Los blancos y su martes 13

Mañana es martes 13 y no por casualidad es el cumpleaños número setenta y cinco de uno de esos partidos nefastos de la historia política venezolana; de allí que si algún gesto habría que hacerles es prenderle velas para que se consuman en los altares de su propia descomposición y su alma gris vaya a consumirse a fuego lento en los hornos crematorios del cementerio puntofijista, donde yacen los espíritus de los lideres y las organizaciones malvadas de la Cuarta República.

Yo no lo nombro para que las palabras no se infecten y terminen contaminando el sentido real de lo que aquí escribo, pero si quiero pedirles a mis lectores un minuto de silencio por todo el daño que hizo y sigue haciendo esa organización partidista a la sociedad y la cultura política venezolana. Entonces que cese toda canción y que quede sólo el silencio y que calladitos ellos celebren sus 75 años de espléndida historia regresiva, que en retroceso los ha traído de vuelta momentánea a estos escenarios de hoy pero vestidos de sombra y con la anemia de los zombis.

Es una triste y amarga historia la de ese partido que hoy luce más retorcido, más perverso y tenebroso, pues a sus setenta y cinco años cree haber resucitado y disimulando que vive, porque la voz que lo representa se cree un semidiós o el fantasma heredero del lenguaje de “Romulito”, supuesto padre de la democracia, quien llenó de muerte, de cruces y tumbas los caminos de nuestros pueblos, donde quedaron enterrados y silenciados cientos de venezolanos que tuvieron la valentía de la consciencia de oponerse al régimen corrupto del gobierno blanco.

A propósito del líder de marras que lo representa, podemos decir que ese tipo habla con la precisión maligna de la mala intención y disimula con palabras fieras y cobardes, su propia mediocridad. Eso es la decadencia, pero no solamente es él, sino también muchas “personalidades” opositoras presentan una crisis de personalidad, que remarca la enajenación psicológica hacia las tendencias del odio. Son setenta y cinco años arrastrándose hacia atrás y como las serpientes van dejando los cueros de la piel y las escamas en cada derrota y en cada traición, tal como la dejaron en los asesinatos, las masacres, los golpes de Estado, los paros y huelgas petroleras y en las recientes guarimbas. Así se han venido arrastrando en su andar político, que los hace aparecer hoy como un partido venenoso.

De allí que hay que ver y leer con mucho cuidado todo ese lenguaje de odio y de muerte que ellos manejan, porque si lo desciframos vamos a ir desmontando toda una trama oculta que pretende dar el zarpazo final a la revolución. Esa es una realidad y a la oposición se le venido sumando todas las impurezas de la realidad política, de allí que el payaso de la Asamblea habla con ironía que raya en el sarcasmo. Resulta harto indignante como el jefe de este partido manipula a sus seguidores, ofenda al poder electoral, al Tribunal Supremo de Justicia, a las Fuerzas Armadas, e inclusive al propio Presidente de la República le faltan el respeto a cada rato.

Razón tuvo el camarada Nicolás cuando le lanzó esa mentada de madre, de la cual nos hicimos eco millones de venezolanos, porque está bueno ya que ese payaso se crea el Dios blanco y lance su veneno contra la sociedad venezolana. Hay que dejar que los blancos celebran su velorio y en vez de feliz cumpleaños decirles, sentido pésame.


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Eduardo Marapacuto


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