toda la oposición: el fin justifica los medios, por tanto, hay que debilitar al gobierno por cualquier medio. Por eso guardaron silencio. Así ese silencio haya costado 40 muertos y los que faltan (si la violencia continúa), milmillonarias pérdidas materiales, tendencias recesivas en la economía que pueden costar desempleo y pobreza, sufrimiento de la población, riesgos graves para las fuerzas del orden público... ¿No van a rendir cuentas por esto?

Hace ya un tiempo (en la década de los 30 del siglo pasado), León Trotski escribió un famoso ensayo donde rebate consistentemente la idea de que el fin justifica los medios. Ese ensayo se llama “Su Moral y la Nuestra” y en dicho ensayo Trotski demuestra consistentemente que los fines nobles sólo pueden ser alcanzados por medios nobles y que los medios innobles sólo conducen a fines innobles.

Durante nuestra guerra de independencia con respecto a España, los patriotas venezolanos, entre ellos nuestro Libertador Simón Bolívar, sacrificaron sus vidas en nombre de la libertad de todos los pueblos latinocaribeños. En esas circunstancias y otras, las armas fueron un medio inevitable para lograr la independencia y no una manera oportunista de mandar a otros a que expongan sus vidas, mientras los dirigentes se quedan en las oficinas o sentados en la mesa o en la barra de un restorán, donde disfrutan de finos alimentos y bebidas. El propio Libertador, el líder máximo, expuso su vida en el campo de batalla más de una vez y cuando ordenó el cruce de Los Andes, a un pueblo llanero acostumbrado al clima caliente, él iba en las mismas condiciones.

Creo que lo dicho en párrafos anteriores está detrás tanto de la frase del Presidente Maduro como la del Alcalde Rodríguez.

3) “Es la hora de la justicia”. Presidente Maduro

Se planteó el problema de la amnistía. Siempre es legítimo plantear el problema de la libertad de cualquiera que esté detenido. Siempre seré solidario con esa petición. Sin embargo, comparto el sentido y el contenido de lo dicho por el Presidente Maduro.

Han sido asesinados ciudadanos con disparos de francotiradores ¿Quiénes son los responsables? ¿Quiénes les pagaron? Esto no puede ser ocultado bajo la mampara de una ley de amnistía que puede poner en la calle a criminales realmente peligrosos. Hay que hacer justicia.

El Presidente Maduro siempre podrá utilizar sus facultades para dictar sobreseimientos o indultos para quien él lo considere apropiado. Es decir, puede haber justicia sin legitimar las guarimbas y la violencia paramilitar.

En todo caso, este diálogo seguirá abierto y este asunto seguirá siendo considerado.

No se puede mitificar a los estudiantes

Yo fui estudiante y como tal, fui activista y dirigente estudiantil. Lo fui en la época de la cruel dictadura de Pérez Jiménez y luego durante la democracia puntofijista, que fue aún más cruel. Creo saber algo cuando se habla de dictaduras y puedo decir con absoluta propiedad que los jóvenes de hoy no tienen idea de lo que es una dictadura. Muchos han sido ideologizados por las creencias que el imperio desea sembrar sobre la democracia, los derechos humanos y la paz.

Hay diversos casos. Hay estudiantes que han protestado pacíficamente y tienen todos los derechos constitucionales y todas las protecciones jurídicas y éticas. Ese es un caso. Soy solidario con ellos aun cuando pueda no compartir el contenido de su protesta, pues la democracia supone que pueden existir y existen desacuerdos y supone también que el desacuerdo debe ser protegido, que la protesta pacífica siempre es legítima.

Ahora, hay situaciones que están plenas de prepotencia clasista. Cuando los miembros de las clases altas protestan, sea cual sea el motivo, sienten que tienen el derecho a realizar lo que les venga en gana y por lo tanto se les debe permitir todo. Si se les trata de impedir, se comportan como niños malcriados y arman cualquier berrinche. Pero, incluso en esos casos, sus derechos constitucionales deben ser respetados pues la fuerza pública no puede sobrepasar, sea cual sea la situación, los límites constitucionales y legales. Pero si lanzan una bombas lacrimógenas para tratar de frenar el berrinche, no puede salir CNN, Human Right Watch y toda la cadena cómplice de la estrategia desestabilizadora, a condenar de la forma más desmedida al gobierno y al Presidente Maduro, difundiendo calumnias y mentiras mediáticas para “demostrar” la existencia de una dictadura en Venezuela.

Un tercer caso es cuando se sale deliberadamente a provocar y a generar violencia en busca de heridos y muertos para tratar de justificar la violencia guarimbera. En algunos casos esto se realiza con apoyo de narcoparamilitares y bandas delincuenciales con tala de árboles, incendios de estaciones del metro, transportes de alimentos, edificios públicos, guarderías infantiles, locales de partidos políticos y organizaciones sociales, etc. La mayor parte de los ciudadanos que han sido asesinados, lo que incluye miembros de la fuerza pública, ha ocurrido en estos acontecimientos y ello ha sido debidamente documentado.

También estos casos los derechos constitucionales  y legales deben ser respetados. Pero inevitablemente hay detenidos, se lanzan gases lacrimógenos y en general, también la fuerza pública utiliza el derecho legítimo a la defensa con un uso limitado y proporcionado de la fuerza de acuerdo con lo que se establece en las normas del derecho internacional humanitario y otras disposiciones internacionales.

Cualquier violación debe ser seriamente investigada y seriamente castigada. En eso no puede haber duda ni concesión alguna, pues cualquier precedente que se establezca al no castigar un hecho, se puede generalizar y esa también es una manera de destruir la democracia, los derechos humanos y al proceso bolivariano mismo.

Creo la Fiscal General de la República, a quien conozco personalmente, está haciendo su trabajo y eso no es muy difícil de ser comprobado.

Además, el Presidente Maduro dio las cifras anoche y ante ellas, las denuncias de la oposición resultan exageradas. Informó que se ha enfrentado dieciocho mil hechos violentos, hay 175 detenidos, de los cuales sólo doce son estudiantes. Esto no fue desmentido.

Lo que no se puede tolerar es que los dirigentes de la oposición presenten una denuncia indiscriminada sin diferenciar la protesta pacífica, de las luchas violentas de claro significado desestabilizador y conspirativo. Según ellos todas las movilizaciones de los estudiantes han sido pacíficas, todas sus acciones son heroicas y en todos los casos ha habido un uso desproporcionado de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad del Estado. Esto no es verdad y no lo han podido demostrar, pero esas afirmaciones alimentan la guerra mediática y la desestabilización.

Hay estudiantes honrados y nobles, deben ser la mayoría. No tengo porque desconfiar de eso. Sin embargo, como ocurre en general con la oposición, es la ultraderecha la que tiene el mando, a menos que con el inicio del diálogo y otras medidas políticas, el núcleo que conforman Leopoldo López y María Corina Machado, pueda ser aislado.

Se necesita una gran sabiduría táctica para aislar a la ultraderecha y poder llevar adelante la lucha por la paz, que es la única que nos puede conducir a un futuro de fundado en la libertad, la justicia, la igualdad y la democracia.

Los enemigos del diálogo y la necesidad de fortalecer urgentemente la unidad de todo el pueblo. La urgencia de intensificar la pedagogía política.

Soy absolutamente partidario del diálogo y defiendo la necesidad de avanzar en un diálogo constructivo sobre la base de la confianza, la sinceridad, el reconocimiento mutuo y la activa participación popular, lo que permitirá la regularización de la vida política del país alejando la violencia, la desestabilización y los golpes de Estado.

Los intereses imperiales son totalmente opuestos a esa posibilidad. Por eso la guarimba sigue y seguirá, a menos que la ultraderecha pueda ser aislada y derrotada políticamente.

Por eso las cadenas mediáticas internacionales no cesaron un solo momento en los intentos para desacreditar el diálogo. Un comentarista de CNN calificaba de cosa de locos a quienes acusaban al gobierno de violación de los derechos humanos y pretendían sentarse a negociar con el “dictador” Maduro. Por otro lado Univisión calificaba el diálogo como un intercambio de insultos y una pérdida de tiempo.

Precisamente, mientras se realizaba la primera jornada de dialogo, la guarimba tomaba fuerza en varios lugares tanto de Caracas como del interior. Un aspecto de la táctica ultraderechista es amenazar y chantajear. Te amenazo ampliando la guarimba, si tomas medidas políticas y/o de fuerza para eliminar los focos de violencia, te chantajeo acusándote de fortalecer la dictadura que viola sistemáticamente los derechos humanos.

Otra táctica es utilizar las mesas de diálogo para la denuncia política mientras se radicaliza la violencia en la calle. Entonces, si bien hay que tener paciencia, hay que acelerar acuerdos concretos en los campos económicos, políticos y sociales. La ultraderecha que tiene voceros en las negociaciones, tratará de extenderlas sin resultados de forma indefinida para seguir desestabilizando y debilitando la base política y popular del gobierno hasta hacerlas fracasar y en el momento oportuno, retirarse diciendo que ya no queda otro camino que derrocar al gobierno.

En consecuencia es urgente coordinar una política con los facilitadores internacionales fundada en propuestas específicas, tiempo para las negociaciones específicas y un tiempo para la ejecución de lo que se vaya acordando. En este proceso el tiempo es un bien absolutamente limitado y no renovable. El diálogo puede extenderse y debe extenderse siempre que se vayan tomando acuerdos y ejecutándose para ir profundizándolos. Se debe evitar la táctica opositora de quemar tiempo mientras en la calle continúa la violencia, más muertes y heridos, que alimentan la campaña mediática nacional-mundial.

Es necesario establecer con claridad que concesiones vamos a hacer y cuáles no. Sobre esto hay que decidir también qué se le comunica a la oposición y que se deja como cartas guardadas para jugarlas en el momento oportuno.

Lo dicho demuestra que debemos respaldar firmemente este esfuerzo y fortalecer en la base popular la unidad del pueblo. Negociar con la dirección política opositora y dialogar sinceramente con la base popular de la oposición para avanzar en los barrios y pueblos con un programa específico en cada región, en cada localidad, en cada comunidad. Esto es decisivo tanto para resistir a los guarimberos que pueden ir agudizando el terrorismo como para estabilizar y profundizar el proceso bolivariano.

¿Por qué la impaciencia de la oposición?

Ya he escrito sobre esto. Lo resumiré ahora de la siguiente manera:

1) Como ya señalé, ellos han perdido la confianza en que puedan derrotar electoralmente al chavismo en una campaña electoral de acuerdo con las normas establecidas por el Consejo Nacional Electoras (CNE). Si no fuese así, en lugar de impulsar las guarimbas o guardar silencio frente a ellas, harían oposición dentro de las normas democráticas constitucionales y esperarían las elecciones parlamentarias que se realizarán el año próximo, 2015, o el referéndum revocatorio que puede organizarse en 2016, si ellos lo proponen de acuerdo con las normas establecidas. Finalmente, están las elecciones de 2019 para escoger un nuevo presidente de la república.

2) Han perdido el control directo de la renta petrolera y no se resignan, especialmente por los usos que el Presidente Chávez le dio a la renta petrolera, tales como:

2.1) Transferir renta petrolera a los pobres convertida en salud, educación, vivienda, pensiones de vejez, etc.

2.2) El uso geopolítico de la renta petrolera para impulsar los procesos de integración latinocaribeña y enfrentar las estrategias neoliberales materializadas entre otras iniciativas en la derrota del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) e impulsar la cooperación Sur-Sur, la cooperación solidaria, el comercio justo, etc.

3) En el proceso de conformación de las relaciones de fuerza a nivel planetario, las fuerzas imperiales necesitan asegurar el control de regiones de importancia estratégica, con abundantes riquezas naturales y fuerza de trabajo.

Por su ubicación geográfica Venezuela tiene una gran importancia geopolítica, pero también la tiene por las alianzas que ha establecido con Rusia y China. Es uno de los países megadiversos del mundo (con mayor riqueza en diversidad biológica), poseedor de oro, diamantes, hierro, uranio, coltan, bosques, ríos... y de la mayor reserva mundial de petróleo,

En el tiempo cuando se agudizan los conflictos mundiales y las grandes potencias están definiendo y redefiniendo sus posiciones en los espacios geopolíticos, EEUU como cabeza visible de las fuerzas imperiales, está tratando de asegurar sus posiciones en el mundo entero y particularmente en lo que siguen considerando su “patio trasero”, la región latinocaribeña.

En todos estos procesos Venezuela continúa siendo una piedra en el zapato. Por eso la estrategia de ahora o nunca para derrocar al Presidente Maduro como líder del movimiento bolivariano.

Importancia de la primera reunión

Esta reunión que pone en jaque a los golpistas de ayer y de hoy, pues los pone a prueba, es una manera de celebrar el triunfo popular de abril de 2002 y honrar la memoria del Presidente Chávez. O corren o se encaraman. La doble cara que tratan de mantener algunos (simultáneamente golpistas y dialogantes), si hacemos el trabajo que debemos hacer, dentro de la mesa de negociación y fuera de ella, en el seno del movimiento popular, va a ser difícil que la puedan sostener.

Es también una manera de reivindicar la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aprobada en referéndum popular el 16 de diciembre de 1999. Como se recordará en el mencionado referéndum la oposición votó en contra de esta constitución y cuando tuvo la primera oportunidad, la derogó, como hicieron durante el golpe de Estado de abril de 2002, cuando se creyeron triunfadores absolutos. Afortunadamente hoy manifiestan respaldarla.

Damos pues la bienvenida a esta reunión y sus primeros resultados como un paso hacia una posible regularización de la vida política en Venezuela.

Oír las críticas de la oposición, rectificar y avanzar

Así como censuro la actitud política de la oposición que no me pareció favorable al diálogo y por el contrario, la sentí legitimando de la violencia, debo decir que algunas de sus críticas, sobre todo en el campo de la economía, me parecieron importantes.

Hay que aplicar las Tres Erres (revisión, rectificación y reimpulso) y aplicar las orientaciones de Golpe de Timón. No hay tiempo que perder. Esto también es decisivo. El pueblo chavista sabe que se han cometido errores, que hay que derrotar la corrupción y las desviaciones burocráticas. Debe recibir señales de que en medio de la batalla con la oposición desestabilizadora hay que dar esta batalla para profundizar la revolución. Sin estridencias, sin alardear de radicalismo sino tomando medidas concretas y avanzando.

La Unidad Popular es nuestra gran muralla

En nuestra guerra de independencia el libertador Simón Bolívar dio claros ejemplos de este proceder. Uno es la Convocatoria del Congreso de Angostura, en febrero de 1819. En un momento difícil de la guerra Bolívar decide constuir una base de operaciones protegida por el Río Orinoco, consolidar las instituciones convocando el Congreso de Angostura, redactando una nueva constitución, pronunciando un discurso que la resume y establece la perspectiva estratégica, fundando la Gran Colombia y sobre esta base, emprende el cruce de Los Andes para liberar a la Nueva Granada y establecer la gran importancia de la Educación señalando que educar es tan importante como libertar.

En los actuales momentos para consolidar a la revolución hay que, como en 1819, consolidar a Venezuela como una firme base para la revolución bolivariana continental, convocar nuestro Congreso de Angostura y desarrollar el cruce de Los Andes para salvar y consolidar la V República. Entre otras razones porque no es posible la revolución en un solo país.

Las Tres Erres, Golpe de Timón y la construcción de la Unidad Popular uniendo al pueblo chavista y al no chavista, como la muralla que les puede decir a los representantes del poder imperial ¡No pasarán! Este conjunto de tareas representan nuestro paso de Los Andes.

La Unidad Popular (que incluye la unidad cívico-militar) es la gran muralla, el Río Orinoco como símbolo, que puede proteger a esa gran base de operaciones de la revolución bolivariana continental, que es la Venezuela de hoy. Tenemos que impedir que esa gran base de operaciones sea destruida, pues está en juego la existencia de un continente soberano y libre.

Una referencia a las medidas y los problemas económicos

He hablado con cierta extensión sobre este tema en mi trabajo titulado “Poder Mundial y Estrategias Económicas desestabilizadoras”. Ahora quiero hacer ciertas precisiones:

1) Los intereses económicos fundamentales de los grandes empresarios como Lorenzo Mendoza y Gustavo Cisneros, que son empresarios transnacionales, no están en Venezuela. En Venezuela obtienen ganancias relativamente marginales con respecto a las que obtienen en relación al conjunto de sus empresas. Sin embargo, las defienden y las van a defender. Pero me parece que su principal interés en las negociaciones es de carácter político en la medida que utilizan y utilizarán todo su poder presión y desestabilización para tratar de separar al proceso bolivariano de su base popular impulsando medidas beneficiosas para el capital y perjudiciales para la población. Esta es la desestabilización que se hace sin violencia callejera (pero apoyándose en ella) tratando deliberadamente de torcer el rumbo de nuestro proceso de cambios.

Conviviremos con ellos, pero resultan imprescindibles los compromisos de fiel cumplimiento para  otorgar créditos o divisas, que implican el compromiso formal con metas económicas específicas en áreas productivas concretas.

2) Como he reiterado una y otra vez son prioridades los acuerdos para resolver el problema cambiario, impulsar la producción y sobre esta base tratar de desactivar simultáneamente la inflación y la recesión, pues estos procesos pueden debilitar seriamente la base de apoyo popular del proceso bolivariano.

3) Los pequeños y medianos productores del campo y la ciudad probablemente ofrezcan mayores posibilidades para establecer acuerdos en función de incrementar la producción en términos inmediatos como parte de una estrategia de corto, mediano y largo plazo para estabilizar el valor del bolívar, el abastecimiento del mercado interno, la estabilización de los precios eliminando algunas de las bases económicas de la escasez y la especulación, que mientras se mantengan es muy difícil que nos podamos defender de la desestabilización económica y de la Estrategia Imperial de Ingobernabilidad Permanente, en sus más variadas manifestaciones.

4) El impulso a las empresas de producción y propiedad social es clave para, a largo plazo, ganar la batalla por la producción en la medida que se va construyendo una nueva sociedad. Hay importantes experiencias en el país con participación del movimiento cooperativo, de empresas del Estado como CVG-Proforca, PDVSA, consejos comunales, diversas organizaciones y movimientos sociales, etc. Como he propuesto en otros escritos, debemos avanzar hacia la urgente organización de un encuentro de las empresas de producción y propiedad social. Puede ser nacional y por regiones.

5) El otro camino es la alianza con el capital transnacional para establecer grandes unidades productivas en áreas claves para el abastecimiento del mercado interno. Pero este camino nos conduce a la dependencia del mercado mundial y a reforzar el dominio de la producción y del mercado interno por parte de las grandes corporaciones ¿Cómo se hace compatible este camino con la soberanía nacional, la cooperación solidaria, la integración latinocaribeña, los principios de la cooperación Sur-Sur? ¿La Alba, la Celac, Unasur, Petrocaribe? ¿Cómo se hace tomando un camino distinto al de la Alianza del Pacífico y el relanzamiento del ALCA?

Este camino lo han tomado, entre otros países, China e India, pero ha quedado asociado al crecimiento de la pobreza o a fenómenos de pobreza crónica.

6) Creo que las diferentes organizaciones y redes populares, deben asociarse estrechamente con localidades específicas y simultáneamente extenderse como redes nacional-mundiales. Hay que ir construyendo una base productiva para estas organizaciones y redes populares, asociada a redes de consumo popular solidario (puede ser mediante la forma de cooperativas de consumo apoyándose en la experiencia del movimiento cooperativo), redes de ahorro y crédito popular (lo que se viene llamando las finanzas solidarias, sobre lo que también hay una sustancial experiencia en el movimiento cooperativo), en fin, una base económica para que las organizaciones populares tengan sostenibilidad a largo plazo y puedan defenderse de la guerra económica que mantiene el capital de manera permanente.

Uno de los movimientos campesinos internacionales más importantes, Vía Campesina, tiene una experiencia muy relevante en estos campos. Sobre las finanzas solidarias y el establecimiento de monedas locales hay también aprendizajes muy significativos en Argentina, Brasil y otros países.

Estas experiencias productivas y de consumo solidario, deben contribuir también a ir revolucionando los patrones de consumo y producción, los “modos de vida imperiales”, que el modelo petrolero vigente ha contribuido a implantar.



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Julio Escalona


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