Aunque la ilustre Asamblea Nacional refleja un punto de programa urgente, un promedio de doce diputados de la oposición, solicitaron permiso para irse de parranda, mientras que millones de hombres y mujeres, se entrecruzan en las largas colas de mercados para adquirir un producto de la dieta diaria o higiene personal, ya nadie habla de productos regulados.
La Asamblea Nacional, debe ser revisada en sus estatutos y transformarlos para que cada diputado electo cumpla con su rol y no se burlen de la República Bolivariana de Venezuela, que es la nación. Miles de venezolanos vienen exigiendo una respuesta a cada una de sus inquietudes personales.
Es el momento de consolidar la democracia socialista, tal como reza en la Constitución Bolivariana de Venezuela. La unión por el trabajo y la fecundación de principios democráticos debe ser una evidencia de la lealtad hacia los conceptos democráticos y revolucionarios del Estado.
Hay que trabajar a fondo para profundizar la industria nacional de víveres y disciplinar las ganancias petrolíferas. Constituye una labor paso a paso, donde debe existir una sola realidad en el frente laboral. Para esto, debemos ir a una unificación cambiaria y ofertar un solo plano del dólar y darle precios justos a los alimentos ofrecidos para exportación.
La fase comunicacional se debe mejorar y la parrilla de Venezolana de Televisión, (VTV) darle un nuevo giro social y político para aumentar el número de televidentes de dicho canal.
Se debe fomentar u nuevo discurso político y avanzar hacia una plataforma ideológica capaz de encauzar a las masas afectas al socialismo.
No me explico, como un diputado opositor puede arengar sobre la Misión Vivienda,(GMVV), cuando ese organismo es controlado por el mismo gobierno bolivariano, pero, cuando no se decreta una verdad de hechos, todos quieren lamer de esa gran olla, cierto, ha faltado seriedad en muchos asuntos del Estado Bolivariano de Venezuela.
El racionalismo de izquierda en Latinoamérica se convirtió en un ego pensante e inevitablemente el manejo del discurso político es deprimente junto el de la derecha y ambos caen en el mismo error de introversión de la razón y todas las cosas nos parecen prematuras ante una adecuación de la realidad.
Aquí, en Venezuela los principios idealistas se esfumaron, todos debemos alinearnos con las tendencias progresistas y respetar la universalidad de la ley y el perfil de los jueces, el gobierno bolivariano requiere un instrumento de gobierno más directo y eficaz, tenemos que caracterizarnos por la libre competencia y adaptarnos a la sociedad civil modernizada y transformada y los militares regresar a sus cuarteles, muchos no lo quieren hacer, por los beneficios que ofrece la vía pública y el comercio.
